La Banca en México a junio de 2023

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La Banca en México a junio de 2023

Aprovechando el ‘tailwind’ y el ‘no landing’

La banca mexicana está en constante evolución, adaptación y resiliencia después de la crisis sanitaria y recuperación económica, aunado al hecho de los cambios en la reestructuración del mercado al introducirse nuevos competidores, implementación de nuevas herramientas tecnológicas, así como modificaciones en los paradigmas de comprensión y asimilación de la cartera de clientes actual y esperada.

Desde hace algunos semestres, los pronósticos comenzaron a apuntar hacia una brusca caída de la economía (‘hard landing’) en los Estados Unidos, lo que supuestamente derivaría en una etapa de grave recesión en ese país. Esto era algo que significaba para México, y para su sistema financiero, un impacto casi automático. Sin embargo, hasta ahora, ese momento de ‘aterrizaje forzoso’, e incluso el de una recesión ligera (‘soft landing’) aún no se presentan, en ninguno de los dos países.

Ante el escenario de un incremento histórico en las tasas de la Fed (Sistema de la Reserva Federal), con niveles máximos (en más de 20 años) de intereses en bonos gubernamentales, cuyo objetivo es contener la inflación, y considerando que existe un nivel sólido de empleo y consumo, no queda claro cuándo ni cuánto disminuirán las tasas que, en materia de política monetaria, siguen los bancos centrales.

Nos encontramos, por tanto, en una situación de ‘no landing’, en la que el ‘aterrizaje’ o la disminución de las tasas de interés todavía no llega, y tampoco parece que vaya a ocurrir en el corto plazo. En este sentido, los bancos (sobre todo aquellos con depósitos de bajo costo, lo que hace que su margen financiero se eleve directamente) siguen obteniendo beneficios del ‘tailwind’ (viento a favor) con el cual navegan esta etapa de la economía.

Durante el primer semestre de 2023, la banca mexicana tuvo ganancias récord. Esto se debió, en buena parte, a las elevadas tasas de interés, así como a la solidez que han mostrado tanto el consumo local como el empleo, desde hace varios meses.

Analizadas por segmentos, las ganancias de los bancos se vieron beneficiadas, principalmente, en los portafolios de tarjetas de crédito, créditos de nómina y créditos personales, los cuales han crecido a tasa de 18% anual, mientras que el crédito a la vivienda ha ido al alza, a una tasa de 11% (un crecimiento real, a pesar de la inflación). En el caso de la cartera comercial, el crecimiento ha sido de 6%, ligeramente superior a la inflación.

El incremento en el margen financiero de 58 mil mdp, que representa 19% más que el año pasado, se vio beneficiado con 30 mil mdp obtenidos de las tasas de interés actuales; es decir, poco más de la mitad del crecimiento fue gracias a los altos niveles de las tasas. El resto de las ganancias se debió al incremento de los portafolios comerciales.

Adicionalmente, la estabilidad económica ha permitido a los bancos tener un nivel bajo de provisiones de crédito. Las estimaciones como porcentaje del ingreso en 2023 fueron equivalentes a 14% del ingreso, cuando el promedio histórico ha estado en 20%. Por si fuera poco, los resultados por intermediación ante un panorama de tasas altas pero estables, y balances bien posicionados, ha crecido 47%, comparadas con 2022. A lo anterior se suman un reprecio de las comisiones y una mayor actividad comercial de clientes y transacciones, lo cual se traduce en un crecimiento de 14% en las comisiones. 

En cuanto al gasto, 2022 fue un año de contención y en el que hubo, incluso, un decrecimiento de 1.2%. Este año, en cambio, el crecimiento del gasto ha sido de 11.9%, reflejando una mayor actividad comercial, así como mayores inversiones en transformación. Esto, como producto de un panorama económico en el que, lejos de advertirse un ‘aterrizaje brusco’ o una recesión severa (‘hard landing’), o, incluso, una baja en la inflación y una recesión ligera (‘soft landing’) en los Estados Unidos, la economía nacional parece ‘mantenerse en vuelo’ (‘no landing’).

Por lo anterior, es un buen momento para que los bancos aprovechen y definan la estrategia de inversión que les ayude a competir mejor en la digitalización de sus servicios, sobre todo, aquellos bancos que están más rezagados en esta materia. Es claro que los bancos más eficientes y con mayor ROE están explotando la digitalización, al mismo tiempo que aprovechan su infraestructura física. Esta fórmula de sumar el potencial de lo físico y lo digital es lo que conocemos como “phygital” y, sin duda, representa el camino a seguir para el sector.

Las cifras más recientes del Top 10 de cuota de mercado, por tamaño de activos, indican que BBVA México, Santander y Banorte concentran cerca de 50% de todo el sector bancario, mientras que Banamex, HSBC, Scotiabank e Inbursa concentran 27%, y, finalmente, Banco del Bajío, Banco Azteca, y Afirme apenas concentran 6.8%. Si sumamos las tres cuotas de mercado, dan un total de 82.8% de todo el sector bancario, lo cual deja a 40 instituciones bancarias en una relación de cuatro a uno en el tamaño de sus activos.

Tomando como punto de comparación junio de 2019 (es decir, como un referente previo a la pandemia), la variación porcentual se observa en el rubro de Créditos Hipotecarios, donde se tuvo un incremento de 46%, o 9.9% de crecimiento anual compuesto (CAC), así como en el de Créditos de Nómina, con 35.5% en estos cuatro años, o CAC de 7.9%.

Por otra parte, el crédito de empresas presentó solo 12.4% de variación o 3% de CAC. Si se ajusta esta cifra por inflación, representa un decrecimiento en
términos reales, lo que refleja que el sector productivo aún no ha alcanzado
los niveles de recuperación y de actividad previos a la pandemia, además de
que cuida nuevos financiamientos que forman parte del ambiente actual de tasas de interés.

También resulta interesante la concentración de mercado que se ha observado a partir de 2019, partiendo del Índice de Herfindhal Hirschman (IHH), lo cual refleja un mercado no concentrado para la Cartera de Empresas y los Depósitos a la Vista. Sin embargo, en el resto de la cartera de productos financieros, el mercado sí está concentrado ―mayormente, el segmento de Créditos de Nómina― entre los grandes bancos.

Como se puede apreciar en la tabla a continuación, en el Top 3 de bancos con mayor cuota de mercado de Cartera, al segundo trimestre de 2023, destaca BBVA México, al posicionarse como el banco principal en toda la Cartera, desde el mínimo de 22% en Depósitos a la Vista y Crédito a Empresas, hasta 38% en los Créditos de Nómina. Asimismo, en concordancia con la Utilidad Neta, Banorte y Santander se colocaron como los bancos con mayor cuota de mercado frente al resto.

Cuota de Mercado

Adicional a lo antes expuesto, debe destacarse la incursión de nuevos competidores del sector fintech en el mercado (encabezados por Nubank, Hey Banco, Spin, Stori, Konfío, Broxel y Mercado Pago), y que Finterra y Banco ABC fueron adquiridos por Covalto y Ualá, respectivamente.

Si bien estos bancos digitales aún no tienen un tamaño tan amplio dentro del sistema financiero nacional, están promoviendo una mayor competencia en el mercado, al mismo tiempo que un mayor acceso a los productos financieros.

La competencia ha incentivado al sector bancario a optar por la creación de sus propios bancos digitales, con el objetivo de hacerle frente a las fintech.  Actualmente, Billú, de Afirme, y Now Bank, de Invex, son las filiales digitales de bancos, que operan en México; sin embargo, para el próximo año se tiene proyectado el lanzamiento de Openbank, de Santander, y de Bineo, de Banorte.

Bajo esta tesitura, en el corto y mediano plazos, el pronóstico en cuanto a competencia se refiere, resulta alentador, gracias al impulso de la digitalización en los servicios financieros.

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