Comercio México-Estados Unidos: ¿cómo hacer de la coyuntura una ventaja permanente?

Perspectivas

Comercio México-Estados Unidos:

¿cómo hacer de la coyuntura una ventaja permanente?

En 2023, la compra de importaciones mexicanas en los Estados Unidos superó a la compra de importaciones chinas, por primera vez en 20 años. Esto se inscribe en un contexto regulatorio y comercial en el que surgen diversos cambios para las organizaciones y que deben ser entendidos cabalmente, con la finalidad de que nuestro país resulte beneficiado en el largo plazo. ¿Cuáles son las claves para entender este momento de oportunidad?

En entrevista con Jorge Mesta, Socio Líder de la Práctica Asiática en Deloitte Spanish Latin America.

Ciudad de México, a 26 de agosto de 2024.

En 2002, mientras las exportaciones de México hacia los Estados Unidos presentaban un crecimiento prácticamente nulo, hubo un país que pudo capitalizar las oportunidades que se le abrían en el principal mercado del mundo. Ese país era China, la potencia que en ese momento emergía y que, durante más de dos décadas, logró posicionarse como el principal origen de las exportaciones hacia la Unión Americana.

Sin embargo, para 2023, el apogeo del ‘gigante asiático’ ya no fue el mismo y apareció nuevamente el nombre de México en la primera posición de la lista de socios comerciales que exportan productos a los Estados Unidos[1].

Diversos temas geopolíticos, como la guerra comercial entre China y los Estados Unidos, o las disrupciones en las cadenas de suministros globales, han hecho que la relación comercial entre ambas potencias se vea afectada. Sin embargo, en este contexto, México ha resultado ampliamente favorecido, gracias, entre otras cosas, a su cercanía con la Unión Americana.

El fenómeno conocido como nearshoring, que se refiere a la relocalización de procesos productivos en lugares más cercanos a los mercados meta, ha posicionado a nuestro país como un punto estratégico para el establecimiento de empresas ―chinas o de otros países― que buscan llegar a territorio estadounidense y, al mismo tiempo, ha impulsado el crecimiento estable de las exportaciones hacia el vecino del norte.

La elevación de los aranceles impuestos por el gobierno estadounidense a los productos provenientes de China, bajo la sección 301 del Trade Act, que en algunos casos puede ser de hasta 25%[2], también ha sido un detonante para la relocalización de las cadenas de suministro en nuestro país.

Todo ello, aunado al costo relativamente bajo de la mano de obra nacional, representa, sin duda, para México, una coyuntura beneficiosa, que se ha visto reflejada en el crecimiento de su mercado exportador[3]. Pero, además, trae consigo ventajas considerables para las multinacionales que deciden instalarse en territorio nacional.  

Ahora bien, ¿es posible que se trate de un impulso momentáneo al comercio mexicano? Para saberlo, es importante leer el contexto actual de manera más detallada, entender la coyuntura y saber qué se necesita para aprovecharla.

 

El crecimiento en exportaciones: un suceso coyuntural

Al hablar de comercio internacional, es muy común utilizar expresiones como “México sobrepasó a China”, o “nuestro país tiene un superávit/déficit con otro”. Esto simplifica un proceso complejo, que consta de diversos actores e implica varios aspectos operativos, económicos y laborales, ya que, en el fondo, el comercio internacional se entiende mejor en términos de la operación de corporaciones multinacionales más que en términos de países.

Estas organizaciones buscan mejorar las condiciones de sus operaciones y responden al entorno internacional. La nacionalidad u origen de las empresas es algo independiente de los lugares (países) donde establecen sus operaciones. Es decir, en México, gran parte de las exportaciones que se miden a nivel país dependen de empresas multinacionales (la mayor parte de ellas, de capital estadounidense). Y, si bien hay muchas empresas de capital chino que están estableciendo operaciones en México, hay muchas multinacionales de otros países que están migrando de China hacia nuestro país.

En el caso de las plantas y fábricas de origen chino que están en suelo mexicano, hay un reto muy importante en la cadena de suministro, ya que las empresas chinas que se establecen en nuestro país dependen, en gran medida, de sus proveedores en China, pues no encuentran proveedores de la misma calidad o alcance en México[4] . Otros retos tienen que ver con gastos mayores, en cuanto a la mano de obra y a la relocalización. Estos retos, sin embargo, no opacan las ventajas de operar en México, gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), mismo que representa la apertura hacia el mercado estadounidense[5].

Debido a esto, a pesar de que los costos de operar en México ―sin considerar las tarifas de importación―, son superiores a los de China[6], las organizaciones descubren que los costos de producir en nuestro país son considerablemente más económicos (una diferencia de 19%, de acuerdo con datos de NovaLink[7]), y deciden relocalizarse.

Sin embargo, para apuntalar esta ventaja competitiva, México debe entender que esta situación es coyuntural: ¿qué pasaría si, un día, el gobierno estadounidense decide reducir significativamente las tarifas para productos chinos? ¿Cómo sería posible, para México, aprovechar esta oportunidad y convertir la coyuntura en algo perdurable? En este momento, podemos observar con claridad una actitud de cautela por parte de las empresas chinas en sus decisiones de inversión de México, pues están esperando ver la evolución de la política de comercio exterior estadounidense.

 

Del beneficio inmediato a la ventaja perdurable

Pensando en el largo plazo, para México, la principal traba en cuanto al aprovechamiento de esta situación es la falta de un ecosistema sólido donde las organizaciones puedan operar a todos los niveles. Hoy, la infraestructura vial, la disponibilidad y el consumo de recursos, y la generación de talento por medio de un sistema educativo de calidad siguen siendo retos importantes.

Es necesario tomar en cuenta, también, el rol de las multinacionales en la economía de un país, entender lo que vuelve a México un destino ideal para relocalizarse. Otras acciones, como incentivar el desarrollo profesional y la actualización continua del talento, integrar las ventajas competitivas de la tecnología emergente a los flujos de trabajo, y unificar las cadenas de suministro, permitiendo la creación de redes de proveedores afincados en nuestro país, pueden también resultar en el mejor aprovechamiento de la presente coyuntura.

Por lo tanto, la manera más efectiva de navegar el contexto actual es apostando por el desarrollo interno del país y fortaleciendo las relaciones con las organizaciones interesadas en operar en nuestro territorio. Esto se traduce en la necesidad de generar resiliencia, desarrollar sistemas educativos actualizados y completos, y establecer políticas públicas que sean beneficiosas tanto para las organizaciones como para el talento y el medio ambiente, al tiempo que se asegura el crecimiento de una infraestructura sólida.

Mientras más seguro, cómodo y sostenible sea operar en México, las multinacionales seguirán interesándose por participar en nuestra economía; es decir, se establecerán e incentivarán mayores inversiones, generando una ventaja continua que favorezca la evolución satisfactoria de nuestro país como líder exportador.

 

[1] Buró del Censo de los Estados Unidos, Top Trading Partners, febrero de 2024.

[2] Gobierno de los Estados Unidos, Ibídem.

[3] Entre 2022 y 2023, las exportaciones de México a los Estados Unidos crecieron 3.9%, mientras que las exportaciones a todo el mundo crecieron 16.7% (Banco Interamericano de Desarrollo, Trade Trends Estimates: Latin America and the Caribbean, 2024 edition, enero de 2024, pág. 8).

[4] Jassiel Valdelamar, “Empresas chinas llegan a México... pero no encuentran proveedores ni insumos. Entrevista con Jorge Mesta”, El Financiero, 14 de noviembre de 2023.

[5] Gobierno de México, Seminario T-MEC TIPAT, 19 de febrero de 2020.

[6] Deloitte, Primera encuesta de opinión sobre manufactura en México,  octubre de 2023.

[7] NovaLink, Is it cheaper to manufacture in Mexico than in China?, 2024. 

La
guerra comercial entre China y los Estados Unidos, o las disrupciones en las
cadenas de suministros globales,
han hecho
que la relación comercial entre ambas potencias se vea afectada.

A pesar
de que los costos de operar en México, son superiores a los de China,
los costos
de producir
en nuestro país
son más
económicos.

La
manera
más efectiva
de navegar el contexto actual es apostando
por el desarrollo interno
del país y
fortaleciendo las relaciones con las
empresas interesadas
en operar
en nuestro territorio.

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