Los boletines estadísticos más recientes confirman la manera como se ha ido desenvolviendo la crisis económica actual.
Entre los indicadores más importantes que estamos siguiendo se encuentra el índice de precios al consumidor (IPC) publicado esta semana por el INE. Los datos inflacionarios correspondientes al mes de junio vieron una variación mensual de -0,1% en su agregado contra el mes anterior. Esto representa una subida interanual de 2,6% pero, como era de esperarse, vimos disminuciones en los precios de transporte (-0,7%) y servicios de salud (-0,4%).
Hubo alzas en las categorías de productos alimenticios y bebidas no alcohólicas (0,3%) ya que la incertidumbre ha incrementado y los hogares han aumentado su demanda de productos de salud e higiene y han optado por abastecer sus despensas anticipando la posibilidad de una situación de escases. Dos tercios de las 12 categorías que forman la canasta del IPC vieron disminuciones mensuales dentro de las cuales destacó la gasolina que cayó 2,8% dada la baja en la demanda de combustible por la caída en los desplazamientos.
En conjunto, estas medidas inflacionarias son sumamente relevantes para modelar el impacto que estamos viendo sobre el consumo ya que señalan la dirección y magnitud del balance de las presiones sobre la oferta y la demanda de bienes y servicios. Además, estos acontecimientos son consistentes con nuestro análisis del tremendo golpe que están recibiendo los comercios chilenos y el impacto sobre el empleo que sigue acumulándose.
La semana anterior, aprendimos que la tasa de desempleo llegó a 11% en el periodo de marzo-mayo. Esta cifra contempla que hay 940 mil personas oficialmente desocupadas. La participación laboral también ha bajado casi 10 puntos porcentuales (de 63% a principios de año a 53.5% en mayo). Esto es crítico ya que la tasa de desempleo sería considerablemente más alta si tomamos en cuenta que muchos trabajadores han dejado de participar por circunstancias ajenas a su voluntad. Entre los sectores más afectados se encuentran comercio (-19,4%), alojamiento y servicios de comida (-42,4%) y construcción (-23,1%).
Otra cifra que se publicó recientemente fue la deuda total de los hogares chilenos que sobrepasó el 75% de sus ingresos disponibles en el primer trimestre del año. Aunque esta cifra viene con rezago y no refleja los efectos de la pandemia, estos números pintan una situación delicada ya que estos son niveles históricamente altos. Considerando que el denominador corresponde a la suma de todos los ingresos anuales y el numerador el total de las deudas, esperamos que esta estadística suba considerablemente en los próximos registros. Según el reporte emitido por el Banco Central, la cifra surgió por el aumento de préstamos bancarios hipotecarios y en menor medida por la financiación de gastos corrientes. A su vez, los hogares habían registrado un deterioro en su riqueza financiera neta dado el rendimiento negativo de las bolsas locales y externas en el periodo.
Por último, revisando las tendencias correspondientes al comercio internacional, vimos alzas en las exportaciones que llegaron por encima de lo anticipado. Esta es su primera subida del año y la balanza comercial tuvo un superávit de $1.4 miles de millones de dólares en junio. Las exportaciones subieron 2,3% mes por mes y 3,5% interanual pero la caída en las importaciones fue dominante en la mejora de la balanza ya que estas retrocedieron 20% de forma interanual. Aunque cerca de la mitad de las exportaciones en junio correspondieron a la venta de cobre, también hubo incrementos en otros sectores como consecuencia de la reactivación en China y Estados Unidos. No obstante, las exportaciones chilenas siguen estando 7% abajo respecto al año anterior cuando se toma en cuenta lo que va del año.
Craig Alexander is the first Chief Economist at Deloitte Canada. He has over twenty years of experience in the private sector as a senior executive and leading economist in applied economics and forecasting. He performed macroeconomic research, regional and sector analysis, and fiscal market forecasting and modelling. Craig is a passionate public speaker and holds a graduate degree in Economics from the University of Toronto.
Sebastian es economista y trabaja en la práctica de Asesoría Económica en Deloitte Canada, cubre principalmente los desarrollos macroeconómicos y tiene experiencia previa realizando investigaciones en el campo de la economía y las finanzas internacionales. Sus habilidades técnicas incluyen análisis cuantitativos complejos, econometría avanzada, aprendizaje automático y programación de computadoras. Periódicamente, monitorea de cerca los desarrollos clave en los mercados financieros mundiales, las ofertas públicas, las fusiones y adquisiciones, los precios de las divisas y los productos básicos, la política monetaria, la deuda y las cuestiones fiscales.