Compras para consentirse: el lado placentero del consumo

Perspectivas

Compras para consentirse:

El lado placentero del consumo.

Incluso en tiempos complicados, las personas necesitan relajarse. Los gastos para “darse un gusto” son parte fundamental de la vida cotidiana, desde comer en un restaurante hasta asistir a un evento o irse de vacaciones. Saber cómo usan los mexicanos su dinero para el esparcimiento, nos ayudará a comprender el estado actual del sector consumo.

En entrevista con Manuel Ostos, Socio Líder de la Industria de Consumo en Deloitte Spanish Latin America.

En el mundo posterior a la emergencia por COVID-19, podemos apreciar mucho más las alternativas de entretenimiento que ofrece nuestro entorno. Las personas quieren visitar nuevos lugares, ver a sus amigos, viajar, ir a conciertos, al teatro o al cine. Al mismo tiempo, se redescubrió el valor de estar en casa: tienen ánimo de gastar en muebles, aparatos electrónicos, así en algunos hobbies.

Para el sector consumo, el regreso a las actividades presenciales implicó una reactivación paulatina. Sin embargo, los desafíos económicos de los últimos años, provocados por la inflación, la subida de las tasas de interés, por los conflictos geopolíticos y por otros acontecimientos, afectan la capacidad económica de las personas, así como sus hábitos de compra.

A pesar de los retos derivados de estas situaciones, existe un ambiente de optimismo. Los hábitos de los consumidores, que le dan una prioridad especial a disfrutar su tiempo, indican que el consumo por placer sigue siendo importante para ellos.

En nuestro Tablero del Consumidor, analizamos las preferencias de los(as) mexicanos(as) en cuanto a las compras que hacen para consentirse. Por ello, y con el propósito de profundizar más sobre el tema, conversamos con Manuel Ostos, Socio Líder de la Industria de Consumo en Deloitte Spanish Latin America, quien nos compartió su perspectiva de este fenómeno del consumo.

¿A qué nos referimos con compras para “consentirse” o “darse un gusto”?

Si bien nos encontramos en medio de una situación económica complicada, no solo en México sino a nivel mundial[1] ―lo que hace que la gente se vuelva cada vez más consciente de sus gastos y de la importancia de ahorrar en la medida de lo posible―, los consumidores aún tienen la intención, y, en muchos casos, la posibilidad, de darse pequeños gustos.

Pueden ser desde un lápiz labial hasta una cena con los amigos o un viaje con la familia. Este tipo de compras varía entre los diversos segmentos económicos y de edad de los consumidores y, en muchos casos los consumidores suelen recortar costos en ciertas categorías de compra, para poder permitirse la adquisición de algo para darse un gusto o consentirse.

Entre las preferencias de los consumidores, ¿qué lugar ocupan este tipo de compras?

En la encuesta multinacional que hacemos todos los meses, como parte del Tablero del Consumidor de Deloitte, separamos las compras en dos categorías:  

  • Las compras discrecionales: aquellas que las personas hacen regularmente durante su día a día (hogar, salud, recursos, transporte), con 70% del total de gastos.
  • Las compras menos discrecionales: aquellas que las personas no hacen por necesidad, sino como parte de sus gustos o de su modo de vida (recreación, entretenimiento, viajes, comida, muebles), con 30% del total de gastos[2].

De acuerdo con los datos que hemos recabado, en la medición más reciente, podemos observar que la segunda de estas categorías tiene un lugar importante. Por ejemplo, al preguntar a nuestro grupo de encuestados mexicanos si considera tener recursos para darse pequeños lujos o gustos, 43% nos ha respondido que sí los tiene[3].

Este porcentaje no es muy distinto del que obtuvimos en la medición aplicada en el resto de Latinoamérica; de hecho, el global es 45%[4]. Así, vemos que, aunque la situación económica es complicada en México, la gente tiende a priorizar sus gustos.

¿Cuáles son los productos o servicios que, en mayor medida, consumen los(as) mexicanos(as) para consentirse?

En términos generales, de acuerdo con los resultados de nuestro Tablero del Consumidor, 50% del total de personas encuestadas gastó un mínimo de $400 pesos en al menos una compra que realizó para “consentirse” o “darse un gusto”. Las personas que compran más artículos para consentirse son aquellas que tienen ingresos altos.

El segmento de edad que tiende a destinar mayor presupuesto en este tipo de compras es el que va de los 35 a los 54 años de edad, mientras que el de 18 a 34 años tiende a comprar productos más económicos, aunque en mayor volumen[5]. En cuanto a esto, debemos considerar que muchos de estos gastos suceden en la categoría de comidas y bebidas, con las bebidas alcohólicas como uno de los gastos más recurrentes.

Hay que señalar que las personas están gastando no solo en productos sino, además, en servicios, y, específicamente, en “eventos ocasionales” o “eventos de la vida”.

Con la próxima llegada del verano, existe un pronóstico de crecimiento en el sector turístico[6] y, en consonancia con ello, nuestra encuesta sobre “Tendencias de viaje entre los consumidores”, señala que 50% de los encuestados alrededor del mundo tiene la intención de viajar más en 2023 que en 2022[7].

Al mismo tiempo, 27% de nuestros encuestados del Tablero del Consumidor[8] reporta que planea ahorrar en su viaje, con el propósito de mantener su estabilidad financiera.

Pero, además del turismo, el entretenimiento es otro de los segmentos de servicios preferidos entre los consumidores, cuando se trata de compras para consentirse.

A pesar de que los niveles de ansiedad van a la baja[9] en México y en prácticamente todo el mundo, éstos siguen siendo considerables, y, por ello, las personas buscan darse momentos de esparcimiento, como ir al teatro, al cine o a un concierto, a fin de relajarse o darle algo de alivio al estrés que tienen.  

Los comportamientos de las personas al hacer sus compras menos discrecionales, en qué gastan y cuánto gastan, puede decirnos muchas cosas sobre su comportamiento y su situación financiera, y sobre el estado tanto del ánimo de los mexicanos como de su economía. Por ejemplo, es importante mencionar que 56.9% de la población tiene algún tipo de deuda[10], de acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares (ENFIH).

Actualmente, ¿los altos niveles de inflación han impactado a este tipo de compras?

Las expectativas inflacionarias para el consumidor mexicano se mantienen altas. A pesar de que la situación está un poco más estable, los siguientes porcentajes del público encuestado consideran que los precios subirán en las siguientes categorías:

  • Ropa y calzado: 61%
  • Abarrotes: 63%
  • Restaurantes: 62%

Si vemos estos datos por grupo de edad, para la gente mayor de 55 años, estas expectativas rondan el 75%, y son aún mayores para los estratos económicos altos que para los bajos[11].

Sin embargo, de acuerdo con los mismos datos del Tablero, 51% de las
personas que encuestamos, confió en que su situación financiera se mantendrá o mejorará el próximo año[12], lo que refleja el optimismo de nuestra sociedad.

¿A qué otros retos se enfrentan los consumidores para ‘consentirse’?

Básicamente, a la situación financiera por la que está atravesando gran parte de la población, alrededor del mundo. La incertidumbre económica, derivada de eventos sociopolíticos locales y globales,ha hecho que crezca la ansiedad en torno a la estabilidad laboral de las personas y también ha modificado los patrones de gasto que tenían.

Asimismo, se ha visto impactada la capacidad de ahorro de las personas y, en consecuencia, los montos que han destinado para ello han tendido a ser inestables[13]. De ahí surge la necesidad de cuidar sus gastos, pues, al final, cuando las personas se orientan a tener ahorros para cualquier imprevisto, su situación se vuelve más estable.

[1] La OCDE señala diversos retos a nivel económico, social, político y de salud como los principales retos para el desarrollo en el último año (OCDE, “Orientación estratégica de la Secretaría General para el bienio 2023-2024”, visto: 31 de mayo de 2023). 

[2] Deloitte, Tablero del consumidor (datos fuente), 27 de abril de 2023.

[3] Del oitte, ibidem.

[4] Deloite, Global State of the Consumer Tracker, 27 de abrilde 2023.

[ 5] La media de gastos del segmento de 35 a 54 años de edad es de $422 pesos, mientras que el de 18 a 35 años gasta alrededor de $357 pesos (Deloitte, Infografía “Compras para consentirse: el consumo que da placer”, 27 de abril de 2023).

[6] EFEComunica, “El sector turístico en México prevé crecimiento en 2023 con incertidumbre”, 10 de marzo de 2023.

[7] Deloitte, “Tendencias de viajes de los consumidores en 2022”, enero de 2023, p. 11.

[8] Deloitte, Tablero del Consumidor (datos fuente), 2 de abril de 2023.

[9] Deloitte, Infografía “Ansiedad a la baja”, abril de 2023.

[10] Inegi, “Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares, 2019”, 5 de noviembre de 2021.

[11] Deloitte, Tablero del Consumidor (datos fuente), 27 de abril de 2023.

[12] Deloitte, ibidem.

[13] De acuerdo con la ENFIH, solo 49.1% de la población posee una cuenta de ahorro formal mientras el 51.9% no la tiene (“Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, 2021”, p.3, 11 de mayo de 2022).  Esto indica que los hábitos de ahorro en México están poco desarrollados (Condusef, Boletín de prensa “Conmemoración del Día Mundial del Ahorro”, 11 de mayo de 2022). 

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