Garantizar vuelta trabajo

Artículo

Pautas para garantizar la vuelta segura al trabajo

En estos momentos, en los que gran parte de la sociedad ha recibido el impacto del Covid-19 con evidentes efectos negativos, la principal prioridad se centra en proteger la salud de las personas y reducir en el tiempo los efectos de la pandemia. Al mismo tiempo, se hace cada vez más necesario, de cara avanzar en el camino de la recuperación, retomar la actividad habitual de las empresas y mantener las operaciones para paliar en la medida de lo posible el impacto que está sufriendo la economía. 

Uno de los sectores que se ha visto más afectado desde el inicio del estado de alarma ha sido el de la construcción, con un enorme peso en la economía de nuestro país, ya que representa cerca del 6% del PIB nacional y contribuye con más de 1,2 millones de empleos, según los datos del INE a cierre de 2019. Dada su magnitud, debemos ser conscientes de la necesidad de proteger este sector y que, una vez ya iniciada la fase de desescalada, el control de las incidencias en las obras debe ser un objetivo prioritario para garantizar el reinicio seguro de la actividad. En este contexto, las empresas del sector de la construcción deben realizar un esfuerzo para adaptar sus operaciones con el objetivo de asegurar la continuidad de las obras, aplicando protocolos sanitarios que ya han sido pactados con los sindicatos mayoritarios y con los que se ha acordado una “Guía de actuación preventiva por causa del CoVid-19 en las obras de construcción”.

Para diseñar las medidas de prevención de contagios más eficaces, el primer paso consiste en definir las principales situaciones de riesgo a las que se pueden enfrentar los trabajadores de la construcción en las obras. En nuestra opinión, existen fundamentalmente seis situaciones de riesgo, que son la falta de distancias mínimas de separación; la no actualización del registro de empleados; la aglomeración de trabajadores tanto en las zonas de trabajo como en las de descanso; la aparición de síntomas de contagio durante la jornada laboral; la propagación del contagio por la no detección de casos positivos a tiempo; y la deficiente trazabilidad de los casos positivos detectados.

Una vez planteadas todas las posibles situaciones de riesgo, podemos avanzar en la puesta en marcha de una serie de medidas de control que permiten un restablecimiento seguro de las operaciones. En concreto, consideramos vital la puesta en marcha de  nuevos controles de prevención más específicos; un control sanitario periódico y automatizado mediante formularios y registros digitales; el uso de cámaras térmicas para la monitorización de síntomas; el control automatizado de los EPIs entregados a los trabajadores; la monitorización en tiempo real de la localización de los empleados; la trazabilidad completa de los trabajadores y alertas de incumplimiento de medidas preventivas; unos protocolos de limpieza más exhaustivos y su registro de cumplimiento; y la automatización de los procesos de respuesta en caso de detección de positivos en las instalaciones de la obra.

En este sentido, es importante plantear soluciones a las empresas, como el modelo H&S Monitoring Covid-19 desarrollado por Deloitte, que combinen diseños de procesos y capacidades tecnológicas que faciliten el reinicio y la vuelta a la normalidad cuanto antes a la actividad con las máximas garantías para sus empleados. Para que estas herramientas sean realmente eficaces tienen que partir de un profundo conocimiento del sector de la construcción, con protocolos específicos diseñados para este ámbito de actividad, y que apuesten por la integración de tecnologías que permitan la captura de datos mediante dispositivos IoT, terminales celulares, tablets o cámaras termográficas y su publicación automática siguiendo todas las medidas necesarias de identidad y confianza digital.

Más allá del impacto temporal que tenga el Covid-19 sobre la construcción en nuestro país, parece evidente que la puesta en marcha de este tipo de sistemas de control y seguimiento en tiempo real sobre la seguridad sanitaria de los trabajadores es una tendencia imparable de cara al futuro y sin duda se hará extensible a otros muchos sectores. Su generalización en el ámbito laboral no sólo permitirá contener la situación que vivimos en estos momentos, sino que nos facilitará la detección de forma temprana de nuevas crisis y con ello la posibilidad de reaccionar inmediatamente con una respuesta temprana y mucho más eficaz.

Descubre cómo gestionar la vuelta a la normalidad

Artículo publicado en El Economista el 18 de mayo de 2020.