Capital privado

Perspectivas

Impulsar el capital privado

El paso extra que México debe dar

Con un fondo disponible de 20 mil millones de dólares, la importancia del capital privado en el desarrollo económico de México se explica por sí misma. Recientemente, la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap) anunció que, en los próximos años, buscarán invertir estos recursos en “proyectos disruptivos y con gran potencial de crecimiento”.

Este panorama es, sin duda, una oportunidad para el gobierno federal, pero también representa un gran reto, pues implica la realización de un análisis que permita determinar las áreas en las que se debe trabajar para consolidar e impulsar ese tipo de inversiones.

En entrevista con Mauricio Costemalle, Socio de Finanzas Corporativas en Deloitte México.

Una de ellas es la definición y el armado de proyectos. Y es que para incentivar la participación de privados, el gobierno debe contar con proyectos ejecutivos completos, que contengan los permisos y las liberaciones necesarias, lo que en muchos casos no llega a suceder.

La mayoría de las veces las autoridades no cuentan con los recursos para armar estos proyectos y, por ende, tardan demasiado tiempo en lanzarlos, lo que provoca un rezago en la realización de éstos y, de cierta manera, desincentiva la inversión privada.

No obstante, existen esquemas legales que ya están siendo utilizados y que podrían representar la solución para esta situación. Se trata de propuestas no solicitadas de proyectos que se envían al gobierno y que son armadas por el sector privado.

Si a la autoridad le interesa el proyecto, realiza una licitación en la que compiten varios actores del sector privado, incluso quien armó el proyecto quien, al tener un profundo conocimiento de éste, puede llegar a tener una mayor probabilidad de ganarlo.

El ganador de la licitación entrará a un contrato de largo plazo con el gobierno y deberá pagar por el armado del proyecto, sea o no el autor del mismo.

La relación gobierno-capital privado

La inclusión del capital privado en los proyectos del gobierno –principalmente en los de infraestructura– ha sido una práctica común a lo largo del tiempo, que depende, principalmente, del estado de las finanzas públicas.

Al inicio de la actual administración, se pensó que el gobierno financiaría toda su infraestructura con recursos públicos. No obstante, conforme la ecuación se fue complicando -producto del contexto económico actual-, se recurrió de nueva cuenta a este esquema.

En ese sentido, la falta de recursos y de una cartera de proyectos armados es lo que está obligando al gobierno a invitar, de nueva cuenta, a los privados a participar en proyectos de infraestructura.

La falta de recursos y de una cartera de proyectos armados es lo que está obligando al gobierno a invitar, de nueva cuenta, a los privados a participar en proyectos de infraestructura.

¿Invertir en etapa de semilla o de expansión?

El capital privado puede ingresar a un proyecto en diversas etapas de su desarrollo: de manera muy temprana, como semilla -cuando las ideas pasan del papel a la realidad-; cuando una compañía cierra y pasa sus fondos a una empresa mediana; o bien cuando una organización decide expandirse.

En México, es más común observar esta práctica en la última parte de esta cadena, es decir, cuando se busca expandir un negocio que funciona exitosamente. Sin embargo, como país, probablemente deberíamos invertir más dinero en la fase temprana de vida de las empresas, pues aunque existen los instrumentos para hacerlo, es todavía una práctica poco común.

Finalmente, debemos reconocer la evolución que durante los últimos años ha registrado la relación entre el gobierno federal y el capital privado, desarrollando las herramientas necesarias para impulsar la inversión en infraestructura en México –tanto técnicas como financieras–, un trabajo que genera crecimiento y que, sin duda alguna, debe tener continuidad.

Como país, probablemente deberíamos invertir más dinero en la fase temprana de vida de las empresas, pues aunque existen los instrumentos para hacerlo, es todavía una práctica poco común.

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