Perspectivas

Una mirada a la sostenibilidad para el financiamiento empresarial

Por Lorena Rodríguez, Socia de Asesoría en Riesgo, Deloitte Guatemala

En los últimos años se ha escuchado cada vez más el término sostenibilidad, principalmente en el ámbito empresarial. Tímidamente fue surgiendo el tema como una necesidad de los actores de la sociedad de ser responsables con el medio ambiente y con la sociedad en donde operan.

Hoy en día el término sostenibilidad ha evolucionado y puede abarcar muchos temas. En esta ocasión nos vamos a referir a la sostenibilidad en términos de qué entes de la sociedad están involucrados y son responsables de la gestión de los riesgos asociados, es decir, aquellos que son responsables de comprender y administrar los riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo, o riesgos ESG, como los llamaremos de acá en adelante.

Empecemos teniendo claro que la sostenibilidad es fundamental para el éxito comercial de las empresas, públicas y privadas, y que, sin la buena gestión de los riesgos asociados, es muy difícil que las mismas sean rentables y autosostenibles de forma constante, y tengan éxito a largo plazo. En el ámbito privado, la sostenibilidad también es fundamental para todos los actores alrededor de la empresa, es decir, para los clientes, las comunidades circundantes, proveedores, los mismos colaboradores, hasta para las partes interesadas más amplias como el gobierno local y gobierno central del país en donde se opera.  

Es importante que cada actor de la sociedad, desde su función y rol, comprenda y gestione los riesgos ESG que enfrentan. Esto implica un diagnóstico de los riesgos sociales, medio ambientales y de gobierno corporativo a los que se está expuesto, y una vez diagnosticados, se pueda definir una estrategia clara y de largo plazo de cómo gestionarlos, incluyendo la planificación de los recursos que se necesitarán y con los que se dispondrá.

Es recomendable que todos los actores de la sociedad cuenten con un gestor (inhouse y/o un consultor externo) y una estrategia de gestión de dichos riesgos, y dicho gestor debe tener la importancia necesaria en la jerarquía de la institución, para que al igual que todos cuidan que el negocio sea rentable, se le dé igual importancia a la gestión de los riesgos ESG.  Esta gestión integral será el Marco de Sostenibilidad bajo el cual se opera.

El Marco de Sostenibilidad de una institución debe articular el compromiso estratégico de la misma con el desarrollo sostenible y deberá ser una parte integral del enfoque de gestión de riesgos. Este Marco de Sostenibilidad ayudará a la empresa a hacer negocios de manera sostenible, promoviendo buenas prácticas ambientales y sociales, fomentando la transparencia y la rendición de cuentas, y contribuyendo a generar impactos positivos en el desarrollo. 

En la última década, tanta ha sido la importancia del cuidado social y medio ambiental, que incluso la banca multilateral realiza inversiones únicamente en aquellas empresas y/o gobiernos que están comprometidos a cumplir con estándares de desempeño sociales y medio ambientales.  Dado que la banca multilateral realiza préstamos en gran medida al sistema financiero de los países en desarrollo, la banca local privada también se ha comprometido con crecer su cartera, principalmente la corporativa, en aquellas empresas que también están dispuestas a cumplir con los estándares de desempeño que les corresponda según su giro de negocio.  

Las políticas, directrices y herramientas ESG de la banca multilateral se adoptan ampliamente como estándares de mercado y se integran en las políticas operativas de corporaciones, inversionistas, intermediarios financieros, bolsas de valores, reguladores y países. Esto ayuda a los mercados emergentes a elevar sus estándares ESG y nivelar el campo de juego. 

Estas Normas de Desempeño se han convertido en un referente mundial para la gestión de riesgos ambientales y sociales en el sector privado, ya que las mismas incorporan modificaciones sobre temas desafiantes que son cada vez más importantes para las empresas sostenibles, incluida la gestión de la cadena de suministro, la eficiencia de los recursos y el cambio climático, y las empresas y los derechos humanos.

Ya sea una empresa privada, de cualquier sector o industria, hasta los gobiernos locales (municipalidades) como gobiernos centrales, son responsables cada uno desde su ámbito, de encontrar soluciones innovadoras que abran oportunidades para inversiones públicas y privadas sostenibles desde el punto de vista económico, social y ambiental, que, a su vez, contribuyan al empleo y al crecimiento inclusivo. Cerca del 90 por ciento de los clientes financiados por las instituciones multilaterales, que deben cumplir con los estándares sociales y medioambientales, creen que gestionar adecuadamente los riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo es clave para alcanzar sus objetivos comerciales a largo plazo, mejorar sus relaciones con las partes interesadas y con las comunidades locales. 

 

Es indispensable que los gobiernos y las empresas cuenten con un plan estratégico de crecimiento que incluya un Marco de Sostenibilidad en su gestión de riesgos, el cual se construya de forma integral, y que cuente con el seguimiento adecuado para su implementación, evaluación y medición continua. Solo de esta forma se podrán realizar los ajustes que contribuyan a cumplir con los objetivos planteados y que contribuyan al crecimiento y a la sostenibilidad.

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