Bajío: ¿por qué atrae a los inversionistas extranjeros?

Ciudad de México, 27 de febrero de 2020.

En la actualidad, es innegable que gran parte de la Inversión Extranjera Directa (IED) que recibe nuestro país está siendo captada por Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Aguascalientes, entidades que forman parte de la región conocida como el Bajío.

Las cifras lo sustentan: de acuerdo con la Secretaría de Economía, durante el periodo enero-septiembre de 2019, la región sumó una inversión total de 2,080 millones de dólares, solo por detrás de la Ciudad de México (6,528 millones de dólares), Nuevo León (2,753 millones de dólares) y Estado de México (2,093 millones de dólares).

¿Cuáles han sido los factores que han hecho del Bajío uno de los principales atractivos de inversión en nuestro país? Bajo nuestra perspectiva, principalmente son tres: el desarrollo de la industria automotriz, la mano de obra calificada y los apoyos gubernamentales.

Imán de la industria automotriz

En los últimos años, ha sido notoria la relevancia que ha tomado esta región para la industria automotriz mexicana. Según información de la Industria Nacional de Autopartes (INA), la producción de la región representó, en 2018, 29% del total nacional, mientras que, en 2019, alcanzó 31.2%.

Esto se debe, en buena medida, a los beneficios que otorga la posición geográfica del Bajío a las empresas automotrices, entre los que destacamos:

1. Facilidad en la importación de suministros - Muchos de los componentes utilizados en el proceso de fabricación provienen de Asia e ingresan a México por el puerto de Manzanillo, Colima, un lugar cercano a la región.
2. Favorecimiento de la exportación de autopartes - Debido a su cercanía con Nuevo Laredo, Tamaulipas, permite exportar a los Estados Unidos, el mayor cliente de la industria; con el puerto de Manzanillo, facilita la conexión con Asia; y con el puerto de Veracruz, vincula ágilmente con Europa.

Estas cuestiones sin duda han impulsado el interés de compañías automotrices extranjeras por establecerse en la región: Guanajuato, por ejemplo, logró convertirse en la entidad con mayor producción del Bajío, 10.2% del total nacional, gracias a que tres de las principales firmas japonesas de automóviles llegaron a su territorio: Mazda, Toyota y Honda. De forma relacionada, la automotriz alemana BMW se estableció en San Luis Potosí con una importante inversión.

La importancia de la mano de obra y el papel gubernamental

La estrategia principal de las administraciones en el Bajío ha consistido, principalmente, en mantener un contacto permanente para atender las necesidades operativas de las empresas extranjeras, siendo una de las principales, contar con el talento calificado que éstas necesitan.

En Guanajuato, por ejemplo, los profesionales son preparados para desempeñarse de manera óptima en plantas automotrices; mientras que, en otras entidades de la región, como Querétaro, el enfoque para desarrollar la mano de obra se centra más en la colaboración con empresas reconocidas por su tecnología de punta y sus procesos automatizados.

Por su parte, los gobernadores han priorizado una agenda de trabajo en los principales países inversores, a fin de mejorar las relaciones y asegurar mayores proyectos económicos y laborales.

Además, han trabajado en iniciativas para brindar bienestar a los trabajadores foráneos, con acciones como la capacitación de médicos locales en el extranjero, para que ofrezcan las mejores atenciones a las empresas manufactureras instaladas en el Bajío; y la construcción y apertura de institutos con planes educativos específicos, para garantizar el desarrollo integral de los extranjeros.

De esta forma, se ha logrado crear un vínculo entre el gobierno, los estudiantes y las empresas, que ha servido para conectar al nuevo talento con las necesidades del mercado e impulsar así el desarrollo de la región.

Cambio de paradigma automotriz, el reto

El Bajío ha logrado consolidarse como una de las regiones del país con el mayor desarrollo automotriz; sin embargo, existe un factor al que deberá prestar especial atención la industria instalada en la zona, para seguir consolidándose como un área competitiva y atractiva: el cambio de paradigma de la industria automotriz, del vehículo de combustión interna al eléctrico.

Actualmente, una gran parte de la industria automotriz instalada en el Bajío fabrica piezas para vehículos de combustión interna, debido a que la batería del vehículo eléctrico encarece al producto final y limita su autonomía a máximo 400 kilómetros por carga.

Sin embargo, el desarrollo de una nueva generación de baterías con mayor autonomía y menor costo, así como las restricciones gubernamentales al vehículo de combustión interna, como la existente en algunas ciudades de China y la programada en Inglaterra para 2035, pronostican la transformación inminente de la industria automotriz.

En ese sentido, será de suma importancia que las empresas de la región reinventen sus modelos de negocio para seguir atrayendo IED, pues lo más probable es que las organizaciones no quieran seguir invirtiendo en plantas que fabrican piezas que quedarán obsoletas en los próximos años.

Si la región desea afianzar su posición como una zona altamente atractiva para el desarrollo de industrias como la automotriz, es crucial que tanto las autoridades como el sector privado tengan claros los cambios que se avecinan, la manera en la que éstos podrían impactarlos y realicen las reestructuras necesarias para afrontarlos, juntos, de una manera más asertiva.