Freno en créditos para Pymes

Perspectivas

Tres factores que frenan, por ahora, los créditos para Pymes

Las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) son uno de los principales motores de la economía nacional, al constituir la fuente de empleo más importante del país –las micro, pequeñas y medianas empresas, en conjunto, concentran 75.4% de los empleos totales en México*.

Por lo anterior, es importante impulsar su crecimiento, y la mejor forma de hacerlo, en la mayoría de los casos, es por medio de los créditos, un recurso que les brinda la solvencia necesaria para cubrir gastos y ampliar operaciones.

En entrevista con Alberto Miranda, Socio de Impuestos en Deloitte México.

Ciudad de México, 26 de febrero de 2019.

Recientemente, el Banco de México (Banxico) reveló, a través de su Encuesta sobre Condiciones Generales y/o Estándares en el Mercado de Crédito Bancario, que bajará la demanda de créditos por parte de las Pymes durante el primer trimestre de 2019.

¿Cuáles son las razones por las que dicha institución hace este pronóstico? Desde nuestra perspectiva, son tres los factores que han dificultado, a partir del segundo semestre de 2018, la solicitud y otorgamiento de créditos para las Pymes:

  1. La transición política. Ante la falta de expectativas y de claridad sobre el gobierno entrante y sus planes de gasto público, bajó la necesidad o la oferta de crédito de la banca tradicional.
  2. La reducción del gasto público por parte del nuevo gobierno. Esto es algo normal en cada cambio de administración. Al final, dicha restricción aletarga la inversión y afecta a las empresas que son proveedoras o prestadoras de servicios dentro del sector gubernamental.
  3. El encarecimiento del dinero. La inestabilidad provocada por el estado de incertidumbre que se tiene sobre ciertos sectores ha elevado las tasas de interés de los créditos, lo que ha desincentivado a las pymes a recurrir a esta opción de financiamiento.

Además de estas complicaciones, persisten otras a las que este tipo de empresas deben enfrentarse, como los procesos para solicitar un crédito, los cuales, generalmente, tienden a ser engorrosos y con muchas garantías de por medio (como tener inmuebles y plan de ventas de empresa única, por mencionar algunas).

La transición del nuevo gobierno, la reducción del gasto público y el alza a las tasas de interés han provocado una disminución en las solicitudes de capital por parte de las pequeñas y medianas empresas.

La importancia del crédito para crecer

La clasificación de las Pymes depende del número de empleados, o bien, del rango de ventas anuales. La Secretaría de Economía considera pequeña empresa a toda aquella que tiene desde 11 y hasta 50 empleados y un tope de ventas anuales de cuatro millones de pesos. Una mediana empresa concentra entre 31 y 250 empleados, y ventas de hasta 250 millones de pesos.

Tradicionalmente, una Pyme comienza con el capital del propio empresario, es decir, con ahorros. Sin embargo, para poder crecer, muchas veces es necesario solicitar un préstamo o un crédito que le permita ampliar sus operaciones, mejorar un local o abrir una sucursal.

En México, un país en el que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la esperanza de vida promedio de una empresa recién creada es de 7.8 años, el crédito es, sin duda, una herramienta fundamental para que todas las Pymes puedan mejorar sus procesos y también crecer.

Pero, ¿qué puede hacerse para impulsar la utilización de este tipo de financiamiento y emplearlo de una manera provechosa? Por parte de las instituciones crediticias, lo ideal sería reducir las tasas de interés y los requisitos para los solicitantes.

En lo que respecta a las Pymes, lo recomendable es planear el uso que les darán a los recursos, con la finalidad de evitar gastos innecesarios que impliquen utilizar este dinero en imprevistos. Asimismo, se deben evitar fuertes desembolsos, cuando apenas comienzan a funcionar.

Es importante explorar, por ejemplo, la posibilidad de rentar, en lugar de comprar ciertos bienes, como maquinaria o equipo de cómputo que, al adquirirlos, rápidamente pierden valor y requieren invertir mucho capital.

El crédito que más conviene

Los aspectos más relevantes a considerar, al momento de solicitar un crédito, son el costo del dinero, es decir, la tasa de interés, y las garantías que el empresario tiene que presentar para acceder al recurso.

Por lo general, los subsidios y los préstamos del gobierno son baratos, porque provienen de programas gubernamentales para hacer crecer este tipo de empresas. En contraste, los créditos de la banca de segundo piso, los bancos grandes, tienden a ser muy caros y solicitar muchas garantías.

Ante este panorama, las empresas deben buscar un crédito u operación de financiamiento –un préstamo anual, quizá– cuyo pago sea de bajo costo, o, cuando menos, que permita reducir el número de días para pagar el recurso. De esta manera, sus ganancias se verán menos afectadas por la deuda contraída.

Las empresas deben buscar un crédito u operación de financiamiento que permita reducir el número de días para pagar el recurso.

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