La transformación del sistema alimentario mundial

Artículo

La transformación del sistema alimentario mundial

Oportunidades para un futuro sostenible y saludable

Nuestra relación con la comida es personal, nuestros hijos necesitan alimentos para crecer sanos y fuertes, y nosotros los necesitamos para poder mantenernos. La comida está estrechamente influenciada por las interacciones sociales y los rituales familiares. La nutrición implica elecciones que son, a la vez individuales, y arraigadas en la cultura y la tradición. 

El futuro de la alimentación: Una transformación fundamental de toda la industria

Aunque esta relación con los alimentos sea personal y necesaria, también está entrelazada con un impacto social, sanitario y medioambiental que no siempre es el mejor. Es por eso que la industria alimentaria se enfrenta a un reto de grandes dimensiones: proporcionar a la creciente población, comida suficiente y saludable, al mismo tiempo que garantice la sostenibilidad y la habitabilidad del planeta en el futuro.

Preparación para ampliar el suministro de alimentos en un 50% en 2050

La cadena de abastecimiento de alimentos es un procedimiento eficiente y productivo que representa un total comercial de 8 billones de dólares, pero hay que ser conscientes de que este modelo tendrá que proporcionar suministros a una población mundial de unos 10.000 millones de personas en 2050, lo que implica ampliar la producción en un 50%.

Según el informe de la Comisión EAT-Lancet sobre dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles, extrapolar ese 50% del régimen actual no es una opción sensata. Esto es porque no se tiene en cuenta los costes sanitarios y medioambientales de las actuales cadenas de suministro, que facilitan acceso a comida barata.

En Deloitte hemos explorado la necesaria transformación del sistema alimentario y examinamos las oportunidades que tienen las empresas para adaptarse al futuro.

Proyectarse hacia la sostenibilidad

Está claro que el aumento de la actividad agrícola es una amenaza para la sostenibilidad medioambiental. Actualmente, el impacto ambiental de la producción de alimentos pasará del 50% en 2010 al 90% en 2050.

De manera más desglosada, las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la producción de alimentos aumentarán del 80% en 2019 al 92% en 2050, el uso de las tierras de cultivo aumentará hasta un 67%, el uso de agua dulce para el cultivo se intensificará en un 65%, y las aplicaciones de fósforo y nitrógeno en alrededor del 50%. Es por eso que si se sigue con el sistema alimentario actual, se sobrepasarán todos los límites posibles en 2050.

La salud primero

El informe de EAT-Lancet evidencia que nuestro modelo alimentario actual es nocivo también para nuestra salud. Las dietas poco saludables suponen un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad que las relaciones sexuales sin protección y el consumo de alcohol, drogas y tabaco juntos.

Actualmente, más de 820 millones de personas en el mundo siguen desnutridas, mientras se pronostica que casi la mitad de la población tendrá sobrepeso u obesidad en 2030. La realidad es que el aumento de enfermedades se debe a una dieta perjudicial para la salud, como por ejemplo, la diabetes de tipo 2 y las enfermedades coronarias. Esto no solo reduce la calidad de vida, sino que también supone una gran carga económica por el aumento en los costes sanitarios.

Consumidores más exigentes

Los consumidores exigen, cada vez más, productos saludables y de origen sostenible. La pandemia de COVID-19 ha demostrado que es urgente cuidar la salud y tener un sistema inmunitario fuerte nunca ha sido tan crítico.

A día de hoy, los consumidores tienen conocimientos más profundos sobre los alimentos y el medioambiente, y por eso exigen que las empresas cubran esas necesidades. Investigaciones recientes revelan que la comercialización de productos ‘sostenibles’ crece 5,6 veces más rápido que aquellos que no lo son.

Presión normativa

En Europa, las presiones normativas son cada vez más intensas para el sector alimentario, ya que los países tratan de gestionar sus compromisos en materia de emisión de nitrógeno y otros gases de efecto invernadero. Uno de los objetivos de la Comisión Europea para 2030 es reducir un 55% las emisiones de estos gases, tomando como base los niveles observados en 1990.

Para que estos retos propuestos sean superados, la cadena de valor del sistema alimentario tendrá que colaborar, adaptarse y ampliar el enfoque de mitigación. Si las empresas no cambian, seguramente los gobiernos actúen por ellas.

La industria alimentaria se mueve

Algunas de las empresas más importantes del mundo están empezando a asumir los compromisos de sostenibilidad medioambiental y salud pública

La comida personalizada y saludable presenta grandes oportunidades para impulsar a las organizaciones a ofrecer transparencia sobre los métodos de producción y para progresar en materia de salud pública e individual. Además de prácticas responsables y gestión de residuos para reducir el impacto medioambiental, las empresas deben actuar conjuntamente para poder llevar a cabo este gran cambio.