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Perspectivas
¿Tarjeta o empeño?
La importancia del sector prendario en México
Empeñar es, tal vez, la alternativa más común entre la población en México para obtener un financiamiento rápido ante situaciones de emergencia, incluso se ha convertido una opción más recurrente que otras como las tarjetas de crédito o los préstamos bancarios.
En nuestro país, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), existen más de 10 mil casas de empeño en 993 municipios que, diariamente, según el estudio “El préstamo prendario en México”, otorgan cerca de 1,100 préstamos, con un valor promedio de 1,600 pesos.
En entrevista con Ignacio Valle, Socio Líder de la Industria de Servicios Financieros en Deloitte México.
No hay duda. El impacto que tiene el sector prendario en las finanzas de la población es significativo, lo que lo ha convertido en un jugador fundamental para la inclusión financiera del país, al ofrecer apoyos económicos a las personas a quienes el sistema financiero nacional les resulta totalmente ajeno.
Existen diversos factores que han propiciado que el sector prendario tenga cada vez una mayor participación dentro de la economía nacional. De entre ellas, las principales son el crecimiento de la banca de consumo y la falta de bancarización, la cual obliga al usuario a buscar distintas fuentes de financiamiento.
Asimismo, se encuentra el hecho de que la liquidez que ofrecen los empeños es inmediata, lo que lo vuelve una opción más atractiva, además de que presenta menos restricciones que las que, por ejemplo, pudiera tener la banca, como revisión del historial crediticio, adeudos, etc.
Si comparamos los préstamos prendarios con otros instrumentos financieros, como las tarjetas de crédito, constituyen una alternativa más accesible para la población, pues a pesar de que cobran intereses, lo hacen de una manera muy diferente.
¿Cómo? Cobrando intereses ordinarios del préstamo e intereses moratorios por pagos tardíos, y si no se obtiene una recuperación del crédito, la casa de empeño se adjudica la prenda empeñada y, posteriormente, la vende.
Por otro lado, hay que recordar que el sector prendario tiene una actividad cíclica, es decir, que siempre registra una mayor cantidad de operaciones en los meses de diciembre y enero, cuando la gente suele realizar el mayor número de gastos y trata de solventarlos.
Debido a la liquidez inmediata y a que tiene menos restricciones, las casas de empeño se han convertido en la opción de crédito más atractiva para un porcentaje importante de la población.
Las tasas, un factor a considerar
A pesar de que las casas de empeño constituyen, para un importante porcentaje de la población, una opción de crédito más atractiva que otros productos financieros, en algunos casos, pueden llegar a cobrar tasas de interés más elevadas, lo que afecta directamente al bolsillo del usuario.
Las tasas que cobran son altas porque se calculan en función del riesgo de crédito y de mercado. Las instituciones prendarias asumen grandes riesgos porque no piden una garantía más que la prenda, la cual se adjudican en caso de no obtener una recuperación del crédito y, posteriormente, la venden, usualmente, a través de subastas.
En cuanto al riesgo de crédito, la institución calcula el valor de la prenda con sus propios mecanismos, pero este crédito no está respaldado por un bien de dos o tres veces el valor del préstamo (como un inmueble en un crédito hipotecario, por ejemplo), lo cual implica un mayor riesgo y, por lo tanto, se cobra una mayor tasa.
En ese sentido, es necesario que quienes decidan recurrir a esta opción de financiamiento, como ya ha lo recomendado la propia Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financiero (Condusef), se den un tiempo para elegir la institución que más liquidez les ofrezca, con la tasa de interés más baja.