Coronavirus 2019

Perspectivas

Coronavirus 2019:

¿Están preparadas las empresas para actuar?

Ser proactivos y planificar son las principales medidas que pueden ayudar a las organizaciones a responder de una mejor forma ante una situación de crisis o pandemia, como el brote del virus aparecido en China.

En entrevista con René Nájera, Socio de Riesgo Estratégico en Deloitte México.

Ciudad de México, 13 de febrero de 2020.

Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia mundial, el pasado 30 de enero, debido a la propagación del coronavirus (2019 n-CoV) procedente China, una pregunta importante ha surgido entre el sector empresarial: ¿estamos listos  para enfrentar una situación de este tipo?

El virus ya ha afectado las operaciones comerciales y la economía de China, pero, ¿de qué manera puede impactar a las organizaciones del país? y ¿qué podemos hacer, a nivel empresa, para responder a la emergencia?

Los efectos para las organizaciones pueden ser muchos, pero, quizás, el principal impacto se vería reflejado en la continuidad de las operaciones, es decir, en lo que se hace en el día a día. La explicación es, en cierto sentido, evidente: en caso de presentarse algún brote dentro del territorio nacional e, incluso, dentro de las empresas, los principales afectados serían sus colaboradores, por lo que las actividades se podrían ver, en algún momento, suspendidas.

Pero, ¿esta situación afectaría por igual a cualquier tipo de compañía? No necesariamente. Las compañías que cuentan con operaciones globales y que, debido a ello, tienen personal (directivos o empleados) que se está moviendo a diferentes partes del mundo, se encuentran en una situación un poco más vulnerable a una pandemia. Por eso es importante ser proactivos y planificar. 

¿De qué manera puede impactar a las organizaciones del país? y ¿qué podemos
hacer, a nivel empresa?

Momentos de acción

Ante una crisis –que podría desencadenarse si se declara una pandemia por el coronavirus–, existen tres momentos de acción (antes, durante y después) para que las compañías puedan salir bien libradas de ella:

Primero, la preparación, es decir, todo lo que hacen las compañías antes de que ocurra alguna situación de crisis, para que, en caso de presentarse este tipo de situaciones, puedan responder de mejor forma. Por ejemplo, se tienen que revisar o elaborar protocolos de acción, así como prever escenarios, manteniéndose al día con la información y consejos más recientes sobre el caso.

Segundo, la respuesta, que se refiere tanto a aquello que se hizo para estar preparados, como a la capacidad de reacción de los líderes y de la gente de la organización durante la etapa de crisis. En este momento, es indispensable contar con buenos canales de comunicación interna y externa, a fin de proporcionar toda la información necesaria a empleados, clientes y proveedores.

Y, en tercer lugar, viene la recuperación, que consiste en todos los procesos necesarios para que, después del momento de crisis, puedan reestablecer las operaciones de las organizaciones, o la normalidad, lo antes posible. Incluso, podrían abrirse ventanas de oportunidad para los distintos negocios.

En el caso particular de México, todavía nos encontramos en una etapa de intervención temprana, pues, hasta el momento, no se ha confirmado la llegada del coronavirus, y, por tanto, contamos con ese margen de tiempo y preparación para muchas acciones básicas que debería hacer una compañía.

Se cuenta, además, con los antecedentes del brote del virus de la influenza AH1N1, hace 11 años, cuando algunas compañías hicieron planes, protocolos para atender la emergencia. Hoy, solo se tendría que revisar si esos materiales están actualizados, pero sin duda representan una buena base de acción para la probable aparición del coronavirus en nuestro país.  

Prepararse para la pandemia, una inversión acertada

Dedicar tiempo, recursos y esfuerzo para generar un plan de preparación, acción y respuesta ante una situación de este tipo puede llegar a ser visto, por algunas organizaciones, como una pérdida o una acción que quizá no valga la pena.

Sin embargo, no puede existir una idea más equivocada. Invertir todos estos elementos en la creación de un proyecto que permita a las empresas estar listas ante un evento de crisis, como una pandemia, es una de las mejores decisiones que las compañías pueden tomar.

¿Por qué razón? Bajo nuestra óptica, principalmente por dos cuestiones. La primera es que contar con este plan de apoyo ayuda a las organizaciones a proteger su valor. ¿En qué sentido? En que, en la medida en la que estén mejor preparadas, menor será la afectación que podrían tener cuando ocurra un evento de crisis (los empleados conocerán las acciones que deben realizar, habrá protocolos establecidos y todo esto permitirá menor impacto al desarrollo de la compañía).

La segunda razón es que de las crisis siempre surgen oportunidades. En ese sentido, al tener una mejor preparación, las empresas podrán reestablecer sus operaciones de una manera más rápida que sus competidores, lo que les generará una ventaja significativa, además del posible descubrimiento de nuevos nichos de mercado.

En conclusión, y ante las dudas que pudieran existir, es fundamental que las empresas, sobre todo las que operan a nivel global, como Deloitte, tengan claro que invertir en este tipo de proyectos es, hoy, además de una idea acertada, una necesidad y un tema al que sin duda tendrán que prestar atención pues podría llegar a marcar su agenda.

Al tener una mejor preparación ante una situación de crisis, las empresas podrían reestablecer sus operaciones de una manera más rápida que sus competidores.

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