Inclusión de talento femenino

Perspectivas

Incluir talento femenino o perder competitividad

El futuro del sector automotriz

La implementación de nuevas tecnologías y la consiguiente transformación que éstas están provocado en todos los procesos industriales representan un reto importante en materia de talento, que obliga a la industria a mirar hacia nuevos y diversos perfiles.

Conceptos innovadores, como la Industria 4.0 o las tendencias de robotización, automatización y manufactura aditiva, propiciarán una mayor demanda de talento especializado, con nuevas habilidades intelectuales, lo que indudablemente contribuirá a elevar los niveles de participación de las mujeres, de manera general, en todos los sectores de la industria, incluido el automotriz.

En entrevista con Manuel Nieblas, Socio Líder de la Industria de Manufactura en Deloitte México.

Ciudad de México, 8 de marzo de 2019.

A pesar de que existen algunas señales de que el sector podría estar retrocediendo en sus esfuerzos por atraer y consolidar las capacidades de las mujeres que ya forman parte de él –según señala el estudio global Mujeres al volante (Women at the Wheel), de Deloitte–, recientemente ha sido más notoria y relevante la presencia de éstas tanto en sus operaciones, como en la toma de decisiones.

México, por ejemplo, es un jugador muy importante en la producción de arneses (sistemas de cableado eléctrico de los automóviles) a nivel internacional y, dentro de las arneseras, prácticamente la totalidad de la plantilla en la línea de fabricación es femenina, debido a la naturaleza de las piezas, cuyo ensamble es delicado.

En cuanto a la presencia de mujeres en altos mandos, tenemos tres casos muy representativos: Mayra González, directora general de Nissan México; Maru Escobedo, CEO de BMW México, y Magdalena López, CEO de Renault México.

Mayra González, por referirnos solo a una de ellas, fue la encargada de elaborar “el primer proyecto de la red de distribución local, que significó un aumento de más de 26 mil unidades adicionales vendidas durante el año fiscal 2012”, de acuerdo con un comunicado de Nissan.

Todos estos casos son una muestra de que, al menos a nivel nacional, las aportaciones de las mujeres al sector han sido sumamente valiosas.

Por lo anterior, si las grandes firmas automotrices quieren hacer frente a los desafíos que están por venir, deben esforzarse en atraer a más mujeres capacitadas y ofrecerles mejores programas para su permanencia y desarrollo. De lo contario, lo que está en juego es la competitividad de todo el sector.

La sofisticación de los procesos productivos hace cada vez más necesaria la participación de las mujeres en sectores industriales como el automotriz, donde las habilidades intelectuales van cobrando mayor relevancia que las físicas.

Si las grandes firmas automotrices quieren hacer frente a los desafíos que están por venir, deben esforzarse en atraer a más mujeres capacitadas y ofrecerles mejores programas para su permanencia y desarrollo.

¿Por qué las mujeres no miran hacia el sector automotriz?

De acuerdo con el estudio Mujeres al volante (Women at the Wheel), que reúne las percepciones de las mujeres dentro del sector automotriz, las principales razones por las cuales les resulta poco atractivo desarrollar su talento en ese ramo industrial son:

  1. El ambiente laboral (del total de encuestadas, 65% no considera atractivo el ambiente de trabajo).
  2. Falta de balance de vida (59% no ve un equilibrio que permita alinear sus objetivos personales con los profesionales).
  3. Falta de horarios flexibles (46% preferiría tener opciones laborales menos absorbentes, como el home office).

Por otra parte, el documento indica que el automotriz es uno de los sectores que menos se enfoca en reclutar y retener a las mujeres -47% de las encuestadas dijo que, si pudiera escoger otra vez, preferiría otra industria como opción de carrera, una cifra que representa un aumento con relación al porcentaje alcanzado en 2015, de 29 por ciento-.

El estudio no se centra en México, pero si se toma en cuenta la integración de los procesos productivos que tenemos como región, junto a los Estados Unidos, muchas de las conclusiones que hay en él son aplicables a la realidad nacional.

Por ello, si se quiere alentar la participación de las mujeres en el sector automotriz –el cual no solo abarca la fabricación y ensamblaje de vehículos, sino también otros aspectos del ecosistema, como la proveeduría de autopartes y la venta–, el sector deberá buscar alternativas que favorezcan un mejor balance de vida para que sus objetivos personales estén alineados con los profesionales.

Quizá sea complejo satisfacer todos los puntos expuestos por el sector femenino encuestado en el estudio de Deloitte, pero este diagnóstico debe servir como base para ayudar a las empresas a definir qué iniciativas poner en marcha para atraer nuevos talentos y, al mismo tiempo, retener y desarrollar al que actualmente tienen.

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