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Técnicas oficiales para pruebas de tensión
En julio pasado, la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) publicó un documento que discute de qué manera los requerimientos de diseño de las pruebas de tensión en Europa se alinean con los incentivos de las distintas partes interesadas. En particular, el objetivo es entender si existe espacio para mitigar el problema del “concurso de belleza”: los bancos están más interesados en mostrar que ellos lo están haciéndolo mejor que otros, en lugar de identificar los verdaderos riesgos en un escenario adverso.
Esta discusión es particularmente relevante, dado el creciente debate en muchas jurisdicciones, sobre si las pruebas de tensión oficiales se ajustan a su propósito y si entregan los resultados para los cuales fueron diseñadas. En la Unión Europea, esta discusión se focaliza en los costos y beneficios de los ejercicios del tipo bottom-up de gran escala, las posibles opciones para mejorar su utilidad para los bancos, supervisores y público en general, así como también en la exploración de vías para hacerlos menos pesados.
Con todo, la EBA sugiere que los ejercicios bottom-up difícilmente pueden ser compatibles con los incentivos de los agentes comprometidos, y por tanto sugiere un movimiento hacia las pruebas del tipo top-down.
En Chile las pruebas de tensión a la banca se encuentran aún en un estado incipiente. Si bien algunas instituciones que operan en el país han avanzado en el desarrollo de este tipo de modelos, la realidad local se encuentra lejos de las economías desarrolladas, en las que tanto los reguladores como los bancos han acumulado una experiencia apreciable en este ámbito. Precisamente a partir de esa experiencia es que en los países más avanzados se está produciendo el mencionado proceso de revisión de las pruebas de tensión, con el consiguiente cuestionamiento de si se están cumpliendo o no los objetivos para los cuales fueron originalmente diseñadas.
El desafío a nivel local no es menor. El regulador tendrá la misión de procurar que en la implementación de estas pruebas se generen incentivos adecuados, e independientemente de los lineamientos que las autoridades entreguen a la industria en este ámbito, serán los propios bancos los primeros responsables de maximizar sus esfuerzos por implementar pruebas que efectivamente identifiquen y midan sus sensibilidades ante escenarios de tensión, lo cual colaborará con una mejor gestión de sus riesgos.
El documento se encuentra disponible en el siguiente enlace.