Conozca lo que estipula la legislación sobre el uso de datos de las personas fallecidas

El tratamiento de datos personales es un tema crucial y regulado en muchas legislaciones, pero cuando se trata de los datos de personas fallecidas, el panorama se complica por la existencia de vacíos legales. De acuerdo con José Luis Jerez, socio del equipo de Deloitte Legal, aunque no existe una normativa clara sobre el tratamiento de estos datos, es posible seguir utilizando información de naturaleza pública como el estado civil, el nombre y la cédula, ya que estos datos no están sujetos al régimen legal de protección de datos.

Para los datos que sí están cubiertos por la legislación, Jerez explica que no se pueden seguir tratando una vez la persona ha fallecido, a menos que exista una autorización explícita por parte de los causahabientes. Esta autorización debe estar directamente relacionada con la finalidad del nuevo tratamiento, como la divulgación de información necesaria para trámites legales, financieros y administrativos.

En caso de no contar con la autorización necesaria, los causahabientes o titulares de los derechos de imagen pueden solicitar el cese del uso de los datos. Sin embargo, si existe una relación contractual que persista postmortem, el tratamiento de los datos puede continuar según lo estipulado en dicho contrato.

El uso indebido de los datos de personas fallecidas puede resultar en sanciones severas. Según el capítulo II de la Ley 1481 de 2012, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) tiene la facultad de imponer multas. Estas medidas buscan asegurar que el tratamiento de datos, ya sea de personas vivas o fallecidas, se realice conforme a la normativa vigente, protegiendo así la privacidad y los derechos de los individuos.