Datos, relatos y oportunidades para combatir la brecha de género con la visión de cuatro líderes uruguayas

“Las organizaciones no están aisladas de la sociedad”, aseguró Lucía Muñoz, socia líder de Capital Humano y líder de Estrategia e Innovación en Deloitte para la región. Esto lleva a que en las hojas de ruta de las empresas se incluyan planes y proyectos para potenciar las oportunidades de las mujeres y así acortar las brechas de género, que hoy están “absolutamente medidas”, dijo por su parte Magdalena Furtado, country programme manager de ONU Mujeres.

Los datos están a la vista: “El 98% de los hombres de entre 18 y 49 están trabajando, versus el 86% de las mujeres de esa edad. Y en las mujeres ese porcentaje disminuye con cada hijo”, remarcó Furtado. Con uno. ya baja al 81%, con dos al 77% y con tres al 71%. 

“Hay estudios que dicen que para los hombres los obstáculos laborales dependen de la dinámica del mercado laboral, de la oferta y la demanda”, mientras que “para las mujeres incide todo eso y, además, la dinámica familiar”. No solo pesa el cuidado de los hijos, sino también instancias como separaciones, muerte de familiares que ayudaban en los cuidados o enfermedades de parientes, explicó durante la segunda edición local de Forbes Mujeres Power Summit.

A la luz de todos estos datos y de otros que muestran que “la igualdad de género es buen negocio”, Furtado opinó que “es sumamente importante poder trabajar de la mano de hombres y empresas para transformar esa conducta que siempre sobrecarga a las mujeres en las tareas de cuidado y responsabilidad”. ONU Mujeres ofrece una guía con sus Principios de Empoderamiento de las Mujeres (WEPs).

“Todas hemos vivido barreras, y a veces tenemos el sesgo de no visibilizarlas y tangibilizarlas”, dijo por su parte Virginia Garda, directora de Recursos Humanos en L'Oréal Groupe. “En la primera posición de responsabilidad que me dieron yo estaba embarazada de ocho meses y en el momento dije: 'Bueno, qué emoción'. Pero hoy con perspectiva digo que pasar por eso fue un esfuerzo inmensamente adicional”, explicó. “Fue la primera vez que tuve realmente una posición de responsabilidad y obviamente que fue limitante. Esa licencia maternal se vivió distinta”, relató. 

Muñoz también hizo referencia a estudios que demostraron que en la pandemia se perdieron muchos puestos de trabajo de mujeres que tuvieron que regresar al hogar a cuidar de sus hijos. “Eso nos atrasó décadas el avance en temas de desigualdad laboral”, dijo. También, consignó que “cuando las mujeres salieron del mercado laboral se vieron reducidos ciertos niveles de compasión”.  

La directora senior de Finanzas regional de PedidosYa, Pamela Potrie, dijo que aunque hoy ya no quede bien preguntarle a una mujer si va a quedar embarazada, las desigualdades se cuelan por otras rendijas. “De repente estás en una reunión y sos la única mujer, entonces es más difícil conectar con otros. Es más complicado si soy la única que capaz que no vio el partido de fútbol de ayer, la única que no juega el tenis contigo o no me tomé un whisky en un asado”, describió.

“Creo que cada vez son más sutiles las barreras, que por un lado ¡por suerte!, pero por otro lado son más difíciles de sortear”, consideró quien además preside HackTheGap, una red de personas voluntarias para promover la diversidad y la inclusión en PedidosYa.

Potrie también habló de su hipoacusia y cómo eso es un ejemplo de interseccionalidad. “Empecé con sordera a los 21 años y me costaba hablar en el trabajo de eso, porque ya tenía suficientes barreras por ser mujer y no quería sumar otra”, contó. “Pero cuando entré a PedidosYa pedí las acomodaciones que necesitaba y eso hizo que la organización también sea más empática. Muchas veces están haciendo acomodaciones sin que yo sepa, como eligiendo un restaurante con menos ruido o usando Meet en vez de Zoom porque tiene mejores subtítulos”. 

Aunque entiende que “es más fácil hablar de esto desde una posición de liderazgo”, espera que su historia inspire a otras en situaciones similares. 

“Generación bisagra”

La country programme manager de ONU Mujeres aseguró que “somos una generación bisagra” porque “por primera vez tenemos tanto los datos como las herramientas para transitar el cambio”. “A diferencia de la época de Cristina Morán, donde uno no sabía”, hoy los datos son públicos y conocidos. 

Muñoz también sembró una semilla de optimismo acerca del futuro de las organizaciones y la sociedad respecto a los sesgos y obstáculos que enfrentan las mujeres y ejemplificó: “Veo a mi hijo de 11 años y realmente creo que va a ser muy distinto a los hombres con los que convivimos laboralmente, que tendrá otra visión de lo que es el hombre y la mujer”. 

Asimismo, la socia líder de Deloitte dijo que dentro de las propias organizaciones “hay acuerdos necesarios y acciones que tomar, pero con nombre y apellido". "Eso implica que cada líder es responsable de determinadas acciones. Si no empezamos a contar con ciertas metas reales y consecuencias de no conseguirlas, difícilmente haremos avances”, opinó.

En L'Oréal Groupe el desafío está planteado y ya se trabaja para lograr llegar a las metas fijadas. “La dotación es más del 65% femenina”, explicó la encargada de Recursos Humanos de la empresa. El directorio está compuesto por la mitad más uno de mujeres. Además, destacó que en la región tienen a la primera directora mujer de zona del mundo. “Hemos tenido el placer de que muchas mujeres estén en posiciones tradicionalmente masculinas, como directoras de Tecnología”, subrayó. 

Garda destacó las dos campañas de género que está llevando a cabo el grupo en este momento: “Stand up contra el acoso callejero” de L'Oréal Paris y “El abuso no es amor”, de YSL.