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Las competencias del futuro para los profesionales de la salud

Liderazgo, empatía, agilidad y adaptación cultural son algunas de las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos que generó la pandemia en el sector.

Elaborado por Giovanni Sissa, socio de Consultoría de Deloitte Spanish Latin America, Marketplace Región Andina

La pandemia emergió como un elemento inesperado y un catalizador de cambio sin precedentes que incrementó el interés inusitado en la innovación. Los avances tecnológicos fueron adoptados tan rápidamente que obligaron a las organizaciones a implementar nuevas formas de trabajo que no se habían considerado, pero que ahora son vitales para mantener la operación del negocio.

Frente a la creciente ola de contagios por el COVID-19, el futuro de la humanidad estaba en jaque y, en un episodio único, los Gobiernos, empresas farmacéuticas, laboratorios y todo el ecosistema de la salud empezaron a trabajar de forma activa. La respuesta de las empresas del sector fue superlativa, en uno de los procesos más ágiles para el desarrollo de nuevas sustancias destinadas a generar inmunidad adquirida contra una enfermedad.
Este paso histórico generó confianza ante un futuro incierto. El progreso de la industria farmacéutica está reescribiendo los desafíos en la gestión humana. Sin embargo, estos cambios del sector resaltan la necesidad de promover las competencias de los profesionales de la salud.

¿Cuáles son los principales desafíos?

En el estudio de Deloitte de 2020, Rethinking the physician of the future: Embracing new technologies, empathy, and new models of care se identificaron aspectos claves como la empatía, la agilidad, la diversidad cultural y la necesidad de orientar su fortalecimiento hacia nuevos modelos de atención: la telemedicina, el monitoreo remoto y las aplicaciones de salud, entre otras.

Los médicos deberían conectarse con pacientes y colegas de diferentes culturas y enfocarse en establecer relaciones más humanas tanto de forma presencial como remota. Para ello, las capacidades de liderazgo e influencia son fundamentales para responder a los desafíos del sector farmacéutico. El profesional de salud, a su vez, requiere liderar equipos multidisciplinarios con base en la práctica clínica diaria.

De igual forma, la tecnología juega un rol protagónico para la toma de decisiones sobre el tratamiento, la prevención y la preservación del bienestar. Es vital que los profesionales desarrollen la capacidad de evaluar críticamente las oportunidades de mejora en el software y en los resultados de la investigación (como los riesgos absolutos y relativos o las probabilidades).

Actualmente, se requiere desarrollar estas competencias en los profesionales de la salud e identificar posibles alternativas para los retos expuestos. En este sentido, las recomendaciones son:

  • Desarrollar y formar candidatos para los roles de liderazgo.
  • Crear una cultura centrada en escuchar diferentes perspectivas e iniciativas estratégicas para la toma de decisiones de la alta dirección y de los comités.
  • Descubrir nuevos enfoques para la capacitación, la medición y el refuerzo de habilidades como la empatía y la valoración de la diversidad cultural.
  • Diseñar programas de capacitación que identifiquen los requisitos, los puntos de vista y las experiencias de vida de los colaboradores.
  • Capacitar y reforzar los conceptos aprendidos en el ejercicio diario e incorporar prácticas menos tradicionales como el juego de roles.
  • Diseñar nuevas visiones para la educación médica, con el fin de revisar y entregar su contenido de forma frecuente.
     

Entre máquinas y humanos

En el futuro, los algoritmos permitirán disponer determinaciones clínicas con base en el uso de datos, los cuales sería imposible analizar por los humanos. En este sentido, los profesionales se centrarán en la definición de los problemas, mientras que las máquinas ayudarán a encontrar las soluciones, con miras a verificar la pertinencia de las mismas.

En definitiva, la pandemia creó una nueva urgencia en torno a fomentar una mentalidad flexible en las organizaciones. Por lo anterior, la industria farmacéutica requiere avizorar el porvenir de forma proactiva basado en el entendimiento del contexto actual y en la asimilación de aprendizajes. Igualmente, la diferenciación en la propuesta de valor del desarrollo de las habilidades del recurso humano del sector salud impulsará los objetivos estratégicos y dinamizará los procesos de adopción y respuesta al cambio.

**Este texto fue elaborado en colaboración con Cristhian Ortiz, gerente de Consultoría de Deloitte Spanish Latin America, Marketplace región Andina.

Fuentes consultadas:

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