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El impacto del COVID-19 sobre la liquidez y la solvencia de las empresas

Problemas de las empresas que necesitan liquidez y soluciones que pueden adoptar para mejorar su solvencia tras el impacto del COVID-19

Las medidas impulsadas por los gobiernos de todo el mundo para contener la propagación del COVID-19 están provocando importantes trastornos en los procesos de aprovisionamiento y las operativas de distribución de numerosas empresas. Las restricciones a la movilidad, los retrasos en la cadena de suministro, la escasez o ausencia de existencias y las drásticas reducciones en la demanda de los clientes están impactando con gran virulencia en todos los sectores, sea cual sea su actividad.

Problemas para encontrar financiación a causa del COVID-19

Para la mayoría de las compañías, la falta de ingresos motivada por el impacto del coronavirus se traduce en una presión insoportable sobre sus líneas de capital, tanto de explotación como de liquidez. Se podría pensar que esta situación de extrema excepcionalidad está afectando solo a las organizaciones con necesidades urgentes de financiación. Pero nada más lejos de la realidad. Los efectos del COVID-19 también se están dejando sentir entre aquellas que gozan de una situación de solvencia y buena capitalización.

Todas ellas, sin excepción, se enfrentan una serie de problemas recurrentes a la hora de buscar financiación y líneas de crédito adicionales:

  • Lentitud en los plazos de aprobación de los créditos
  • Límites en la tolerancia de riesgo de los bancos para un solo crédito
  • Retirada de RCFs debido a la limitación de las facilidades o los incumplimientos
  • Falta de claridad en los paquetes de seguridad desarrollados para apoyar la nueva financiación, debido a disposición limitada de garantías
  • Necesidad de servicios a corto plazo, ajustados a la casuística de cada empresa y en términos que pueden diferir de la oferta de productos estándar de un banco

Claves para reforzar la liquidez de las empresas en tiempos del COVID-19

Ante la coyuntura financiera desfavorable que plantea el COVID-19, las compañías deben desarrollar estrategias flexibles y que pivoten sobre tres elementos clave:

  • Experiencia. Tanto en la estructuración de préstamos garantizados como no garantizados, así como en la implementación de equipos con capacidad para desplegar iniciativas que favorezcan la liquidez.
  • Capacidad de adaptación. Las soluciones de financiación relacionadas con COVID-19 requieren de una rápida implementación y de un enfoque personalizado. Al mismo tiempo, precisan de una orientación experta y un conocimiento profundo sobre el comportamiento del mercado en situaciones especiales.
  • Asesoría de confianza. Ante la incertidumbre provocada por el COVID-19, las entidades de crédito necesitan garantías de que los requisitos de financiación o las reducciones de fondo han sido revisadas por un tercero independiente.

¿Qué pueden hacer las compañías que necesiten liquidez ante la crisis del COVID-19?

Aquellas organizaciones que presenten necesidades urgentes de financiación pueden trazar un plan de acción articulado en torno a estas cuatro fases:

  1. Formularse las preguntas adecuadas. Básicamente, son dos: ¿cuánto dinero se necesita? ¿Por cuánto tiempo resultará necesaria una inyección de capital?
  2. Reforzar el comercio y los flujos de liquidez. Esto implica la revisión de los supuestos, las previsiones, los flujos de caja y también los escenarios de bajada, de forma que se ayude a las entidades financiadoras a comprender las necesidades reales o potenciales de crédito.
  3. Optimizar el capital de explotación. Los posibles financiadores esperarán que las empresas hayan implementado estrategias para mejorar el flujo de caja, optimizando el capital de explotación e identificando medidas que permitan obtener beneficios rápidos y tangibles en el flujo de caja.
  4. Reducción de costes. Las entidades de crédito o cualquier posible financiador esperarán que las empresas hayan identificado y estén aplicando medidas urgentes para preservar el efectivo a corto y medio plazo.

¿A qué tipo de entidades pueden recurrir las empresas en busca de financiación?

Principalmente, existen dos tipos de figuras o entidades a las que las empresas pueden recurrir para obtener financiación:

  • Los prestamistas actuales. Para la mayoría de las empresas, los prestamistas titulares serán el mejor punto de partida y por ello, se debería dirigirles rápidamente una solicitud de apoyo.
  • Fondos para situaciones especiales. Pueden desplegar el capital de manera flexible, creativa y a corto plazo. Dentro de este tipo de fondos, se incluye a los bancos, fondos de crédito privado, oficinas familiares y prestamistas institucionales que pueden proveer de soluciones crediticias en los términos, condiciones y costes apropiados para apoyar la rápida obtención de capital.

¿Qué pueden hacer aquellas empresas que todavía no presentan problemas de liquidez?

Incluso en el caso de las empresas que todavía no se hayan visto afectadas por una necesidad de liquidez como consecuencia de las perturbaciones generadas por el COVID-19, se recomienda tomar medidas de anticipación. Para ello, los equipos de gestión financiera deben buscar de forma preventiva -y como plan de emergencia- nuevas instalaciones adaptadas a las restricciones del coronavirus, a fin de estar preparados en caso de que el período de perturbación se pueda prolongar.