Unicornios en México:

Perspectivas

'Unicornios' en México:

El fantástico ascenso de las 'startups'

Nuestro país tiene, hoy, su primera compañía 'unicornio', pero, ¿qué le ha permitido convertirse en un territorio fértil para el desarrollo de estas empresas emergentes, que, en etapas tempranas, alcanzan una valuación de más de mil millones de dólares?

En entrevista con Juan Laresgoiti, Socio Líder de la Industria Fintech, Insurtech y Tecnologías Disruptivas en Deloitte Spanish Latin America, y Alejandro Ibarra, Socio de Asesoría Financiera en Deloitte México.

Ciudad de México, 23 de octubre de 2020.

En septiembre de este año, México registró su primer unicornio, un término que designa a compañías que empiezan como una startup, es decir, como un emprendimiento pequeño, de una o pocas personas, que tiene como propósito, a través de la tecnología y de manera disruptiva, solucionar un problema o hacer más eficiente una situación social, y que, en su etapa inicial (sus primeros años de vida), alcanzan una valuación de mil millones de dólares.

Todo esto fue conseguido por una empresa mexicana de compraventa de vehículos seminuevos. Pero llegar a ser un unicornio representa un largo camino, ya que levantar capital y conseguir este nivel de valuación requiere transitar con éxito a través de diferentes etapas.

Generalmente, la primera de ellas es la de friends & family, en la que los emprendedores realizan una ronda de inversión entre sus seres queridos, que tiene como objetivo permitir la subsistencia de la empresa y seguir trabajando en el diseño de su modelo de negocio.

Posteriormente, vienen la etapa presemilla, en la que estas startups ya tienen un poco más definido lo que quieren hacer, pero necesitan levantar capital para realizar algunas pruebas; y la etapa semilla, en la que requieren mayores recursos para echar a andar su proyecto, de manera masiva.

Aquí, suelen acudir a fondos venture capital (capitales de riesgo), logrando inversiones que en México van desde un millón hasta cuatro millones de pesos. Usualmente, este dinero lo destinan a refinar su modelo de negocio, a temas de mercadotecnia o incluso a cuestiones de tecnologías de la información.

Después llega el turno de la serie A, en la cual ya existe un modelo de negocio probado y se presentan ventas, pero las empresas aún no generan flujos de efectivo positivos, porque todo el dinero que reciben lo reinvierten o reutilizan en hacer crecer su negocio, afinarlo u ofrecer nuevos servicios.

Finalmente, se encuentran las series subsecuentes, en las que los inversionistas participantes poseen enormes recursos, porque la valuación de las compañías —es decir, su valor total estimado a partir de factores como la rentabilidad, el número de ventas y el potencial de negocio, entre otros— ha incrementado tanto que pueden ser consideradas unicornios. Sin embargo, no debe perderse de vista que entrar a esta clasificación no significa que las compañías reciban como tal mil millones de dólares, sino que el porcentaje de capital que lograron levantar está fundamentado en esta valuación.

El camino, hasta este punto, es largo y, en ese sentido, resulta alentador que una empresa mexicana haya conseguido convertirse en unicornio, porque demuestra que, a pesar del momento adverso derivado del COVID-19, nuestro país tiene un ecosistema emprendedor fuerte y con gran potencial. Pero, ¿qué ha permitido este rápido crecimiento de las startups en México?

Un unicornio debe atravesar por un largo camino de diferentes etapas.

Un 'hub' de innovación en Latinoamérica

En los últimos cinco años, el ecosistema de emprendimiento de nuestro país ha presentado un progreso acelerado, debido, en gran parte, al aumento de las opciones de financiamiento y aceleramiento a nuevas empresas. Durante este lapso, ha habido un cambio de mentalidad: los grandes capitales ya no consideran una mala idea invertir sus recursos en startups, debido al enorme potencial que tienen los emprendimientos tecnológicos de generar retornos económicos.

Por ello, actualmente, según The GovTech Index 2020, elaborado por el CAF Banco de Desarrollo de América Latina, México es uno de los cinco países que lideran la región en cuanto al desarrollo de nuevos emprendimientos, junto con Chile, Brasil, Uruguay y Colombia.

Asimismo, de acuerdo con The Global Startup Ecosystem Report 2020, elaborado por la organización de investigación en ecosistemas de emprendimiento Startup Genome, la Ciudad de México actualmente es el ecosistema de startups más grande e importante de Latinoamérica, obteniendo altas calificaciones en "talento humano" (con 9 puntos de 10 posibles), "fundación de nuevas empresas" (con 8 puntos) y "desempeño" (con 6 puntos).

El mismo estudio revela las grandes oportunidades de crecimiento de mercado que tiene nuestro país, porque, al medir el alcance que registran las compañías de emprendedores, le ha otorgado a la capital mexicana una calificación de 3 puntos, lo cual quiere decir que, a nivel nacional, existen sectores que aún tienen la necesidad de ser atendidos con nuevas soluciones, lo que representa nuevos nichos o áreas que pueden ser explotadas.

Finalmente, otros de los factores que han vuelto a nuestro país un territorio fértil para el crecimiento de las startups es la llegada de fondos internacionales de emprendimiento y la importante base de consumidores que México posee.

Tomando en consideración todos estos aspectos, podemos concluir que nuestro país tiene un gran potencial para el crecimiento de nuevos negocios disruptivos; no obstante, el camino de las startups mexicanas que aspiran a convertirse en unicornios presenta ciertos desafíos para los cuales deben estar preparadas.

La Ciudad de México, actualmente, es el ecosistema de startups más grande e importante de América Latina.

Diferentes etapas, diferentes retos

Es un hecho que la crisis actual, provocada por la pandemia del COVID-19, está generando situaciones diferentes entre las startups, dependiendo de sus modelos de negocio.

Recientemente, el centro de innovación tecnológica Wayra publicó el estudio Impacto Económico COVID-19 en Startups, en el que encuestó a empresas emergentes de Alemania, Argentina, Brasil, Colombia, Chile, España, Perú, Reino Unido y México, y, de acuerdo con los resultados obtenidos, reveló que 74% de los emprendimientos se han visto impactados negativamente por la pandemia.

En nuestro país, las startups que han sufrido mayores síntomas negativos han sido aquellas enfocadas a la colocación de créditos personales, que se han enfrentado a mayores desafíos de cartera vencida y, por el contrario, los sectores e-commerce, fintech (servicios financieros que utilizan tecnologías disruptivas), delivery (servicios de reparto de bienes a través de aplicaciones) y medios electrónicos de pago se han beneficiado y han crecido exponencialmente.

Sin embargo, aunado a la situación sanitaria que estamos viviendo, las startups mexicanas enfrentan otro desafío: encontrar soluciones inteligentes para superar con éxito sus distintas etapas de desarrollo.

En una fase temprana e, incluso, cuando ya se tiene un tamaño mayor, el acceso a capital es un gran reto. Convencer a los inversionistas no es una tarea fácil y, en algunas ocasiones, los montos de inversión les pueden quedar grandes a los emprendedores y chicos a los fondos de capital privado que buscan empresas establecidas.

Más adelante, cuando las startups ya alcanzan un tamaño mediano, suelen tener una valuación alta en un momento de su existencia en el que necesitan reinvertir su flujo de efectivo para continuar creciendo sin ser rentables, lo cual puede perjudicarles, debido a que el mercado de capitales de riesgo, en esta etapa, ya no apuesta únicamente por empresas que muestran crecimiento sin rentabilidad, sino que buscan también esto último.

Por su parte, las organizaciones en etapas cercanas al nivel unicornio tienen el desafío de responder a las necesidades del mercado tan rápida y ágilmente como cuando iniciaron sus operaciones, es decir, de conservar su agilidad y disrupción al ser empresas grandes, lo cual no es nada sencillo.

Conforme se van desarrollando, las startups suelen darse cuenta de que, a fin de dar prioridad a los asuntos comerciales y al definir productos atractivos que cuenten con altos niveles de ventas, muchas veces descuidan aspectos fundamentales de su negocio, como la ciberseguridad de sus plataformas tecnológicas, los Recursos Humanos, el compliance (cumplimiento regulatorio) e, incluso, los controles internos, los cuales representan un requisito importante para los venture capitals.

Por estos motivos, resulta fundamental que las startups mexicanas busquen el apoyo de especialistas, para desarrollar las mejores estrategias que les permitan afrontar cada uno de estos retos, conseguir la rentabilidad sin sacrificar el crecimiento y acelerar sus procesos, incluso mediante mecanismos de Fusiones y Adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés).

Es indudable que las startups mexicanas se encuentran en una carrera de resistencia; no obstante, el ambiente favorable que presenta nuestro país para impulsarlas, sumado al creciente interés de los inversionistas que están dispuestos a apostar por ellas, son factores que posibilitarán su ascenso y les permitirán, en un futuro no muy lejano, convertirse en unicornios. ¿Cuál será el siguiente?

Resulta fundamental que las startups mexicanas busquen el apoyo de especialistas para desarrollar las mejores estrategias.

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