El reskilling y la resiliencia organizacional

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El reskilling y la resiliencia organizacional

En los últimos años hemos podido constatar que, gracias a la irrupción de las nuevas tecnologías, se ha incrementado la velocidad de cambio en nuestro entorno y, con ella, la naturaleza dinámica de los trabajos. Asimismo, la pandemia COVID-19 ha acelerado del ritmo de cambio y, junto a la incertidumbre asociada a sus imprevisibles consecuencias, ha puesto en tela de juicio la resiliencia organizacional, la capacidad que tienen las organizaciones para adaptarse y sobreponerse a cualquier desafío imprevisto que pueda presentarse en su camino.

Una vez superadas con (o sin) éxito las fases de respuesta inmediata y de vuelta a una nueva realidad, ahora numerosas organizaciones reflexionan sobre lo ocurrido y tratan de hallar múltiples palancas que les permitan reinventarse y estar preparadas para futuros inciertos que vendrán. Muchas de ellas se encuentran en un momento de transformación.

Ante esta realidad, existen diferentes alternativas que las organizaciones deberían aprovechar y accionar para reimaginar su futuro y su capacidad para abordarlo con éxito. Una de ellas, es el Reskilling, que ha llegado a las organizaciones para quedarse.

Según la última edición del estudio “Global Human Capital Trends 2020” elaborado por Deloitte, el 74% de los encuestados afirma que el Reskilling es un elemento importante o muy importante mientras que sólo el 10% de las organizaciones considera que están “Muy Preparadas” para abordar este reto. Asimismo, según el citado estudio, el 53% de los encuestados sostiene que más de la mitad de su plantilla necesitará cambiar sus habilidades en los próximos 3 años.

Todo ello, nos indica que el Reskilling se erige como una de las fórmulas clave para que las organizaciones puedan desarrollar la resiliencia de forma exitosa.

Para ello, es imprescindible maximizar el potencial que tiene la organización y su propio talento. No cabe duda de que, en este camino, la tecnología seguirá siendo un compañero de viaje indispensable, y por ello, el reskilling, optimizará la relación de colaboración “persona-máquina” dotando al individuo de nuevas habilidades y redefiniendo su aportación de valor dentro de la organización. Es decir, además de ofrecer múltiples ventajas competitivas (en términos de flexibilidad, adaptación, empleabilidad etc), el Reskilling ayudará a las organizaciones a fomentar un mayor sentido de contribución. Además, será fundamental que cualquier programa de Reskilling ponga el foco en las “capacidades humanas”, ya que éstas posibilitarán la adquisición y desarrollo de nuevas skills.

Teniendo en cuenta el enorme potencial del Reskilling, las organizaciones y sus líderes deberán abandonar enfoques tradicionales cortoplacistas (basados en el mero despliegue de catálogo de habilidades) y tendrán que adoptar un enfoque más amplio y estratégico con la mirada puesta en las necesidades futuras.
 

Artículo publicado en el Diari de Tarragona por Marc Garcia Tamayo, manager de Consultoría de Human Capital de Deloitte