Alianza público-privada, palanca de mejora de la competitividad de España

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Alianza público-privada, palanca de mejora de la competitividad de España

La cooperación con el tejido empresarial resulta fundamental para la ejecución exitosa del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).

El pasado 21 de julio los Estados miembros de la Unión Europea alcanzaban un acuerdo histórico con la aprobación del Plan Europeo de Recuperación Next Generation, que supondrá, entre otras medidas, la implementación de un programa excepcional de financiación de 750.000 millones de euros.

Este importe se destinará a transformar las economías de los países europeos con miras no sólo a lograr la reactivación económica tras el duro impacto que ha supuesto la crisis de la Covid-19, sino también a lograr un fortalecimiento de nuestros sistemas productivos para afrontar el futuro.

Hoy, nuestro principal reto como país es ser capaces de absorber adecuadamente estos fondos, y conseguir que contribuyan de manera eficaz a mejorar el posicionamiento de nuestra economía en los contextos europeo y global.

Y una lección que debemos extraer de esta crisis es que, en un entorno globalizado, la consecución de este objetivo no es viable sin la aportación del sector privado, que ha demostrado una capacidad de reacción y de adaptación más ágil frente a circunstancias sobrevenidas, difícilmente previsibles.

Las Manifestaciones de Interés

Las convocatorias de Manifestaciones de Interés lanzadas por algunos de los departamentos ministeriales con mayor peso económico se están convirtiendo en un interesantísimo canal de interlocución entre la Administración y las empresas. Esta vía permitirá identificar qué proyectos tienen la capacidad tractora o transformacional que Europa requiere en la asignación de los fondos.

El conocimiento técnico, la experiencia empresarial y la apuesta por la innovación de las compañías españolas más relevantes son elementos que no pueden ser desconocidos cuando se trata de afrontar una situación tan exigente como la crisis actual.

La capacidad de liderar iniciativas que contribuyan a maximizar el impacto de los recursos europeos, generando oportunidades para las pymes y para el resto de los agentes económicos debe ser aprovechada si queremos que nuestro país mejore su competitividad. Y el apoyo de nuestro sector empresarial a esta iniciativa es incuestionable, si atendemos al elevado número de propuestas y proyectos presentados.

Ahora bien, del mismo modo que debemos considerar encomiable la interlocución con el sector privado en esta fase de elaboración del Plan Nacional de Recuperación es indispensable demandar que esta cooperación con las empresas se mantenga en la implementación de los proyectos estratégicos que vayan a ser financiados.

Impulsar la confianza de las empresas

El Real Decreto-Ley 36/2020, de 30 de diciembre, que recoge las medidas para la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia plantea aún numerosas incertidumbres acerca de los mecanismos concretos que permitirán llevar a cabo los proyectos, y más específicamente, sobre cuáles van a ser los mecanismos de cooperación entre el sector público y privado.

Las empresas necesitan, esencialmente, confianza y rentabilidad. El primer elemento va intrínsecamente ligado a la seguridad jurídica, y por ello, cuestiones tales como la posible calificación de las ayudas como ayudas de Estado, o el necesario desarrollo reglamentario de los mecanismos y procedimientos de asignación de los fondos, son elementos críticos para el fomento de la inversión privada.

Por ello, es indispensable que con la mayor rapidez posible se despejen estas dudas que pueden desincentivar la inversión que las compañías ya están haciendo en el desarrollo de proyectos elegibles en el marco del Plan.

Next Generation EU
Plan de Recuperación Europeo

 

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