Open Banking: Abriendo los horizontes del sistema financiero

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Open Banking

Abriendo los horizontes del sistema financiero

El Open Banking representa para las organizaciones una oportunidad de alinearse con las tendencias globales en innovación financiera, así como para crear soluciones que respondan a las necesidades específicas de los mercados locales. Además, el uso de dicho sistema abre un camino para volverlas pioneras en la adopción de tecnologías disruptivas, acelerando la inclusión financiera e incrementando la participación de las poblaciones más vulnerables en el ecosistema financiero.

En el mundo actual, la disponibilidad de la información es un recurso de suma importancia para ofrecer productos adecuados y tomar decisiones. Las instituciones bancarias han conseguido revolucionar la experiencia de sus usuarios y, al mismo tiempo, han obtenido mejores respuestas para sus necesidades, gracias a un modelo colaborativo, impulsado por el intercambio de datos a través de APIs (Aplication Programming Interfaces). Dicho sistema es conocido como Open Banking.

El Open Banking o banca abierta “es un sistema en el que los clientes de las instituciones financieras (desde bancos hasta empresas Fintech, pasando por casas de bolsa, sociedades financieras populares y sociedades de ahorro y préstamo) autorizan compartir su información con otras entidades”[1].

De esa manera, surgen nuevas oportunidades para mejorar el funcionamiento del sistema financiero. De manera general, puede decirse que el Open Banking contribuye a:

  • Mejorar la experiencia del cliente, personalizando la atención y el servicio, y contribuyendo en la gestión de las finanzas personales, así como en la búsqueda de ofertas apropiadas para sus necesidades.
  • Aumentar ingresos, optimizando la generación de insights y la comparación efectiva de oportunidades, así como acelerando el procesamiento de la información.
  • Fomentar a la innovación, permitiendo una mayor cercanía para analizar el comportamiento del cliente, a fin de entender sus preferencias, estilo de vida, conocimiento tecnológico, entre otras cosas.

Por otro lado, la integración de la tecnología digital en el sistema financiero conlleva la necesidad de actualizar las leyes y las regulaciones. La mayor recurrencia de los pagos en línea, el surgimiento de estrategias crediticias y de inversión basadas en soportes digitales, y la existencia de productos financieros dependientes de la tecnología, son algunas de las razones por las que una mayor transparencia y unificación de protocolos entre las entidades financieras se ha vuelto necesaria.

En 2018, con la implementación de la Directiva de Servicios de Pago (PSD2) por el Banco Central Europeo, las entidades financieras de esta región se vieron obligadas a exponer información sobre sus actividades, con el propósito de generar mayor transparencia y fomentar un ambiente competitivo[2]. Para 2023, tan solo en el Reino Unido (donde la regulación pasó, después del Brexit, a llamarse PSR), alrededor de 6.5 millones de personas ya atendían a esas regulaciones, utilizando herramientas fintech para optimizar sus procesos, lo que ha contribuido en el crecimiento regional de la innovación, la competencia y la diversidad de ofertas en cuanto a productos financieros[3].

Con la Ley para regular a las instituciones de tecnología financiera (Ley Fintech), publicada el mismo 2018, México se convirtió en un pionero de la regulación de Open Banking en América Latina, lo cual estableció las bases para una banca mucho más competitiva y afianzada tecnológicamente[4].

Este ánimo regulatorio, que también está presente en países como Colombia, Chile y Brasil, promete diversas oportunidades para el desarrollo de tecnologías, ya que establece la necesidad de generar interfaces de comunicación estandarizada (APIs) con las que es posible establecer una comunicación clara y específica entre los diferentes stakeholders del ecosistema financiero (bancos, sociedades de información crediticia,bentidades regulatorias, clientes, entre otros)[5]

En suma, el Open Banking representa para las organizaciones una oportunidad de alinearse con las tendencias globales en innovación financiera, así como para crear soluciones que respondan a las necesidades específicas de los mercados locales. Además, el uso de dicho sistema abre un camino para volverlas pioneras en la adopción de tecnologías disruptivas, acelerando la inclusión financiera e incrementando la participación de las poblaciones más vulnerables en el ecosistema financiero.

Debido a sus características demográficas y su gran potencial de mercado, México puede ser la cuna de grandes innovaciones que originen mecanismos financieros innovadores y de gran escala, que vayan mucho más allá de los esquemas bancarios tradicionales. Conocer, adoptar e implementar las ventajas regulatorias, tecnológicas y de seguridad que impulsa el Open Banking es un paso fundamental para desarrollar todo el potencial de este sistema.

[1]“¿Qué es el open banking y en qué te beneficia?”, DeNoticias, Deloitte, 1 de octubre de 2019. 

[2] Cambridge Business School, The Future Development of Open Banking in the UK. Febrero de 2023.

[3] Ibidem.

[4] Gobierno de México, Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera. 24 de enero de 2024.

[5] Deloitte, Open Banking Around the World. Febrero de 2023.

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