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‘Startups’

¿Existe una fórmula única para el éxito?

Rejuvenecen el tejido empresarial, incrementan la competencia para la innovación, introducen nuevos productos, servicios y modelos de negocio, crean nuevos mercados y ofrecen soluciones novedosas a problemas emergentes.

Estas, entre otras características, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), forman parte de las startups.

El termino startup, de acuerdo con un documento de Deloitte Digital España, hace referencia a las empresas de reciente creación, enfocadas en ofrecer soluciones a sectores específicos, o bien a todos ellos de manera transversal. Son compañías marcadas por un fuerte componente tecnológico y altamente relacionadas con el entorno de Internet.

Ejemplos sobran: Facebook, Uber, Google, Airbnb, Snapchat y Pinterest, entre otras. Estas empresas han sabido adaptarse al nuevo entorno de negocios de manera exitosa, con ideas innovadoras que les han permitido sobresalir y ser más rentables.

Las startups, funcionan con esquemas de financiamiento y modelos de negocios muy diferentes a los tradicionales. Sistemas de inversión como el crowdfunding o las 3F (Family, Friends & Fools) han venido a cambiar las estructuras financieras habituales.

Como señala el artículo de Deloitte, en muchas ocasiones, “las startups no recurren a instituciones financieras clásicas durante ni durante los primeros años ni durante gran parte de la vida de la empresa, reflejando así su carácter innovador”.

Esta situación ha llevado a que uno de los principales rasgos que las identifique sea, según el texto, su fidelidad con aquellos inversores que confiaron en ellas durante sus inicios.

Si bien esto puede generar beneficios para este tipo de compañías, también representar un riesgo, pues muchas veces, al no tener un modelo de negocio definido, la figura del fundador adquiere un poder ilimitado, sin ningún tipo de supervisión.

Los inversionistas de Silicon Valley, explica el artículo “Lessons from the tumult at Uber”, de The New York Times, crearon una cultura en la que se les da rienda suelta a los fundadores, con sus pronunciamientos y tácticas elevadas al nivel de infalibilidad divina.

Esta forma de trabajo, aunado al hecho de que la mayoría de las startups evitan cotizar en bolsa, –lo que, de acuerdo con un análisis publicado por el Financial Times, aísla a sus fundadores de los mayores estándares de gobernanza de las compañías públicas–, ha perjudicado el desarrollo de algunas de ellas.

Si bien no existe una fórmula estandarizada para que una startup alcance el éxito y, sobre todo, logre mantenerse ahí, es importante que estas compañías rompan con los estereotipos que ya han sido utilizados y que han probado no ser positivos, y analicen nuevas opciones.

Como precisa el estudio "Startup América Latina 2016. Construyendo un futuro innovador”, de la OCDE, cada empresa desarrolla su propio enfoque en línea con las características de su país, su sistema científico, tecnológico y productivo, así como visión de desarrollo.

Existen múltiples variables, locales y mundiales, que impactan al desempeño de las startups. Elegir el camino adecuado dependerá de las necesidades particulares de cada una de ellas.

En el    escenario actual, son muchas las variables que estas empresas deben considerar al momento de establecer su propio modelo de negocios.

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