Posted: 07 Sep. 2022 3 Tiempo de lectura

La nube, una tecnología verde y sostenible

¿Sabías que los departamentos de TI son uno de los que más contribuyen a la huella de carbono de las organizaciones? Según datos de Sustainable IT Report de Interempresas, los centros de datos consumen el 3,5% de la energía mundial, si bien más del 40% de las compañías en este ámbito son conscientes de la necesidad de ser más sostenibles. Por ello, pensamos que la actual preocupación por la sostenibilidad y el crecimiento de los servicios tecnológicos en las empresas pueden ser grandes aliados para el buen funcionamiento de las organizaciones.

Y es que esta sensibilidad está creciendo a pasos agigantados en las compañías. De hecho, más del 90% de las empresas ya ha aumentado sus inversiones en programas de sostenibilidad. Sin embargo, en muchas ocasiones, surgen obstáculos que impiden a las organizaciones lograr sus objetivos en esta materia. La encuesta de Deloitte CXO Survey on Sustainability in Business (2022)’ destaca cinco fundamentales, como son: la dificultad para medir el impacto ambiental, la insuficiente oferta de servicios sostenibles o de bajas emisiones, el coste excesivo, el foco en cuestiones comerciales a corto plazo, las demandas de inversores y accionistas, y el hecho de que la magnitud del cambio necesario es demasiado grande.

 


 

Cloud, un impulso hacía la sostenibilidad

Estos problemas pueden ser solventados gracias a la cloud, ya que facilita que las empresas evolucionen hacia un modelo más sostenible. Así, según la encuesta de Deloitte, la nube proporciona cinco activos clave: las calculadoras de sostenibilidad, la Inteligencia Artificial (IA) y Analytics, la gestión de costes (FinOps), la innovación del ecosistema y los nuevos modelos operativos TI.

Es decir, en primer lugar, proporciona y permite el uso de herramientas para medir el impacto y reducir la huella de carbono de las infraestructuras, al tiempo que, gracias a la IA y la analítica, optimiza los datos aportados y los analiza para hacer más eficiente los procesos a través de toda la cadena de valor. Por otro lado, la nube facilita la integración de la sostenibilidad en los procesos de gestión de coste, controlándolos sin afectar a los objetivos de sostenibilidad y, también, aprovecha la innovación para acelerar el proceso de comercialización y la integración en ecosistemas digitales sostenibles. Finalmente, al aplicar la automatización y la optimización del código DevOps y AIOps, reduce la huella de carbono de los modelos orientados a producto.

 


 

Modelo de madurez para la sostenibilidad

Teniendo en cuenta esto, debemos abordar la sostenibilidad de la nube desde tres niveles diferentes: en primer lugar, en la optimización del centro de datos y la infraestructura, enfocándose en la migración de la infraestructura TI a cloud o el ciclo de vida de los equipos. En este punto, se pueden obtener reducciones de entre 35% y un 45% de emisiones de CO2 .

El segundo nivel se focaliza se centra en optimizar la gestión de datos y las plataformas. Las arquitecturas de datos nativas cloud o la optimización de la gestión y el gobierno de los datos pueden generar reducciones de entre 25-35%.  Por último, en el tercer estadio, se focaliza el modo en el que se desarrollan las aplicaciones. En este caso, mediante el rediseño de aplicaciones utilizando capacidades nativas de la nube o las arquitecturas basadas en eventos se consiguen eficiencias adicionales de entre el 10 y el 20%.
 

La sostenibilidad como criterio de compra de cloud

¿Cómo impacta la sostenibilidad en la compra de la cloud? En 2025, se espera que la sostenibilidad esté en el top 3 de criterios de adquisición de la nube debido al impacto que tiene en el mercado: el objetivo no es solo lograr la neutralidad en carbono, sino que proliferen herramientas para el control y la optimización de la energía y hacer que aparezcan nuevos grupos de interés relacionados con la sostenibilidad, como clientes o proveedores.

 

Recomendaciones para dirigir la sostenibilidad cloud

Se trata de una carrera de fondo en la que las organizaciones no deben quedarse atrás. Por ello, desde Deloitte nos gustaría compartir cuatro de recomendaciones que ayuden a dirigir la sostenibilidad cloud. En primer lugar, evaluar el progreso, es decir, establecer objetivos y métricas que permitan seguir el proceso y ver la evolución a lo largo del tiempo. Por otro lado, muy de la mano con lo anterior, es necesario definir una hoja de ruta a medio y largo plazo que contemple iniciativas acotadas y asumibles. Además, es imprescindible que los proyectos de sostenibilidad cloud se integren en la estrategia de la organización. Por último, es muy importante educar a la organización sobre el impacto de la nube en la sostenibilidad cloud y las emisiones de carbono. Tomando en cuenta estos cuatro puntos, la nube contribuirá a la transformación hacia modelos más eficientes y sostenibles.