Las ciudades, elemento clave en la transición energética

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Las ciudades, elemento clave en la transición energética

El impacto medioambiental relacionado con la actividad en las ciudades

Las ciudades consumen el 40% de la energía final y están relacionadas con hasta el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

En España, las ciudades concentran el 70% de la población (32 millones de personas) y agrupan aproximadamente 750 municipios, aproximadamente el 10% del total del país. En ellas se consume el 40% de la energía final, principalmente en dos sectores de actividad: edificación y transporte rodado. En el consumo energético del sector edificación, que incluye edificios residenciales y de servicios, el gasto energético predominante es la electricidad (54%), seguida del gas natural (32%) y los productos petrolíferos (13%). Por su parte, el sector transporte está ampliamente dominado por el consumo de productos petrolíferos (95% del total del consumo del sector transporte).

¿Qué actividades son los más contaminantes en las ciudades?

  1. El 20% del total de emisiones GEI de España son emisiones directas generadas en las ciudades, en edificación (por ejemplo, calderas para calefacción y ACS), transporte rodado (por ejemplo, turismos) o emisiones no energéticas del sector residuos.

  2. Un 10% son emisiones indirectas, derivadas de la generación de la electricidad o del refino de productos petrolíferos consumidos en las ciudades.

  3. En torno al 40% son emisiones asociadas producidas fuera de la ciudad, pero necesarias para producir y transportar a las ciudades los productos consumidos en las mismas. En esta categoría se incluirían emisiones del sector ganadero, agrícola e industrial asociadas con la elaboración y el transporte de estos productos.

  4. Por último, las emisiones GEI no energéticas asociadas a los residuos generados en las ciudades (derivadas de su descomposición y tratamiento) supusieron aproximadamente un 3,5%.

Las emisiones de elementos contaminantes relacionadas con la calidad del aire, tales como partículas de óxidos de azufre (SOx) y nitrógeno (NOx), están también estrechamente relacionadas con la actividad en las ciudades. La superficie que ocupan las urbes equivale a menos del 10% de la superficie total
en España, pero concentra el 30% de las emisiones de NOx y el 55% de las de
partículas que se emitieron en 2016. Estas emisiones, unidas a otros factores como los climatológicos o las emisiones de origen natural, hacen que la
concentración de estos elementos contaminantes haya sobrepasado los límites legales en algunas ciudades españolas
(por ejemplo, la concentración de NOX en las ciudades de Madrid o Barcelona durante al año 2017), con el consiguiente riesgo para la salud de sus habitantes. Esta presión incrementa la necesidad de continuar impulsando la transición energética en las ciudades, cada vez con mayor intensidad y velocidad.

En este sentido, las ciudades se han comprometido a ambiciosos objetivos de mejora de su sostenibilidad energética. La Unión Europea sigue firme en su estrategia de liderar la lucha contra el cambio climático a nivel global y alcanzar la neutralidad tecnológica en 2050, incrementando la firmeza y la ambición en los diferentes objetivos de descarbonización. Algunas de las medidas implementadas por la UE para la consecución de estos objetivos medioambientales son la obligatoriedad de reducir las emisiones de los
vehículos ligeros y pesados, el impulso de la infraestructura de carga de
combustibles alternativos, o las estrategias de renovación de edificios que
permitan tener un parque descarbonizado y eficiente en el largo plazo. 

Conclusiones

Para contribuir a la reducción de emisiones en las ciudades, se deben impulsar los 3 pilares fundamentales de la transición energética:

  1. La mejora de la eficiencia energética en el consumo de la energía (rehabilitación de edificios, uso de sistemas inteligentes de control de climatización, sustitución por equipos más eficientes como las calderas de gas natural de condensación o nuevos vehículos más eficientes).

  2. El uso de tecnologías que permitan sustituir el consumo de combustibles contaminantes por vectores energéticos menos emisores y menos contaminantes (vehículo eléctrico, bomba de calor, entre otros).

  3. La generación eléctrica sin emisiones, que permita reducir las emisiones indirectas generadas por la ciudad.