Sellos sanitarios

Perspectivas

Sellos sanitarios:

Viajar de regreso a la confianza del turista

A nivel nacional e internacional, diferentes instituciones han procurado incentivar, mediante la elaboración de protocolos y distintivos, la actividad turística de diversos destinos. En México, a pesar de que los actores de esta industria han hecho grandes esfuerzos por garantizar la seguridad de los visitantes, aún queda un largo trayecto por recorrer.

En entrevista con Teresa Solís, Directora Especialista en el Sector Turismo en Deloitte México.

Ciudad de México, 17 de junio de 2020.

El confinamiento para prevenir la propagación del COVID-19 en México ha provocado un efecto de parálisis en la industria del turismo: múltiples destinos cerraron sus puertas, las aerolíneas comerciales interrumpieron vuelos y la mayoría de los hoteles —excepto aquellos que ofrecieron sus instalaciones para alojar al personal del sector salud y de las industrias esenciales—, suspendieron sus servicios.

Tras meses de estancamiento, el sector se prepara para entrar a una nueva normalidad y etapa de reapertura en la que, por una parte, se enfrenta a una serie de nuevas regulaciones sanitarias, que sin duda modificarán su operación, y, por otra, a un panorama desafiante: de acuerdo con el estudio Deloitte Global State of the Consumer Tracker, solamente 18% de la población mundial buscará viajar en los próximos tres meses.

En este entorno, el sector deberá estar listo no solo para atender la demanda que pueda registrarse, cumpliendo con los estándares establecidos, sino también para aprovechar las oportunidades que se presenten, teniendo en cuenta un factor que será primordial para tener éxito en esta nueva realidad: recuperar la confianza de los turistas.

Los esfuerzos del sector turístico a nivel global

Si algo ha quedado claro en estos tiempos de pandemia, es la colaboración que existe entre los diferentes miembros que conforman la industria del turismo alrededor del mundo, quienes, independientemente de su tamaño, han trabajado en conjunto para implementar las medidas sanitarias avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Trabajo (OMT).

Ejemplo de ello es el trabajo realizado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), el cual, junto con empresas y autoridades del sector, y tomando en cuenta las recomendaciones sanitarias de diferentes regiones o países, anunció la creación del sello certificador "Viaje Seguro", que se otorga a los destinos y empresas que cumplen con los estándares de limpieza y sanidad necesarios para proteger a los viajeros.

Dicho sello se apega a los protocolos sanitarios elaborados para reducir la propagación del COVID-19, en los principales servicios que conforman el sector turístico:

  1. Hospitalidad.
  2. Atracciones.
  3. Comercio detallista al aire libre.
  4. Aeropuertos.
  5. Aviación.
  6. Alquiler a corto plazo.
  7. Centros de congresos, convenciones y exposiciones.
  8. Operadores turísticos.
  9. Cruceros.
  10. Renta de autos.
  11. Seguros para viajes.

¿Por qué es importante este sello? Porque el aval que otorga el WTTC, mediante el distintivo "Viaje Seguro", es capaz de generar la confianza que busca el turista internacional: que el destino a visitar cumple con las normas sanitarias del más alto nivel.

A la fecha, entendiendo el valor de esta certificación, diferentes destinos mexicanos están trabajando arduamente a fin de cumplir con los requerimientos para obtenerla. Cinco de ellos ya cuentan con el sello: Cancún, Baja California Sur, Caribe Mexicano, Riviera Nayarit y Yucatán.

No obstante, los retos que enfrenta la industria del turismo nacional, en busca de lograr la confianza del visitante, van más allá del cumplimiento de protocolos internacionales.

Los retos que enfrenta la industria del turismo nacional, en busca de lograr la confianza del visitante, van más allá del cumplimiento de protocolos internacionales.

Los desafíos del turismo en México

A nivel regional, las autoridades sanitarias de nuestro país, así como la Secretaría de Turismo federal, han establecido disposiciones estrictas, dirigidas a cada uno de los agentes económicos del sector, para garantizar la seguridad de los turistas y trabajadores, una vez que se incorporen a la denominada "nueva normalidad".

Como respuesta, las empresas están invirtiendo en equipar a su personal; en tecnología; en infraestructura e instalaciones; así como en desarrollar materiales informativos —por ejemplo, infografías, folletos y videos—, para comunicar a los intermediarios de viajes, a los agentes y agencias, a los líderes de opinión, y finalmente, al turista, que están en óptimas condiciones de recibir a los viajeros y brindarles todo el confort y seguridad que necesitan.

En este sentido, algunos actores de la industria han llevado la seguridad en salud a un nivel superior, diseñando herramientas propias y especializadas para usarlas en sus actividades.

El mayor ejemplo de ello es el protocolo de reapertura “Mesa Segura, de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), el cual es resultado de la sinergia entre las autoridades sanitarias y los empresarios restauranteros y establece recomendaciones como una distancia mínima de 1.5 metros entre personas, limpieza diaria de los establecimientos, ventilación natural o mecánica obligatoria, menús desechables y aforo reducido, con la finalidad de evitar la propagación del coronavirus.

Sin embargo, a pesar de todos estos grandes esfuerzos, todavía queda mucho camino por recorrer para recuperar la confianza en los destinos de nuestro país. El desafío es enorme: el turista debe sentirse seguro (en cuestiones sanitarias y de higiene) desde que sale de su casa hasta que regresa a ella.

Para lograr este objetivo, es aconsejable que el sector privado cumpla con excelencia los protocolos de seguridad sanitaria en toda su cadena de productos y servicios, y que, a la par, las autoridades hagan lo propio en aeropuertos, terminales de autobuses, aduanas y migración. También será valioso que se sensibilice a los ciudadanos que dependen del turismo, incluso al comercio informal (desde el puesto de antojitos hasta el de artesanías), acerca de la importancia de proteger su salud y la de los demás.

De esta manera, con colaboración y consistencia, se podrá esperar una pronta recuperación del sector turístico del país, porque, si un elemento de la cadena falla, estaría en riesgo lo que hoy es más valioso para la industria: la confianza del turista en nuestros destinos.

El desafío es enorme: el turista debe sentirse seguro desde que sale de su casa hasta que regresa a ella.

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