Guerra comercial EUA y China

Perspectivas

Guerra comercial EE.UU. vs. China

La oportunidad que México no debe dejar pasar

Los aranceles impuestos por el gobierno estadounidense a las mercancías chinas han servido a nuestro país para incrementar sus exportaciones hacia el vecino del norte. Sin embargo, si queremos aprovechar aún más esta oportunidad, debemos dar un valor agregado a nuestros productos.

En entrevista con Cecilia Montaño, Socia Líder de Comercio Exterior y Aduanas en Deloitte México.

Ciudad de México, 25 de noviembre de 2019.

Han pasado ya 16 meses desde que, el 6 de julio de 2018, los Estados Unidos impusieron la primera serie de aranceles a China, comenzando así la guerra comercial que hasta la fecha sostiene con el país asiático.

En todo este tiempo, el sector de las exportaciones chinas hacia la Unión Americana se ha visto afectado; sin embargo, esa situación también ha traído consecuencias favorables para otros países que han aprovechado ‘el hueco’ dejado por la superpotencia, incluido México.

De acuerdo con la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), las pérdidas que el conflicto arancelario ha ocasionado a China son de alrededor de 35 mil millones de dólares en exportaciones hacia los Estados Unidos.

En cambio, las exportaciones que recibe el país norteamericano de naciones como Taiwán y México, además de la Unión Europea, registran importantes crecimientos.

En el caso específico de los productos que son enviados de México hacia los Estados Unidos, el incremento fue de 3 mil 500 millones de dólares, durante el primer semestre de 2019, mientras que el de Taiwán alcanzó los 4 mil 200 millones de dólares y el de la Unión Europea 2 mil 700 millones de dólares.

El informe “Comercio y efectos de la desviación del comercio de los aranceles de los Estados Unidos” detalla que, en nuestro país, los sectores más beneficiados con el alza de las exportaciones fueron, principalmente, la agricultura y los equipamientos de transporte y eléctricos.

Pero, para ser más precisos, ¿qué es lo que permite a México beneficiarse de la guerra comercial? Primero hay que explicar que, debido a la imposición de aranceles a las mercancías chinas, éstas se encarecen y su demanda entre los consumidores de los EE. UU. disminuye. Como una reacción inmediata, los exportadores bajan sus precios, pero, cuando ya no pueden hacerlo más, se abre la oportunidad para los productos procedentes de diferentes partes del mundo.

Aunque no todas las pérdidas en exportaciones chinas se reflejan en las ganancias de las exportaciones mexicanas, nuestro país tiene otra ventaja competitiva frente al gigante de Asia: la cercanía con el territorio estadounidense, lo que indiscutiblemente le ayuda a incrementar sus ganancias.

Ahora bien, ¿cómo podría México aprovechar aún más los beneficios que le deja la guerra comercial entre las dos superpotencias?

Hay diversos factores que pueden incidir en el comportamiento de las exportaciones y de la economía en general (por ejemplo, la posible imposición de aranceles de parte de los Estados Unidos a México), pero, a pesar de ello, en Deloitte, creemos que México debería dar a sus productos un valor agregado, ya sea mediante una diferenciación tecnológica o de precio, a efecto de que ese crecimiento sea sustentable.

De esta manera, nuestro país podría salir más favorecido del conflicto arancelario entre las superpotencias y, al mismo tiempo, eso le ayudaría a estar mejor preparado en caso de que China vuelva a restablecer las relaciones comerciales con los EE. UU.

Por otra parte, es importante que el gobierno mexicano mantenga las relaciones diplomáticas –no solo con el país vecino del norte, sino con el resto de las naciones–, que fortalezca el trabajo con asociaciones empresariales y promueva a la industria nacional en el mundo, para que, de ese modo, aproveche muchas otras oportunidades que se puedan presentar en el futuro.

Es probable que el conflicto arancelario entre EE. UU. y China continúe, pero también es probable que en algún momento se restablezcan los lazos comerciales. En cualquiera de los casos, que hasta la fecha siguen siendo inciertos, insistimos, lo mejor para nuestro país será que impulse sus productos y busque en ellos una ventaja competitiva.

México debe dar a sus productos un valor agregado, ya sea mediante una diferenciación tecnológica o de precio, a efecto de que ese crecimiento sea sustentable.

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