En la nota de hoy comentamos las estadísticas de la semana y compartimos nuestra lectura sobre el impacto que están teniendo las medidas de confinamiento sobre la actividad económica en Chile. Luego repasamos los aportes de las últimas noticias sorprendentemente positivas del extranjero. Los detalles a continuación.
A principios de semana, el Banco Central de Chile dio a conocer las cifras del IMACEC (Indicador mensual de actividad económica) y sus componentes correspondientes al mes de abril. Tal y como lo anticipábamos en la nota anterior cuando revisamos las tendencias en el sector de comercio, la economía sufrió una caída de 8,7% sobre el mes anterior y nos situó 12,4% abajo comparado con el mes de abril del 2019.
En una primera lectura, este desplome es alarmante ya que supera todos los tropiezos que se han registrado desde que el indicador empezó a ser publicado hace más de tres décadas. Sin embargo, esta caída era de esperarse dados los declives que se habían estimado en otros países incluyendo EEUU, los países de la zona Euro, y Canadá. De misma forma, el IPC registró caídas en las tendencias inflacionarias dada la débil demanda doméstica destacando las bajas en la demanda de bencinas, restaurantes, y cervezas.
El sector no minero (-9,7%) fue el principal responsable detrás de la contracción del IMACEC ya que hay un elevado impacto sobre las industrias de la construcción, los servicios personales, el transporte, el comercio y la hostelería. Por el momento, este resultado es explicado en su mayoría por los efectos directos de la emergencia sanitaria por lo que, cabe recalcar, las consecuencias secundarias que emerjan como consecuencia de la crisis económica se seguirán materializando a mediano y largo plazo. Es fundamental que sigamos la evolución de este indicador ya que nos ofrece un marco de referencia para cuantificar la profundidad de la crisis y poder entender que tanto nos vamos recuperado en el transcurso de los próximos meses.
Han habido otros acontecimientos con aportaciones menos negativas. Por ejemplo, el sector minero (0,9%) subió impulsado por el alza en la producción de cobre aunque quedó por debajo 0,2% comparado con el año anterior. En mayo, el índice del IMCE (registrado por Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas que mide las expectativas del sector privado) rebotó a 34,3 puntos lo que lo posicionó 8,0% por encima de su lectura el mes anterior. Aunque seguimos estando en territorio pesimista (por debajo de 50), esta estabilización es consistente con lo que hemos visto en los índices de PMI globales y sugieren una desaceleración en la velocidad de la contracción. El mes de abril, se había registrado una caída de 22,0% cuando dicho indicador cayó a 31,7.
En cuanto a noticias positivas, el peso está viendo mejoras considerables regresando a los niveles debajo de los niveles vistos a principios de año antes de que se diera el brote de la pandemia. Además, la buena racha en los mercados internacionales se ha visto reflejada en los precios de las commodities con el cobre rebasando $2,5 al cierre de la primera semana de junio después de haber rozado bajos de $2,1. Esta fue su mejor semana en más de un año.
Las mejoras son explicadas por un mayor optimismo a las aperturas de las economías más grandes del mundo, así como el estímulo resultante del esfuerzo coordinado de la política fiscal y monetaria para apoyar la recuperación a nivel global. Por esto, a pesar de las incertidumbres que dominan las circunstancias domésticas, terminamos la semana en un contexto positivo con un marco global que vio varias sorpresas al alza. En particular, hoy se dieron a conocer datos que nos permiten considerar el potencial de recuperación económica dadas las políticas de reapertura que hemos visto en el extranjero. Notablemente, los datos de desempleo en EE. UU. dieron una vuelta inesperada ya que la economía creó 2,5 millones de empleos en el mes anterior bajando la tasa de desempleo a 13,3%. Esto tomó por sorpresa a los pronosticadores económicos que esperaban caídas de casi 8 millones. Solo una vez hace 37 años se habían visto creaciones de empleos de más de un millón desde la segunda guerra mundial.
Craig Alexander is the first Chief Economist at Deloitte Canada. He has over twenty years of experience in the private sector as a senior executive and leading economist in applied economics and forecasting. He performed macroeconomic research, regional and sector analysis, and fiscal market forecasting and modelling. Craig is a passionate public speaker and holds a graduate degree in Economics from the University of Toronto.
Sebastian es economista y trabaja en la práctica de Asesoría Económica en Deloitte Canada, cubre principalmente los desarrollos macroeconómicos y tiene experiencia previa realizando investigaciones en el campo de la economía y las finanzas internacionales. Sus habilidades técnicas incluyen análisis cuantitativos complejos, econometría avanzada, aprendizaje automático y programación de computadoras. Periódicamente, monitorea de cerca los desarrollos clave en los mercados financieros mundiales, las ofertas públicas, las fusiones y adquisiciones, los precios de las divisas y los productos básicos, la política monetaria, la deuda y las cuestiones fiscales.