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Perspectivas
Crisis bancaria en los Estados Unidos
La importancia de contar con una buena regulación
Las quiebras de bancos en los Estados Unidos, ocurridas durante marzo, han hecho que cobre fuerza la propuesta de revisar las regulaciones que actualmente rigen a las instituciones bancarias de ese país, a fin de evitar situaciones complejas en el futuro.
En entrevista con Carlos Orta, Socio Líder de Riesgo Regulatorio y Financiero en Deloitte Spanish Latin America.
Ciudad de México, 31 de marzo de 2023.
Subir las tasas de interés para contener la inflación o cuidar aún más la estabilidad del sistema bancario estadounidense en un momento complicado. Esa era, hasta el pasado miércoles 22 de marzo, la paradoja a la que se enfrentaba la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés), luego de la quiebra bancaria ocurrida en ese país en la primera quincena del mes.
Finalmente, la decisión que tomó la FED fue elevar la tasa de interés en 0.25 puntos base, para llegar a 5 puntos, con lo que se optó por continuar con la tendencia alcista que viene sucediendo desde hace un año para poner un freno a la inflación, a pesar de lo que esa alza podría implicar para aquellos bancos que no cuenten con una cobertura de liquidez adecuada, como ocurrió hace poco con algunas instituciones bancarias de ese país.
Recordemos que, entre el 10 y el 12 de marzo, tres bancos de los Estados Unidos (Silicon Valley Bank, Silvergate Bank y Signature Bank) optaron por una liquidación voluntaria y el cierre de sus operaciones. En el caso del Silicon Valley Bank, su descalabro se debió a varios factores, entre los cuales destacan que no estaba sujeto a una regulación de liquidez (Coeficiente de Cobertura de Liquidez o LCR, por sus siglas en inglés)1 que pudiera haber ayudado a prevenir el riesgo de no tener activos líquidos de alta calidad para enfrentar una salida grande de recursos ―que fue lo que ocurrió en marzo― y un contexto de alzas constantes en las tasas de interés.
Es decir, al no existir una regulación prudencial lo suficientemente robusta, pues el LCR solo es aplicable a los bancos estadounidenses con activos mayores a 250 mil millones de dólares, el Silicon Valley Bank no estaba obligado a tener disponibles activos líquidos2 de alta calidad, para hacer frente a posibles salidas netas de efectivo en un periodo de 30 días, que es en lo que consiste el LCR.
Si eso, además, lo inscribimos en un contexto de alza de tasas de interés, los pocos activos líquidos que el banco tenía disponibles para vender y hacer frente a las salidas de efectivo resultaron insuficientes. Dicho en otras palabras, las salidas de efectivo fueron de tal magnitud y en un momento tan poco propicio para ese banco, que, eventualmente, no pudo soportar esa situación.
Algo similar pasó con otras dos instituciones que se sumaron a la turbulencia bancaria en ese país, y que, igual que el Silicon Valley Bank, tenían entre sus principales clientes a empresas de servicios de tecnología financiera (fintechs) o usuarios de criptomonedas: Silvergate Bank y Signature Bank.
Ante esta situación, las autoridades de los Estados Unidos, incluso en coordinación con las de Canadá y las del Reino Unido (mismas que facilitaron la toma de control o la compra de las filiales del Silicon Valley Bank en esos países3) actuaron de manera oportuna para dar confianza al mercado y frenar, aunque sea de manera temporal, ese ‘contagio’ de salidas de efectivo.
[1] El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, organismo encargado de la regulación prudencial de los bancos a nivel global, estableció dos indicadores de liquidez bancaria. Uno de ellos es el LCR (Liquidity Coverage Ratio o Coeficiente de Cobertura de Liquidez), el cual busca promover la resistencia, a corto plazo, del perfil de riesgo de liquidez. El otro es el NSFR (Net Standing Funding Ratio o Coeficiente de Financiación Estable Neta), que busca reducir el riesgo de financiación, en un horizonte de tiempo más amplio. Definiciones tomadas de “LCR y NSFR, el escudo de liquidez de los bancos”, BBVA, marzo de 2023.
[2] Los activos líquidos son bienes o recursos que pueden convertirse de forma rápida y segura en efectivo.
[3] Mientras que la Oficina del Superintendente de Instituciones Financieras de Canadá anunció que había tomado el control permanente de los activos de la sucursal canadiense de Silicon Valley Bank (“OSFI has control of Silicon Valley Bank’s assets in Canada”, Financial Post, 14 de marzo de 2023), (“Colapso de SVB: HSBC compra filial en Reino Unido por temor a ‘contagio financiero’, El Financiero, 13 de marzo de 2023).
El SVB no estaba obligado a tener disponibles activos líquidos1 de alta calidad, para enfrentar salidas netas de efectivo.
¿De vuelta a la regulación anterior?
Tras las recientes quiebras de los bancos en los Estados Unidos, ha cobrado relevancia la idea de volver a revisar los cambios a la legislación bancaria que se aprobaron durante la administración del presidente Donald Trump.
Con la Ley de Crecimiento Económico, Alivio Regulatorio y Protección al Consumidor (S. 2155) de ese país, aprobada en mayo de 2018 y considerada la reforma regulatoria más importante sobre instituciones financieras, en casi una década, el requisito para liberarlas del cumplimiento de estándares prudenciales mejorados (como el LCR) fue que sus valores de activos ascendieran a 100 mil millones de dólares y ya no solo a 50 mil millones, como señalaba la legislación anterior1.
Es decir, con esa nueva ley, aquellas instituciones bancarias que tuvieran un valor de activos de entre 50 mil millones y 100 mil millones de dólares quedaban exentas inmediatamente de los estándares prudenciales, mientras que aquellas con activos por un valor de entre 100 mil millones y 250 mil millones de dólares quedarían exentas de cumplir con el LCR, 18 meses después de la fecha de promulgación de la ley.
Si volvemos al caso del Silicon Valley Bank, esta institución bancaria, a pesar de haber contado con 46 mil 413 millones de dólares en activos totales2, al momento de la promulgación de la mencionada ley ―lo que la obligaba a cumplir con el requisito del LCR―, posteriormente quedó eximida de ello, pues para finales de 2022, dicho banco reportó activos totales que ascendían a 211 mil 800 millones de dólares3.
Pero la citada ley no solo amplió el límite de aplicación del LCR, sino que dejó de lado otros requisitos que anteriormente se les solicitaba a los bancos, como el fondeo estable y ciertos requerimientos de capital adicionales. Por ese motivo, en estos momentos, vuelve a surgir la pregunta de si resulta necesario volver a las regulaciones anteriores en ese país.
Aunque todavía nos encontramos ante un evento en desarrollo, que aún no podemos dar por terminado y del cual tampoco podemos alcanzar a advertir todas sus implicaciones, sin duda, será muy importante hacer un análisis detallado de las regulaciones que están vigentes en ese país y de sus alcances.
Asimismo, será necesario discutir la viabilidad de temas como el seguro para cubrir al 100% los depósitos de los ahorradores, a fin de evitar que éstos o los inversionistas prioricen el rendimiento que les ofrezca algún banco, antes que la calidad y seguridad de su servicio.
Contar con una regulación amplia y robusta, quizá no sea el único factor que determine la estabilidad de los sistemas bancarios, pero sí se trata de un aspecto fundamental que ayudará a amortiguar cualquier posible impacto en el futuro, en un contexto complejo como el actual.
[1] The Economic Growth, Regulatory Relief and Consumer Protection Act (S. 2155), sitio web del Senado de EE. UU., promulgada el 5 de mayo de 2018.
[2] Reporte del Grupo Financiero SVB a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de los Estados Unidos, primer trimestre de 2017 (31 de marzo de 2017).
[3] Reporte anual del Grupo Financiero SVB a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de los Estados Unidos (31 de diciembre de 2017).
Será muy importante hacer un análisis de las regulaciones que están vigentes en los Estados Unidos y de sus alcances.
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