La inflación chilena, medida por el cambio año tras año en el Índice de Precios al Consumidor, se mantuvo en 2,5% en julio lo que representó un nivel justo abajo de la lectura anterior de 2,6% en junio. Aunque la variación mensual fue muda (0,1%), ocho de las doce divisiones que conforman la canasta aportaron incidencias positivas. Notables fueron las alzas en los precios de bebidas y productos alimenticios, servicios de salud, así como el equipamiento y la manutención de los hogares. Entre los productos específicos destacan los cigarros, los seguros y los medicamentos para el aparato digestivo y metabólico.
También hubo tendencias a la baja que continuaron en las categorías que ya se anticipaban con desafíos, pero hay matices importantes. A pesar de que se registraron caídas en las subcategorías de los servicios de transporte (-0,8%) y la venta de calzado y vestuario (-0,3%), la sorpresa fue que los precios asociados con la recreación y cultura, así como con los restaurantes y hoteles se mantuvieron al mismo nivel mes por mes y van arriba 2,2% y 1,6% respectivamente en la medida interanual.
El transporte es uno de los sectores más expuestos a la disrupción provocada por las medidas de confinamiento contra el COVID, pero esta industria solo registró descensos mensuales en tres de sus diez subcomponentes de bienes y servicios. La mayor incidencia la marcó la caída en los precios de combustibles y lubricantes para vehículos de transporte personal (-3,5%) así como los otros servicios relativos a vehículos de transporte personal (-0,8%). Además, según los estimados del INE, de los 24 bienes que componen la subdivisión de productos asociados a esta industria, solo siete consignaron bajas en sus precios.
En los próximos meses será muy importante continuar monitoreando estas tendencias ya que un alza en la inflación podría poner en riesgo el planteamiento de estímulo monetario que el banco central ha venido siguiendo desde que se desató la crisis. Como contraste, consideremos la situación actual de México donde la inflación interanual se aceleró a 3,6% en julio su mayor nivel en cinco meses, alejándose un poco más de la meta del 3% del Banco de México. Lamentablemente esto comienza a limitar las perspectivas de un continuo estímulo monetario en el país. Esto podría materializar una situación muy frágil para el país con un desempleo que se mantendría en niveles elevados pero al mismo tiempo las autoridades se verían forzadas a optar por una política contraccionaria para controlar los riesgos inflacionarios.
Este es uno de muchos de los puntos de vulnerabilidad que los países emergentes han ido acumulando en los últimos meses a raíz de la pandemia. El impacto económico de la pandemia sobre las economías de mercados emergentes ya superó por lejos el de la crisis financiera mundial del 2008. Según un nuevo informe del fondo monetario internacional, se proyecta que el comercio internacional y los precios del petróleo disminuirán más de 10% y de 40%, respectivamente, lo que sugiere que la situación continuaría siendo especialmente dura para los países que dependen del turismo y para los exportadores de petróleo. También empezamos a ver crecientes preocupaciones respecto a los riesgos de incumplimiento por parte de las empresas que ya son alarmantemente elevados en una serie de economías de mercados emergentes.
No obstante, hay factores que se muestran favorables. Las salidas de capital se han estabilizado y los diferenciales soberanos han retrocedido en comparación con la marcada volatilidad observada en los mercados en el mes de marzo. Lo que ha sido de gran ayuda es que las medidas de respaldo de las economías avanzadas les dieron a las autoridades de las economías de mercados emergentes margen de maniobra para poder amortiguar el golpe económico. Principalmente esto permitió a muchos países asegurar tasas favorables para un financiamiento externo ante los volúmenes históricos de emisión de bonos.
Craig Alexander is the first Chief Economist at Deloitte Canada. He has over twenty years of experience in the private sector as a senior executive and leading economist in applied economics and forecasting. He performed macroeconomic research, regional and sector analysis, and fiscal market forecasting and modelling. Craig is a passionate public speaker and holds a graduate degree in Economics from the University of Toronto.
Sebastian es economista y trabaja en la práctica de Asesoría Económica en Deloitte Canada, cubre principalmente los desarrollos macroeconómicos y tiene experiencia previa realizando investigaciones en el campo de la economía y las finanzas internacionales. Sus habilidades técnicas incluyen análisis cuantitativos complejos, econometría avanzada, aprendizaje automático y programación de computadoras. Periódicamente, monitorea de cerca los desarrollos clave en los mercados financieros mundiales, las ofertas públicas, las fusiones y adquisiciones, los precios de las divisas y los productos básicos, la política monetaria, la deuda y las cuestiones fiscales.