¿Nuevos o usados?: los autos que busca el consumidor en México

Ciudad de México a 28 de Septiembre de 2023.

La pandemia de COVID-19 representó un gran reto para la industria automotriz en todos sus niveles, desde la disrupción de las cadenas de suministro hasta el cambio en los patrones de consumo. Con la recuperación económica y la proliferación de nuevas tecnologías, el consumidor se ha decantado por buscar diferentes tipos de automóviles, dependiendo de sus necesidades, presupuestos e intereses personales.

Actualmente, el comprador se encuentra con una gran variedad de opciones para elegir, las cuales van desde el automóvil compacto tradicional hasta los autos de alta gama en modalidad de combustión interna (gasolina), híbridos o eléctricos. Al mismo tiempo, la tecnología y la conciencia ambiental han abierto la posibilidad de reflexionar acerca del tipo de auto que se necesita^[1]
y también han generado servicios como los de shared mobility, los cuales
involucran el uso de plataformas digitales para facilitar la movilidad de particulares^[2].

Según el Tablero del Consumidor de Deloitte^[3], 30% de los(as) encuestados(as) planea adquirir un vehículo en los próximos seis meses; de ese porcentaje, 80% busca comprar una unidad nueva. Estos porcentajes
nos indican que la mayor parte de los consumidores está interesada en explorar las ventajas de un auto nuevo, pero ¿qué razones los llevan a elegir dicha opción?

Para encontrar una respuesta, conversamos con Alberto Torrijos, Socio Líder de la Industria Automotriz en Deloitte Spanish Latin America, quien nos compartió sus reflexiones sobre el panorama que enfrenta esta industria.

En la actualidad, ¿qué tan interesados están los(as) consumidores(as) en adquirir un auto?

Tras los retos de la pandemia, la industria está pasando por un
periodo importante de resiliencia y recuperación. Mientras que la situación de
2020 y 2021 provocó un cambio en el comportamiento de diversos consumidores (debido a que muchos de ellos consideraron comprar vehículos para cuidar la distancia social, y, más adelante, por la poca disponibilidad de modelos que había en el mercado^[4]), actualmente vemos que la demanda de vehículos ligeros es mayor.

Esto se refleja en datos de la más reciente encuesta del Tablero del Consumidor de Deloitte, la cual señala que 30% de los consumidores mexicanos está buscando adquirir un vehículo en los próximos seis meses^[5].

¿Cuáles son los factores que, en los últimos meses, han propiciado una situación más favorable para el sector automotriz?

Para entender la situación actual del sector en México, debemos considerar tres aspectos fundamentales: 1) el crecimiento de la producción, 2) la estabilidad en las exportaciones y 3) las nuevas inversiones, provocadas por el nearshoring^[6].

El sector automotriz no solo involucra al consumidor final, sino que incluye todos los aspectos de la producción y la distribución. Como tal, la producción está alcanzando niveles importantes (3,308,346 automóviles producidos en 2022^[7]), gracias a la recuperación de suministro de componentes y microprocesadores, así como por la demanda en Estados Unidos y Canadá, principalmente.

Pero ya sea que hablemos de los autos que se exportan o de los que se comercializan en nuestro país, los fabricantes y distribuidores deben considerar las características que buscan los distintos mercados y ajustar su oferta a los públicos correspondientes. Eso es lo que seguirá favoreciendo el crecimiento del sector en los próximos años.

¿Por qué los consumidores están más interesados en comprar autos nuevos que usados?

Según el Tablero del Consumidor, 80% de los consumidores que buscan comprar un auto preferiría adquirir uno nuevo^[8]. Este dato indica, en primer lugar, una tendencia que se aleja de lo sucedido en la pandemia, cuando había una preferencia por los vehículos usados, debido al precio y a la disponibilidad que estos tenían dentro del retador contexto logístico en el que estábamos inmersos.

Esto sucede a pesar de que, debido al aumento de su demanda, los precios de los autos usados también subieron. Sin embargo, en cuanto a los vehículos nuevos, las cosas fueron distintas: a medida que las cadenas de suministro se restablecieron, y las armadoras de automóviles volvieron a sus funciones normales, los precios llegaron a un punto de estabilidad.

Por otra parte, la preferencia por autos nuevos, en vez de usados, refleja un cambio de hábitos e intereses de los consumidores. Por ejemplo, uno de los principales factores que propician esta preferencia por automóviles nuevos es la preocupación ambiental; es decir, muchas personas, sobre todo de los segmentos más jóvenes, están interesadas en hacer la transición hacia opciones de movilidad más sostenibles (eléctricas o híbridas), para generar un menor impacto ambiental^[9].

En contraste, los consumidores de mayor edad buscan renovar su vehículo, basados, principalmente, en las características de equipamiento de los automóviles: les interesa, por ejemplo, contar con más tecnología, mayor conectividad y opciones más cómodas.

Además de las características mencionadas, para buena parte de los
consumidores es necesario que los vehículos sean económicamente accesibles, pues el mercado mexicano es sensible al precio. A partir de estas
consideraciones, podemos leer los números actuales del sector: hasta agosto de 2023, de acuerdo con el INEGI, se vendieron 857,803 autos en el país, lo que indica que vamos por buen camino para superar los 1,094,728 que se vendieron durante todo 2022^[10].

Los beneficios de tener un auto nuevo, de agencia, son importantes: por ejemplo, podemos tomar en cuenta la disponibilidad de una garantía por parte del fabricante, la cual es de gran importancia al momento de comprar un vehículo. Sumado a esto, las nuevas tecnologías que presentan los autos nuevos otorgan mayores estándares de seguridad y aditamentos que benefician al usuario en su operación (como alarmas, servicios de geolocalización y sistemas de seguridad).

¿El camino de la industria automotriz sigue apuntando hacia la electrificación de los autos? ¿O qué otras tendencias se visualizan en el futuro?

El mercado mexicano está todavía en los primeros pasos de su transición hacia las alternativas de electrificación. Si bien las intenciones de compra son considerables, con 45% de los encuestados en el Tablero del Consumidor deseando adquirir un vehículo híbrido o full electric, la demanda real de estos vehículos, en 2022, representa tan solo 51,065 unidades^[11].

El primer porcentaje indica, como habíamos mencionado, que los consumidores jóvenes buscan alternativas sostenibles, y también representa, hasta cierto punto, el impulso que las marcas han dado a este segmento para volver más populares este tipo de vehículos, con cada vez más alternativas integrándose al mercado.

Otra de las ventajas de un vehículo eléctrico son los incentivos económicos, toda vez que no requieren gastos como tenencia o verificaciones, y reducen o evitan el consumo de gasolina^[12].

Ahora bien, los autos eléctricos también presentan ciertas desventajas, actualmente: 1) los costos, que aún resultan poco accesibles para un gran sector de la población (el precio de un auto híbrido ronda entre los 380,000 y los dos millones de pesos^[13]), y 2) la poca disponibilidad de infraestructura de carga urbana y suburbana, que aún no es suficiente para soportar una demanda elevada de vehículos eléctricos; esto, aunado a los altos costos que implican las instalaciones de carga para los hogares.

En ese sentido, los retos fundamentales para las armadoras son buscar eficiencias en el costo y en la durabilidad de las baterías, así como expandir la infraestructura de carga, con la finalidad de que los vehículos eléctricos tengan un costo más asequible para los consumidores y despierten más su interés. Si bien es cierto que la electromovilidad avanza a buen paso, sigue siendo un tema emergente en nuestro país.

Vista desde otro ángulo, la electromovilidad es un muy buen horizonte de negocios para México, pues representa una oportunidad de crecimiento y desarrollo de vehículos y componentes con mayor valor y contenido local, así como la oportunidad de desarrollar talento y un ecosistema enfocado en tecnologías sostenibles^[14].

En suma, para aprovechar este escenario, México debe seguir invirtiendo en el desarrollo de la industria automotriz eléctrica, y, por lo tanto, en la manufactura de componentes para vehículos eléctricos e híbridos. Los estudios que ha realizado Deloitte sobre el panorama de la industria automotriz, tanto a escala global como local, pueden servir como un puntero que nos permite advertir hacia dónde avanzará la evolución del sector en los próximos años.

[1] Deloitte, Tablero del consumidor: conociendo sus nuevos hábitos, septiembre de 2023.

[2] Futurelearn, What is Shared Mobility? Visto septiembre de 2023.

[3] Deloitte, Ibid., septiembre de 2023.

[4] Deloitte, Estudio global del consumidor automotriz, resultados clave: México, enero de 2022, p. 17.

[5] Deloitte, Tablero del consumidor: conociendo sus nuevos hábitos,
septiembre de 2023.

[6] Deloitte, Nearshoring en México: Un fenómeno que está emergiendo
rápidamente, julio de 2023.

[7] INEGI, Registro administrativo de la industria automotriz de
vehículos ligeros, visto septiembre de 2023.

[8] Deloitte, Tablero del consumidor: conociendo sus nuevos hábitos, septiembre de 2023.

[9] Ibidem.

[10] Inegi, Registro administrativo de la industria automotriz de vehículos ligeros, visto septiembre de 2023.

[11] AMIA, Ventas de vehículos híbridos y eléctricos, visto septiembre de 2023.

[12] Deloitte, Estudio global del consumidor automotriz. Resultados clave, México, enero de 2022, p. 11.

[13] Nexu, Autos híbridos que puedes comprar en México en 2023, 28 de marzo de 2023.

[14] Idem, Econosignal: Perspectiva Industrial, industria automotriz, septiembre de 2022, p. 50.