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¿Cómo impulsar la creatividad de una forma divertida?
La comedia de improvisación se ha convertido en uno de los mejores aliados que tienen los emprendedores para motivar a sus colaboradores para crear nuevos productos, ventas o servicios.
Ciudad de México, 20 de junio de 2019
La creatividad es uno de los activos más importantes con los que cuentan las empresas de reciente creación, mejor conocidas como startups. Tener la capacidad de crear nuevos productos o servicios puede determinar, en gran medida, el éxito o el fracaso de este tipo de organizaciones.
Por esta razón, impulsar el pensamiento creativo y lograr que éste se mantenga como una constante dentro de la compañía es uno de los principales desafíos a los que, actualmente, se enfrentan los líderes emprendedores.
Una de las formas más divertidas y eficientes para hacer frente a este reto es la comedia de improvisación, que consiste en crear espectáculos cómicos en el momento. De acuerdo con un artículo publicado en The Wall Street Journal (“What startups can learn from improve comedy?”), muchos fundadores de empresas están recurriendo a esta técnica para mejorar la operación de su negocio.
¿La razón? La creencia que permea entre ellos de que los fundamentos de la comedia improvisada, como los diálogos espontáneos sobre situaciones novedosas y las interacciones con otros cómicos, pueden ayudar a encender una chispa de creatividad, colaboración y confianza entre su equipo de trabajo.
Se trata de un camino que ya ha sido seguido por diversos emprendedores, sobre todo en los Estados Unidos, quienes, según explica el artículo del diario estadounidense, concentran lo aprendido a través de la comedia de improvisación en cuatro lecciones:
- Escuchar y tener confianza.
La improvisación realmente tiene que ver con poner atención, conectar con otros y desarrollar conceptos a partir de las ideas de los demás, señala Jim Friedman, profesor de creatividad y emprendedurismo en la Universidad de Miami. El propósito de esta técnica es aceptar la contribución alguien más y enriquecerla, en lugar de rechazarla.
Un ejemplo práctico es lo realizado por la empresa Study.com, que utilizó técnicas de improvisación para lograr impulsar la creatividad de su equipo en juntas de trabajo. Adrian Ridner, su director general y cofundador, explica que, en una sesión, comenzaron a analizar imágenes de objetos cotidianos, como un carrito de supermercado, una planta en maceta, un dispensador de agua y una silla de oficina.
Cada persona dibujó o describió una nueva característica o función que podría ser agregada al objeto y, luego, le pasó el dibujo al siguiente miembro del grupo, que desarrolló algo basado en esas ideas o presentó algo nuevo. Al final del día, el equipo terminó con ideas inusuales, de las cuales algunas resultaron en cambios reales a su línea de productos. - Liberarse de los límites.
Otra forma de ejecutar la comedia de improvisación es definir lo que las personas pueden decir, lo que sería similar a imponer las reglas en un juego. Esta táctica puede llevar a reacciones creativas e inesperadas, aseguran los especialistas.
Por ejemplo, Daniel Kim, socio en Daylight Design, una firma de diseño e innovación social, tiene una forma diferente, pero muy específica, en la que sus empleados deben comunicarse: contar chistes en la oficina.
Pudiera parecer algo simple, pero Kim asegura que mientras el equipo de Daylight realizaba una lluvia de ideas para crear diseños para una lámpara exterior, un chiste sobre Los Simpson inspiró uno de los conceptos: una linterna de mano modular que se expande como el peinado de Marge Simpson. - Talentos ocultos.
Impulsar la participación de todos los integrantes del equipo en una sesión de improvisación ayuda a que los trabajadores salgan de su zona de confort e intenten algo que normalmente no harían. Steve Cody, CEO de la compañía de comunicaciones Peppercomm, explica que esto puede significar poner a empleados que suelen pasar desapercibidos bajo los reflectores.
Como ejemplo, recuerda el caso de un colaborador que no era tomado en cuenta para presentaciones a nuevos clientes por su personalidad reservada. Sin embargo, en una sesión de comedia de improvisación, sorprendió por lo chistoso, cautivador y extrovertido que fue, en particular cuando empezó a rapear.
La compañía lo integró a una presentación de ventas y, cuando terminó de rapear, los clientes potenciales inmediatamente estallaron en aplausos. El resultado: un cliente nuevo firmó contrato con ellos. - Objetos imaginarios.
Los emprendedores señalan que otra de las lecciones que les ha dejado la comedia de improvisación es trabajar con objetos: crear un objeto imaginario con sus manos para ilustrar un punto.
Andrew Glantz utiliza esta técnica para promover su negocio, GiftAMeal. La compañía dona comida a un banco de alimentos local cuando los usuarios de la app de GiftAMeal toman fotos de sus comidas en ciertos restaurantes. Los dueños de estos lugares pagan una suscripción para ser incluidos en la app.
Glantz explica que, cuando presenta un argumento de venta, utiliza objetos imaginarios para imitar a un comensal que toma su teléfono de la mesa, hace clic en la pantalla para tomar una foto de su comida, la muestra a amigos y lo vuelve a poner sobre la mesa.
La ventaja, según afirma, es que usar un teléfono real para hacer una demostración de la app tiende a distraer demasiado a la gente, que pone mayor atención al equipo que a lo que está diciendo. Al utilizar un teléfono imaginario, precisa, tiene su total atención, lo que le ayuda a concretar ventas.
La comedia de improvisación tiene, sin lugar a dudas, el potencial para convertirse en una herramienta fundamental para impulsar, de una manera diferente y divertida, la creatividad entre los emprendedores.
En México, un país en el que, según datos de la Secretaría de Economía, se crean alrededor de 35 mil pequeñas y medianas empresas de forma mensual, constituye una alternativa que puede elevar, de manera significativa, el nivel de competitividad de las startups y ayudarlas a mantenerse vigentes en el mercado; indudablemente, se trata de una técnica inusual por la que vale la pena apostar.
Impulsar el pensamiento creativo y lograr que éste se mantenga como una constante dentro de la compañía es uno de los principales desafíos a los que, actualmente, se enfrentan los emprendedores.
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