Finanzas personales: de la preocupación al gasto creciente

Ciudad de México a 23 de Agosto de 2023.

La preocupación por las finanzas personales ha sido un tema que, durante la pandemia de COVID-19 y en el periodo de recuperación que vino después de ella, ha ocupado un lugar relevante entre los consumidores mexicanos. En un primer momento, esa inquietud se debió al impacto económico que produjo la contingencia sanitaria; y, después, a la incertidumbre y otros sucesos geopolíticos, como el conflicto entre Rusia y Ucrania, y los altos niveles de inflación.

Pero ahora que la inflación ha comenzado a ceder y que, al menos en México, existe una situación económica más estable, parece que nos encontramos ante un nuevo panorama, en el que cada vez más personas perciben una mejoría en sus finanzas personales e, incluso, dedican una mayor parte de su gasto a artículos que pueden ser considerados de lujo.

El más reciente sondeo del Tablero del Consumidor, muestra que, en México, la mayoría de las personas encuestadas (53%) considera que su situación financiera es mejor este año que el anterior. Sin duda, esta es una cifra positiva, pero no por ello deja de haber obstáculos por superar. Por ello quizás valdría la pregunta: ¿estamos ante un verdadero fortalecimiento de la situación financiera de los(as) mexicanos(as)?

Para contestar a esta y a otras interrogantes más acerca de las finanzas personales de los mexicanos, entrevistamos a nuestro Socio Líder de la Industria de Consumo en Deloitte Spanish Latin America, Manuel Ostos. Esto fue lo que nos compartió.

¿Cuáles son los factores por los que los(as) mexicanos(as) consideran que tienen una mejor situación financiera, comparada con la de un año atrás?

El bienestar financiero se enfoca en la propia experiencia del consumidor y se puede medir a través de algunas dimensiones. Algunos indicadores del Tablero del Consumidor de Deloitte muestran que los consumidores perciben una mejor situación financiera.

Entre esos indicadores destacan, por ejemplo, los siguientes: 75% de los consumidores tiene confianza de realizar sus pagos a tiempo; 56% espera que sus ingresos se mantengan o incluso mejoren durante el próximo año; 55% está tranquilo con su nivel de ahorro^[1].

Todo esto nos habla del gran optimismo que existe en el consumidor mexicano sobre su situación financiera personal. En adición a ello, hay un par de temas que abonan a la percepción favorable que tienen los consumidores: 1) que la inflación, a pesar de haber alcanzado niveles altos^[2], recientemente
ha cedido; y, 2) que, durante la pandemia, la gente tuvo la oportunidad de ahorrar y, gracias a eso, tiene mayores posibilidades de gasto actualmente.

Además, resulta normal que, tras una situación complicada como la pandemia, el simple hecho de haberla superado genere un optimismo natural entre las personas. Esa es una razón más por la que la gente percibe una mejoría en sus finanzas. 

En vista de que un alto porcentaje de ellas (68%, según el Tablero del Consumidor) todavía se siente preocupado por el incremento de los precios en sus compras frecuentes, ¿se puede considerar que realmente han mejorado las finanzas personales de los mexicanos?

De acuerdo con el mismo Tablero del Consumidor, la ansiedad que experimentan los(as) mexicanos(as) sigue presentando niveles importantes, y esto se debe, en gran medida, a su situación financiera: 43% de las personas que muestran ansiedad lo atribuye a sus finanzas.

Durante la pandemia, la gente estaba más preocupada por otros temas que estaban ligados a la salud; sin embargo, en estos momentos, la ansiedad se debe, predominantemente, al tema financiero. Es decir, la gente sigue percibiendo el alza en los precios de los productos y eso los mantiene
más preocupados que temas como los contagios del COVID-19 o la salud mental durante la emergencia sanitaria.  

Por otra parte, no hay que olvidar que el nivel de ahorro de los(as) mexicanos(as) es relativamente bajo. De acuerdo con la ENIF 2021, “alrededor de 60% de la población cuenta con algún tipo de ahorro”; además, “21% de las personas adultas del país ahorra en instrumentos formales, mientras que 54% tiene algún tipo de ahorro en canales informales”^[3].

Es decir, gran parte de la población en México vive al día y, por esa misma razón, cuando suben los precios, consumen poco en categorías que suelen ser menos discrecionales, como viajes de placer, comidas en restaurantes o entretenimiento y diversión. Estas compras que suelen hacer las personas como parte de su modo de vida o por gusto, más que por necesidad,
representan solo 30% del total de los gastos de los(as) mexicanos(as), de acuerdo con datos del Tablero del Consumidor^[4].

Aunque parecen contraponerse la percepción de una mejor situación financiera y la elevada preocupación por el incremento de precios, esto no necesariamente representa una contradicción. Dicha preocupación va de la mano con la mejora de la situación financiera, pues, el hecho de que esta última haya mejorado no anula la posibilidad de que existan inquietudes financieras entre las personas.

¿Qué es lo que hace falta para que baje esta preocupación ante el incremento de precios en los productos?

Creo que hay dos áreas de oportunidad que tienen que ver con la educación financiera del propio consumidor mexicano: 1) cómo planean mejor sus gastos; es decir, saber a qué van a destinar su gasto y cuánto van a gastar de manera racional el próximo mes; y, 2) cuánto pueden ahorrar, pues durante la pandemia vimos que el consumidor permaneció en su casa y tuvo esta capacidad, pero ahora vemos que ese ahorro ya se está acabando.

Entonces, esto representa un gran reto, pero también una oportunidad para comenzar a planear mejor el gasto y para proponerse metas de ahorro.

¿Cuáles son las principales intenciones de gasto de los consumidores mexicanos, a futuro?

Como parte del periodo de recuperación postpandemia, hemos visto que la gente ha aumentado su gasto para permitirse ciertos lujos. Cada vez resulta más notorio que la gente está asistiendo a centros comerciales, pero no solo eso, sino que está haciendo compras para consentirse, que pueden ir desde un lápiz labial hasta una prenda o alimentos gourmet^[5].

También vemos que la gente está ávida de entretenimiento, de regresar al cine, al teatro, a conciertos. Vemos que los boletos de todos estos espectáculos especiales se acaban inmediatamente, a pesar de que tienen precios altos. Todo esto indica que la gente no solo desea regresar a este tipo de gastos, sino que, además, puede destinar parte de su gasto a esas categorías.

Eso también se podría considerar una paradoja, porque, por un lado, existe preocupación de que incrementan los precios y, al mismo tiempo, la gente está gastando en este tipo de entretenimiento o diversión.

Debemos considerar que esta situación no es generalizada, pues existen diferentes consumidores, con distintos niveles de ingresos y rangos de edad. Es decir, el comportamiento cambia mucho entre los niveles socioeconómicos más altos y los más bajos, en cuanto al cuidado del dinero y las categorías del gasto. Lo que es prácticamente un hecho es que esta tendencia creciente a gastar más seguirá presente entre los consumidores del país.  

[1] Deloitte, Tablero del Consumidor, encuesta aplicada del 22 al 28 de junio de 2023.

[2] La inflación general en México fue de 8.7%, en septiembre de 2022 (Datos históricos del Portal de Inflación del Banco de México).

[3] Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), 2021.

[4] Deloitte, Tablero del Consumidor, encuesta aplicada del 20 al 26 de abril de 2023.

[5] Deloitte, Tablero del Consumidor, encuesta aplicada del 20 al 26 de abril de 2023.