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Perspectivas
Elevando el estándar de la función de auditoría interna
Cómo adaptar la auditoría interna a las necesidades de cada organización para transformarla en un aliado estratégico eficaz
La auditoría interna debe alinearse con las características y el nivel de madurez de la organización. Sus miembros deben contar con las habilidades técnicas necesarias para afrontar los desafíos y riesgos identificados, y el equipo debe ser suficiente en términos de número y perfiles para cumplir con el programa anual establecido. Además, deben disponer de herramientas tecnológicas que les permitan realizar sus tareas de manera eficaz y eficiente.
Dado que la función de auditoría interna enfrenta numerosos y complejos retos, las evaluaciones frecuentes pueden establecer las bases para una mejora continua. El dinamismo de una organización justifica la modificación periódica tanto de sus objetivos como de su plan anual de trabajo.
Hoy en día, el auditor interno debería ser el consultor de confianza de la organización, un aliado estratégico tanto para el comité de auditoría como para la administración. Según el Instituto de Auditores Internos (IIA, por sus siglas en inglés), el auditor interno, basándose en su experiencia, debería ser un agente de cambio e innovación sin descuidar los objetivos tradicionales.
Para convertirse en ese consultor de confianza, la auditoría interna debe adoptar una filosofía de mejora continua. Esto se logra revisando sus objetivos en función de las circunstancias y coyunturas que enfrenta la empresa.
Las revisiones continuas contribuyen a esta mejora, similar al mantenimiento
preventivo que reciben los automóviles. No esperamos a que un automóvil se
descomponga para llevarlo al taller; de la misma manera, las evaluaciones
continuas en auditoría interna no deberían ser complicadas. La primera revisión puede requerir más tiempo para establecer las bases y medir la mejora esperada en un periodo determinado, pero las evaluaciones posteriores servirán como puntos de control para entender los avances y mejoras logradas, así como para implementar actualizaciones, innovaciones y optimizaciones.
Es importante considerar que los objetivos del plan de auditoría pueden cambiar de un semestre a otro, no solo anualmente, debido a la dinámica de la economía. Situaciones planificadas y no públicas, como una fusión, adquisición, expansión de negocios o entrada a nuevos mercados, son razones para modificar los objetivos y el plan anual de auditoría interna.
Las evaluaciones continuas pueden proporcionar los elementos necesarios para que la función de auditoría interna se adapte perfectamente a las necesidades de cada organización.
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