T-MEC, el nuevo impulso a las exportaciones

Ciudad de México, 24 de agosto de 2020.

Luego de tres meses de caídas constantes en los niveles de exportación de mercancías, en comparación con el mismo periodo de 2019 (marzo, -1.7%; abril, -40.9%; y mayo, -56.7%, según cifras del Banco de México), en junio pasado, nuestro país observó un repunte que rompió récord.

De acuerdo con Banxico, las ventas al extranjero aumentaron a 33 mil 76 millones de dólares y registraron un nuevo máximo histórico en el superávit comercial: 5 mil 547 millones de dólares. ¿A qué se debe este comportamiento sin precedentes?

Uno de los factores que impulsaron las actividades de comercio exterior de México fue, principalmente, la reactivación económica de los EE.UU. y los paquetes de incentivos fiscales implementados en dicho país. Al reanudarse las operaciones en diversas industrias de aquel país, la demanda de productos producidos o transformados en México aumentó, como fue el caso del sector automotriz.

Sin embargo, otro hecho que sin duda tiene el potencial para favorecer, más adelante, las ventas de productos nacionales al extranjero es la entrada en vigor del Tratado entre México, los Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y el marco de certidumbre que este acuerdo comercial representa.

Las nuevas reglas para el comercio exterior de Norteamérica otorgan certeza jurídica a las empresas y a los gobiernos de la región, así como grandes facilidades fiscales en los flujos de mercancías.

Estas ventajas, en conjunto, convierten al T-MEC en un instrumento capaz de revolucionar el comercio exterior en América del Norte y, en el caso de México, podrá fortalecer, en los próximos meses, diversas industrias, entre las que destacan la manufacturera y maquiladora.

Sin embargo, a pesar de la certidumbre que ahora existe, para realmente aprovechar los beneficios que este acuerdo comercial otorga, será fundamental que las organizaciones mexicanas se preparen y cuenten con la mejor asesoría, a fin de cumplir con los requisitos del nuevo tratado.

Diversificar el comercio exterior, ¿la clave?

En materia de exportaciones, nuestro país aún tiene importantes desafíos por resolver, como su gran dependencia respecto a la economía de los Estados Unidos: tan solo en lo que llevamos de 2020, según información de Banxico, 81.09% de nuestras exportaciones ha sido destinado a este país, mientras que, por ejemplo, a Canadá, enviamos 2.68% del total.

¿Por qué nuestro comercio exterior se ha concentrado históricamente en los EE.UU.? Para comenzar, la economía de la Unión Americana es la más importante del mundo: de acuerdo con el Banco Mundial, su Producto Interno Bruto (PIB), en 2019, fue de 21.4 billones de dólares, es decir, casi 18 veces superior al de México. Además, su cercanía geográfica nos otorga mayores facilidades para el comercio.

Sin embargo, hay que tener presente que, a pesar de que los Estados Unidos está haciendo todo lo posible por mantener activa su economía y que el T-MEC representa un impulso a la relación comercial existente, en estos momentos, esa nación experimenta una segunda ola de contagios por COVID-19, lo que podría provocar un nuevo cierre de negocios y, por consiguiente, otra caída en la demanda de exportaciones mexicanas.

Ante un escenario como ese, ¿de qué manera podrían las organizaciones mantener un alto nivel en sus exportaciones? Una opción es que el sector empresarial mexicano apueste por la diversificación de clientes, como una alternativa para consolidar sus ventas al extranjero.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, México cuenta con 12 Tratados de Libre Comercio (TLCs) que lo conectan con 46 países; 32 Acuerdos para la Protección y Promoción Recíproca de las Inversiones (APPRIs) que instauran una relación comercial en 33 naciones; y 9 acuerdos de alcance limitado, los cuales, sumados a la infraestructura carretera y portuaria nacional, sitúan a las empresas del país en un sitio de privilegio para comerciar con otros destinos.

Por lo anterior, será conveniente que las compañías desarrollen modelos de negocio inteligentes y novedosos, a fin de aprovechar la buena posición comercial de nuestro país y colocar sus productos en destinos atractivos, como son, incluso, China o Corea del Sur, que se han caracterizado por competir con México en distintas industrias.

En conclusión, realizar un análisis del contexto y la situación particular, e identificar oportunidades durante el periodo de reactivación económica, serán acciones fundamentales para que las organizaciones puedan no solo aprovechar los beneficios comerciales que tiene nuestro país y seguir impulsando las exportaciones nacionales, sino también salir más fortalecidas en esta nueva etapa de comercio exterior en la que nos encontramos.