El impacto empresarial de los gastos en salud

Ciudad de México, 10 de agosto de 2017.

En lo que respecta a nuestro país, según el Estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre los Sistemas de Salud en México, el porcentaje del PIB que se destina a la salud es de 6.2%, una cifra menor a la promedio del organismo, de 8.9 por ciento.

El diagnóstico revela que el gasto de bolsillo en salud en México constituye 45% de los ingresos del sistema de salud y 4% del gasto de los hogares, los porcentajes más altos entre los países miembros de la organización.

Las razones por las cuales se mantienen los niveles altos y sostenidos del gasto de bolsillo no son claras para el organismo. Sin embargo, lo justifica principalmente por la “insatisfacción de los individuos con la calidad o la accesibilidad a los servicios que proporcionan las instituciones a las cuales se encuentran afiliados; lo que les lleva a buscar atención médica con prestadores privados”.

En ese sentido, destaca el papel que el sector privado tiene en el sistema de salud nacional. Según la OCDE, México muestra la mayor proporción de hospitales privados y públicos en los países de la organización para los cuales hay información disponible, ya que cuenta con 11.4 hospitales de propiedad pública y 28.6 privados con fines de lucro por cada millón de habitantes.

El costo de los servicios que ofrecen estos hospitales privados, en muchas ocasiones, es absorbido por empresas que otorgan a sus trabajadores –y algunas veces a sus familias- un paquete de beneficios de gastos médicos mayores.

Las grandes empresas en México invierten entre 5 y 10% del total de su nómina para cubrir este tipo de pólizas, como recientemente reveló la Encuesta de Salud 2017 de AON.

Este porcentaje ha aumentado debido al encarecimiento que han tenido en el país los tratamientos clínicos, lo que en consecuencia ha provocado que se incrementen los costos de los seguros de gastos médicos.

En ese sentido, las compañías han comenzado a emprender diversas acciones. Por un lado, algunas han decidido limitar los beneficios de la cobertura de la póliza de sus trabajadores, mientras que por el otro, algunas optaron por emprender programas y campañas de salud para promover el autocuidado y la prevención entre sus colaboradores.

Los programas implementados con mayor demanda son nutrición, con 89%; actividades físicas, con 85%; y los relacionados con enfermedades laborales, con 63%, según la misma encuesta.

En este contexto, es importante estar conscientes de que el incremento en los costos del cuidado de la salud no es un fenómeno exclusivo de México. Se trata de un condición que se vive a nivel mundial y que debe empujarnos a trabajar en iniciativas y programas para prevenir enfermedades en las que empresas y gobierno, ciudadanos colaboren de la mano.