Empresas familiares: el reto de sobrevivir al relevo generacional

Perspectivas

Empresas familiares: el reto de sobrevivir al relevo generacional

En México, las empresas familiares son fundamentales para la creación de empleos y para la estabilidad económica. Sin embargo, existen diversas dificultades a las que se enfrentan, al momento de quedar bajo la dirección de nuevas generaciones. ¿Cuáles son esos desafíos y cómo superarlos?

En entrevista con Daniel Aguiñaga, Socio Líder de Gobierno Corporativo en Deloitte Spanish Latin America.

Ciudad de México, 16 de agosto de 2023.

Imaginemos una empresa fundada por los padres de una familia. Después de muchos años, ellos la heredan a sus hijos y, a partir de ese momento, estos últimos se convierten en los encargados de darle continuidad al negocio. Eso es lo que, grosso modo, conocemos como empresa familiar, es decir, una organización que pertenece, por completo o en gran parte, a un grupo familiar.

Estas organizaciones son fundamentales para el desarrollo de la economía y para la generación de empleos en México. Son, también, las más numerosas, pues representan entre 85% y 95% de las unidades de negocio en el país[1].

Sin embargo, a medida que pasan los años, este tipo de empresas deben adaptar sus requerimientos operativos y sus formas de trabajar a nuevas condiciones, porque, a medida que siguen pasando de generación en generación, más miembros de la familia se integran a ellas, ampliando el grupo de control, introduciendo nuevos intereses y generando futuros potenciales, distintos, en muchas ocasiones, a los que originalmente se tenían[2].

Esto, sin duda, representa un desafío para la continuidad de los negocios, como señala el Reporte 2022: Nivel de progreso entre las empresas familiares para lograr su continuidad y armonía, elaborado por la IPADE Business School de la Universidad Panamericana. De acuerdo con dicho estudio, 49% de las empresas familiares está en riesgo de desaparecer, debido a la falta de controles lo suficientemente firmes para asegurar su permanencia a mediano plazo[3].

¿Cuáles deberían ser entonces las medidas necesarias para que, al integrar a nuevas generaciones al sistema accionario y operativo de la empresa, o bien, darles el relevo en las altas direcciones de las organizaciones, dichos cambios funcionen de la mejor manera posible?

49%
de las empresas familiares está en riesgo de desaparecer
, debido a la falta de controles firmes para asegurar su permanencia
a mediano plazo.

“Atender la tienda”: gestión y mantenimiento de la empresa familiar

Actualmente, muchas de las empresas con legado histórico en México (fundadas entre los años 40’s y 50’s) están pasando por un proceso natural de sucesiones y sustituciones, debido a la llegada de una tercera generación, lo que implica, como hemos comentado, un cambio en el control familiar[1].

Al llegar a esta tercera generación, las empresas corren mayor riesgo de no poder mantener su estabilidad. A diferencia de lo que ocurre con las dos primeras generaciones, las cuales podrían tener un vínculo cultural más estrecho y una dirección compartida, con la tercera generación los vínculos ya no son tan cercanos y, al expandirse la diversidad de los miembros de la familia, las dificultades dentro del ecosistema del negocio se vuelven más complejas.

Este es un problema que enfrentan las empresas familiares a nivel global, como apuntan estudios en diversas latitudes[2]. Dicho en otras palabras, podría ser fácil que una empresa llegue a su tercera generación, pero lo complicado es que sobreviva.

El riesgo principal que una empresa familiar enfrenta, en ese relevo generacional, es la definición clara de roles. Una vez que el negocio prospera y se expande, sus necesidades cambian: la primera generación pudo haberse encargado de diversos papeles administrativos, operativos y financieros dentro de la misma familia, pero, a medida que la empresa crece, se vuelve necesario replantear la magnitud de las labores que deben ejecutarse.

“Quien tenga tienda que la atienda”, dice el refrán mexicano. Sin embargo, en el mundo actual existen muchas maneras de “atender” un negocio, ya sea desde la injerencia directa sobre el mismo, o bien, guiando su camino hacia ciertos valores y objetivos determinados por la historia compartida de la familia. Una empresa familiar lo sigue siendo incluso cuando no hay un control operativo directo, pero sí lazos de sangre entre el grupo accionario.

El uso correcto de herramientas del gobierno corporativo hace posible integrar a la familia en diversos roles, al mismo tiempo que se optimizan los procesos y las necesidades de la empresa. Por medio de sistemas de gestión, organización y arbitraje, se puede distinguir cuáles son los espacios más importantes por cubrir: desde aquellos en los que se participe directamente en operaciones de la compañía, hasta los de accionistas o roles consultivos[3].

Para navegar de forma próspera por este tipo de situaciones, es importante entender la diferencia entre las maneras en que los miembros de la familia pueden involucrarse en la empresa, y considerar que, a fin de cuentas, tanto quienes operan el negocio como quienes guían su visión tienen una meta compartida[4].

Mirar hacia el futuro, sin dejar atrás los valores

Mantener la estabilidad dentro de la organización, para que todos sus procesos continúen de forma proactiva y eficiente es muy importante, si lo que se busca es adaptarse a un mundo más competitivo. Tratándose de una empresa familiar, lo que resulta necesario es institucionalizarla, en lugar de “desfamiliarizar” a la misma, es decir, convertirla en una entidad independiente que, si bien tiene que ver con la familia, consiste en decisiones y necesidades ajenas a la misma.

Durante el proceso de institucionalización, generar roles operativos claros y firmes dentro del negocio, y buscar a las personas óptimas para ejecutarlos, ya sea dentro o fuera del núcleo familiar, nos ayudará a marcar límites entre los momentos de convivencia familiar y los momentos en los que se debe desempeñar el rol empresarial.

Paralelamente, es necesario apoyarse en herramientas del gobierno corporativo, tales como reglas de operación, tablas de facultades y protocolos familiares[8]. El uso de estos instrumentos permite a los(as) involucrados(as) enfocarse en los tiempos y espacios correspondientes a la empresa, y también les otorga mayor claridad sobre sus obligaciones en torno al negocio.

Este tipo de procesos evitan que las personas de la familia tomen decisiones en privado, y hacen que la comunicación circule de forma efectiva. Aunque resulte complicado acostumbrarse a tomar decisiones junto a un grupo operativo formado por personas ajenas ―en parte o del todo― al núcleo familiar, optimizar las operaciones le brinda tranquilidad a la familia, y ayuda a mantener el negocio sólido y sostenible hacia el futuro.

En conclusión, el correcto funcionamiento y estabilidad de las empresas familiares son fundamentales para que éstas prosperen, y esto último es, a su vez, un eje importante del mundo empresarial en México. Por esa razón, mientras más sólidas y mejor establecidas estén las organizaciones, su beneficio ya no solo se reducirá a la esfera de lo familiar, sino que generará, también, un impulso de grandes proporciones para la economía del país.

 

[1] IPADE Business School, Reporte 2022: Nivel de progreso de las empresas familiares para lograr su continuidad y armonía, 13 de junio de 2023.

[2] Bolio Arciniega, Alfonso, Empresas familiares, el paso de las generaciones, en IPADE Business School, 27 de febrero de 2020.  

[3] IPADE, idem, p. 13. 

[4] Esto se puede notar en la caída que la investigación de IPADE presenta entre empresas menores y mayores de 50 años: 64.2% de las empresas consideradas en el estudio forman parte de las primeras, mientras que 15.5% forman parte de las segundas (IPADE, idem, pág. 12).

[5] Brightstar Capital Partners, The North America Family Business Report 2023, 2 de mayo de 2023, p. 11│ European Family BusinessesBusiness Transfers in Europe: What’s Next?, 28 de febrero de 2023.

[6] Deloitte, Ventajas del gobierno corporativo en empresas familiares, agosto de 2021.

[7] IPADE, idem, p. 36.

[8] Deloitte, idem

El riesgo
principal
que una empresa familiar enfrenta, en ese relevo generacional,
es la definición clara de roles. 

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