Cómo pueden los Gobiernos capear un mundo sometido a la disrupción

La pandemia de la COVID-19 es la última en una lista creciente de disrupciones que afrontan los Gobiernos. Las disrupciones de índole tecnológica, como Internet, las redes sociales o más recientemente, la inteligencia artificial (IA) están transformando drásticamente la sociedad.

Desde las ciberamenazas y los atentados terroristas hasta los huracanes y los disturbios, las disrupciones son numerosas. Asimismo, los importantes cambios sociales y demográficos exigen esfuerzos de adaptación por parte de los Gobiernos.

Aunque los futuros acontecimientos podrían adquirir una forma distinta a la de una pandemia, exigirán que los Gobiernos afronten estos cambios también de forma ágil y eficaz.

Para hacer frente tanto a las incertidumbres actuales como al futuro más incierto, las instituciones públicas necesitarán mejorar sus capacidades en tres ámbitos:

• Previsión. Identificar las dinámicas y los acontecimientos que podrían plantear demandas sin precedentes, así como nuevas oportunidades.
• Agilidad. Adaptarse rápidamente a los cambios que afectan a los clientes, las operaciones y el ecosistema en general.
  Resiliencia. Resistir la disrupción, recuperarse de esta y adaptarse.
• Resiliencia. Resistir la disrupción, recuperarse de esta y adaptarse.