Ventas de autos

Ciudad de México, 9 de octubre de 2020.

Han pasado seis meses desde que las autoridades establecieron medidas de contingencia sanitaria para combatir el COVID-19; sin embargo, hoy, el sector automotriz mexicano aún se enfrenta a un contexto sumamente complejo y de prolongada recuperación.

A pesar de que, en agosto pasado, la industria automotriz tuvo una recuperación en sus ventas, después de tres meses de caídas drásticas (abril fue el mes con los registros más bajos en la historia, con solo 34 mil 903 unidades vendidas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores), sus niveles todavía estuvieron 28.7% por debajo de los alcanzados el mismo mes del año anterior.

¿A qué se debe que haya bajos niveles de venta de vehículos? Principalmente, tiene que ver con la permanencia del coronavirus en nuestro país y en otras naciones clave para la industria nacional, como son los Estados Unidos. La pandemia ha ocasionado afectaciones económicas no solo en el desempeño de este sector, sino en los bolsillos de los mexicanos, debido a la pérdida de empleos y la incertidumbre hacia el futuro.

De marzo a julio pasados, según información del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se perdieron un millón 117 mil 584 plazas laborales, con notorias consecuencias para la economía nacional. Además, de acuerdo con el Tablero Interactivo del Consumidor de Deloitte, 62% de los mexicanos aún teme ser despedido de su trabajo.

Esto ha ocasionado que 62% de los consumidores, de acuerdo con el mismo Tablero, tenga decidido conservar su vehículo por más tiempo del que originalmente tenía contemplado o que postergue la adquisición de una unidad.

Las circunstancias son desafiantes, no hay duda. Sin embargo, el sector aún puede superar esta situación estudiando adecuadamente su mercado y segmentándolo, con el fin de identificar oportunidades y ofrecer los productos que los consumidores verdaderamente están buscando.

Segmentación el mercado, clave para la recuperación

Si las automotrices desean conocer qué clase de producto puede resultar atractivo para los consumidores en estos momentos, es recomendable que analicen sus intereses y preocupaciones, a partir de dos clasificaciones importantes: la generación a la que pertenecen y sus niveles de ingresos.

Una muestra de esto la podemos encontrar en los millennials (quienes nacieron entre 1980 y 1996): antes de la pandemia, un gran porcentaje de ellos no tenía intenciones de comprar un vehículo; sin embargo, las condiciones sanitarias actuales, y el riesgo que observan en la necesidad de movilizarse de su casa a un centro de trabajo en transporte público, han hecho que muchos de ellos cambien de parecer.

De acuerdo con nuestro Tablero Interactivo del Consumidor, actualizado al 22 de agosto, 65% de los mexicanos está limitando el uso de transporte público; 48%, el uso de aplicaciones de transporte o taxis, e, incluso, 81% ya encuentra valioso tener un automóvil.

En general, debido a características particulares del mercado mexicano, gran parte de los consumidores automotrices del país prefieren un vehículo subcompacto. Esta tendencia se ha visto aún más favorecida, porque, ante la incertidumbre financiera que viven las familias, lo que se busca, en mayor medida, son unidades de bajo costo.    

No obstante, a pesar de que hoy existe una alta demanda de vehículos de gama baja, consideramos que es un fenómeno temporal, que está determinado por la contingencia sanitaria y los efectos económicos que provocó, y seguramente evolucionará conforme mejoren las condiciones de salud y se desarrolle una vacuna contra el COVID-19 en el futuro.

En consecuencia, es muy posible que, a mediano plazo, observemos el aumento en la demanda de automóviles de gama alta, como los SUV’s, que brindan mayor comodidad a los usuarios; o como los que funcionan mediante energías sustentables, los híbridos o eléctricos, que permiten disfrutar de beneficios fiscales y de movilidad sin restricciones en varias entidades de nuestro país.

Es un hecho que el sector automotriz enfrenta un entorno cambiante y retador. Por ello, la segmentación del mercado será fundamental para que las empresas entiendan su contexto, reaccionen con rapidez y consigan elevar sus ventas, a fin de avanzar paulatinamente hacia la recuperación.