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Perspectivas
ASG: el nuevo enfoque de inversión sostenible
En los últimos años, los mercados mundiales han manifestado un creciente interés por impulsar proyectos Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG). ¿A qué se debe este fenómeno y qué retos representa esta situación para organizaciones e inversionistas?
En entrevista con Claudia Restrepo, Socia de Sostenibilidad en Deloitte Spanish Latin America.
Ciudad de México, 17 de agosto de 2021.
Los rendimientos han dejado de ser, en el mercado bursátil, el factor más importante para los inversionistas. En los últimos años, las preocupaciones sobre temas Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) han tomado una mayor relevancia y se han convertido en un factor decisivo para este sector al momento de elegir dónde colocar sus recursos, lo cual ha incrementado la apuesta y búsqueda de proyectos sostenibles alrededor del mundo.
Muestra de ello es que, en el primer trimestre de 2021, de acuerdo con información de The Wall Street Journal, 21.5 mil millones de dólares fueron destinados a fondos de inversión basados en principios ASG, a nivel global, monto que casi duplica el del año previo.
Con el propósito de comprender el creciente interés de los inversionistas en estos productos y los desafíos que este fenómeno representa para las organizaciones, conversamos con Claudia Restrepo, Socia de Sostenibilidad en Deloitte Spanish Latin America.
¿Cuál es el origen del enfoque sostenible de inversión?
En 2000, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), con los cuales pretendía que los países mostraran avances en ocho necesidades mundiales.
En 2015, cuando concluyó el plazo para cumplir los ODM sin que se lograra este objetivo, las naciones acordaron impulsar un plan de acción más grande: la Agenda de Desarrollo 2030. Esta contempla la realización de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que permitirían abordar los grandes desafíos de los seres humanos y crear un mundo mejor para las generaciones futuras, por medio de un esfuerzo conjunto entre el sector público, el sector privado y la sociedad civil.
A partir de la definición de tales objetivos, los inversionistas comenzaron a replantear la estructura de sus portafolios, no solo con un propósito financiero, sino también considerando los criterios ASG y los beneficios que estos podrían traer. Al mismo tiempo, las empresas comenzaron a interesarse en adoptar esta nueva tendencia, buscando recursos para habilitar iniciativas institucionales que les permitieran abordar los principales desafíos globales, como el cambio climático o la escasez de recursos.
¿Qué factores han contribuido a que, durante los últimos años, las inversiones ASG hayan incrementado tan rápidamente?
Uno de los más importantes es el crecimiento de la demanda de productos de inversión ASG en todo el mundo, lo cual se debe a que cada vez más inversionistas están preocupados por cómo las empresas utilizan su dinero y, en ese sentido, si observan que los proyectos de la organización en la que están invirtiendo no son sostenibles, no dudarán en retirar sus recursos de ahí.
Al mismo tiempo, otra razón que explica su crecimiento es que el mercado está mostrando, paulatinamente, una mayor confianza en las empresas que han avanzado en la transparencia de sus operaciones o en la divulgación adecuada de su información.
Además, destaca la llegada al mercado bursátil de las nuevas generaciones (millennials y centennials), las cuales están más preocupadas por crear un impacto positivo en el mundo y una de las mejores formas que han encontrado para hacer esto es invertir en proyectos sostenibles o con fines ASG.
Finalmente, se ha descubierto que las inversiones con criterios ASG tienen dos características importantes: son menos volátiles y son más rentables, lo cual ha contribuido a que incluso aquellos inversionistas preocupados exclusivamente por el rendimiento de sus portafolios las prefieran sobre otra clase de productos.
¿Cuál está siendo el impacto de esta tendencia para las empresas? ¿Qué retos plantea apostar por ella, como organización?
Recientemente, muchos grandes actores del mercado han movilizado completamente sus portafolios de inversión hacia productos ASG y los resultados que han obtenido, hasta ahora, han sido mejores que con los convencionales. Esta situación ha llevado al resto de las empresas a prestar atención a las acciones de sus competidores, entendiendo los efectos positivos de apostar por los criterios ASG en el mercado actual, motivándolas a incorporarlos a sus operaciones, a fin de obtener beneficios.
Pese a ello, las inversiones ambientales, sociales y de gobernanza aún presentan grandes desafíos. Uno de los más importantes es que necesitan mejorar su regulación y en nuestra región existen diferencias considerables en comparación con otros países del mundo.
En cualquier caso, la regulación del financiamiento sostenible se está acelerando, sobre todo con la adopción de marcos, como el Task Force on Climate-Related Financial Disclosure (TCFD), que es el más utilizado para el análisis y la divulgación de información financiera de las empresas sobre riesgos y oportunidades asociados al cambio climático; sumado al establecimiento y/o revisión de reglamentos locales que, en general, son impulsados por las comisiones de valores financieros.
Por otra parte, existe el desafío de desarrollar una única taxonomía que facilite, a los inversionistas y a las empresas, entender las implicaciones de una actividad Ambiental, Social y de Gobernanza.
Afortunadamente, muchos actores del mercado ya están trabajando en establecer indicadores ASG pertinentes, verificables y comparables, que permitan elegir aquellos productos con mayores beneficios, que logran una convergencia entre el mundo financiero y la sostenibilidad. Entre ellos, destaco los siguientes: el Sustainability Accounting Standards Board (SASB), los Principios de Inversión Responsable (PRI) de la ONU, la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA, por sus siglas en inglés) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En este sentido, la Comisión Europea fue una de las primeras instituciones en comprometerse a elaborar, para sus países miembro, una regulación que propicie la construcción de un sistema financiero con crecimiento sostenible. Aunque todavía no hemos visto en Latinoamérica un esfuerzo y compromiso tan coordinado, sí se han dado pasos en la dirección correcta.
Otro reto para las organizaciones es incorporar el uso de tecnologías, como el blockchain, en la divulgación de metas ASG, con el propósito de reducir riesgos. Por ejemplo, en un fondo soberano (es decir, un fondo de inversión gubernamental alimentado con recursos públicos) que sigue criterios ASG, en instrumentos de blended finance o en mecanismos de pago por resultados (en los que se necesita verificar la legitimidad de la información de los productos de inversión, así como sus resultados), los procesos podrían simplificarse y hacerse más efectivos, con la adopción de herramientas tecnológicas y conocimientos vanguardistas.
Asimismo, aunque el seguimiento de criterios sostenibles todavía es opcional, será aconsejable que las organizaciones se preparen para transitar hacia ellos, porque muy posiblemente serán obligatorios en el futuro y su cumplimiento requerirá inversiones de recursos importantes por parte de las empresas, a fin de garantizar el diseño de estrategias inteligentes, la implementación de nuevos procesos, la divulgación de información y la validación hecha por revisores externos.
Del lado de los inversionistas, estos tendrán el gran desafío de establecer exclusiones en sus portafolios, o bien, de preguntarse qué productos deberían priorizar sobre otros. Estas decisiones no serán sencillas.
Si tomamos en cuenta todos estos elementos, podemos concluir que la inversión ASG está transformando el modelo de negocio de las organizaciones, con el objetivo de hacerlo más responsable con el medio ambiente y la sociedad.
¿El enfoque ASG es multisectorial o excluye a algunas industrias?
Es multisectorial. Es verdad que algunos sectores avanzan más rápido que otros, como el financiero, que fue de los primeros en invertir recursos para garantizar la transparencia en sus operaciones, así como su responsabilidad ambiental, social y de gobernanza, a fin de despertar el interés de los inversionistas sostenibles; pero también otros sectores están incorporando esta tendencia, como el salud, el de los agronegocios, el de infraestructura y el de movilidad.
Independientemente de qué sector vaya más adelantado en la adopción de este enfoque, lo que estamos observando es una transformación global en pro de la sostenibilidad, que está abarcando a todas las industrias.
¿Cuál podría ser el futuro de las inversiones ASG?
Estas inversiones tienen muchas probabilidades de permanecer en el futuro, gracias a que sus resultados han sido positivos desde todos los puntos de vista. Lo anterior ha quedado demostrado con su crecimiento incluso durante el año pasado, en la fase más crítica de la pandemia.
Esto hace posible que algunos inversionistas, que actualmente tienen sobreliquidez —porque evitaron adquirir productos, como medida de precaución ante las condiciones sanitarias, entre otras circunstancias—, apunten hacia estos proyectos y obtengan sus múltiples beneficios.
A nivel regional, el área de oportunidad que se tiene con los objetivos ASG —por ejemplo, en la emisión de bonos vinculados con la sostenibilidad o instrumentos financieros de renta fija y cuyos fondos se destinan a proyectos de este tipo—, es grande. Menos de 3% de la emisión global de este tipo de bonos ha sido realizada en Latinoamérica, lo cual significa que estas inversiones todavía pueden crecer más en dicha geografía. En ese sentido, será aconsejable que las organizaciones y los inversionistas estén atentos para aprovechar esta tendencia e impactar, positivamente, el futuro de la región y, en general, de todo el mundo.
El sector financiero fue de los primeros en invertir recursos tanto para garantizar la transparencia en sus operaciones, como su responsabilidad ambiental, social y de gobernanza, a fin de despertar el interés de los inversionistas sostenibles.
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