Beneficios reforma laboral

Perspectivas

¿A quién beneficia la Reforma Laboral?

La nueva legislación tiene el potencial para generar un cambio positivo que impacte no solo a los trabajadores, sino también a los empleadores e incluso a los sindicatos.

En entrevista con César Morales, Socio de Servicios Legales en Deloitte México.*

Ciudad de México, 21 de mayo de 2019.

A partir del 1 de mayo, México tiene un nuevo modelo laboral. Ese día se publicaron, en el Diario Oficial de la Federación (DOF), las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, la Ley Federal de la Defensoría Pública, la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y la Ley del Seguro Social, que forman parte de la Reforma Laboral.

Esencialmente, la iniciativa plantea dos cambios relevantes: el primero es que la justicia laboral pasa del Poder Ejecutivo al Poder Judicial. ¿Qué quiere decir esto? Que las juntas de Conciliación y Arbitraje se transformarán en Tribunales Laborales, los cuales buscarán realizar de una manera más ágil y expedita los procesos.

El segundo tiene que ver con cuestiones de libertad sindical y negociación colectiva. ¿A qué nos referimos? A que, de acuerdo con la nueva ley, los trabajadores tendrán derecho a formar parte de un sindicato o bien a constituirlo, sin necesidad de autorización previa, ejerciendo su libertad de adhesión o separación. En tanto, en materia de contratos colectivos, el objetivo será mejorar los mecanismos para su celebración.

Sin duda, son cambios importantes que modificarán, significativamente, el panorama laboral actual del país, pero, ¿cómo lo harán? Desde nuestra perspectiva, de una manera positiva.

¿Por qué? Porque contar con Tribunales Laborales permitirá que los litigios en la materia se lleven a cabo de una forma más eficiente y con mayor celeridad, que la utilizada en las juntas de Conciliación y Arbitraje.

Asimismo, en materia sindical y colectiva, las acciones aprobadas impulsarán la democracia, la rendición de cuentas y la transparencia en ese sector, en el que la opacidad ha tendido a ser la constante, y fomentará la participación de los trabajadores para buscar mejorar sus condiciones laborales.

Así, bajo nuestra óptica, la Reforma Laboral es una iniciativa que beneficia no solo a uno, sino a los tres participantes del sector: empleadores, trabajadores y sindicatos.

A los empleadores, porque la nueva ley busca evitar extorsiones sindicales, como puede ser la exigencia de un pago a cambio de desistirse de un emplazamiento a huelga o exigir la titularidad de un contrato colectivo. Ahora, la relación entre ambos actores (empleador y sindicato) cambiará y deberá ser transparente y más eficiente.

Para los trabajadores, representa un beneficio grande, ya que, con la entrada en vigor de la reforma, su representatividad será real y su participación, inevitable. En consecuencia, podrán exigir una mejor y mayor rendición de cuentas por parte de los sindicatos, como resultado de las nuevas políticas de transparencia en materia de estatutos, contratos colectivos, entre otros.

Finalmente, para los sindicatos, será un cambio positivo que promueva la democracia sindical, la participación y una mejor comunicación directa tanto con los agremiados como con el patrón, enriqueciendo así sus actividades.

La Reforma Laboral es una iniciativa que beneficia no solo a uno, sino a los tres participantes del sector: empleadores, trabajadores y sindicatos.

Los retos por venir

Como todo cambio, la Reforma Laboral supone importantes desafíos que deberán ser atendidos. Desde nuestro punto de vista, el más importante es la construcción de una cultura sindical en la que tanto patrones como trabajadores tengan el mismo nivel de participación.

El reto será que los trabajadores conozcan sus derechos colectivos y los ejerzan de una manera responsable y activa, y que, a su vez, los empleadores reconozcan estos derechos y los promuevan.

Por otro lado, es cierto que las modificaciones establecidas en la legislación representan, en cierta medida, una carga administrativa y operativa adicional para los patrones, quienes ahora tendrán que, por ejemplo, otorgar a los trabajadores una copia del contrato colectivo, para asegurar su participación e involucramiento.

Sin embargo, esto obligará a los patrones a estar más pendientes de la relación sindical y del papel que los trabajadores juegan dentro de estas asociaciones, abriendo así un canal de comunicación más amplio y eficiente entre las tres partes (empleador, trabajador y sindicato), que hoy es difícil de visualizar y que resultará en beneficio de todos.

Un cambio gradual

Uno de los aspectos más relevantes sobre la Reforma Laboral es estar conscientes de que su implementación es un proceso que llevará tiempo y que se realizará gradualmente. Si bien el decreto ya fue publicado el pasado 1 de mayo, los cambios que establece señalan distintos plazos para su puesta en marcha.

En los artículos transitorios se señala, por ejemplo, que el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, que sustituirá a las juntas de Conciliación y Arbitraje respecto de la función conciliatoria, así como los Tribunales Laborales, tienen como máximo un plazo de cuatro años para entrar en funciones.

En tanto, en materia de registro de contratos colectivos y organizaciones sindicales, precisa que el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral operará en un plazo no mayor a dos años y que el inicio de actividades de los Centros de Conciliación y Tribunales locales deberá realizarse en máximo tres años.

En ese sentido, considerando todos los nuevos órganos que deben crearse, así como los procesos que esto conlleva y su complejidad, consideramos que establecer un plazo máximo de cuatro años para el funcionamiento del nuevo modelo laboral es razonable.

Temas pendientes

Si bien la Reforma Laboral contempla temas de gran impacto y que sin duda representan cambios significativos –como la incorporación de las y los trabajadores del hogar al Seguro Social, y la creación de protocolos contra la discriminación, violencia y acoso sexual en el ámbito laboral–, deja algunas cuestiones pendientes, importantes de mencionar.

Una es el esquema de outsourcing o de subcontratación de trabajadores, utilizado por muchas empresas para evadir sus responsabilidades fiscales y laborales, que a pesar de estar regulado actualmente por la Ley Federal del Trabajo, carece de definiciones o conceptos precisos.

Otra es el tema de los expatriados y de la contratación de extranjeros, situaciones con las que muchas empresas tienen que lidiar actualmente, pero que tampoco están contempladas en la ley.

Se trata de asuntos que eventualmente las autoridades deberán atender para modernizar y generar un cambio más profundo e integral en el modelo laboral. La reforma aprobada fue el primer paso, ahora solo resta seguir impulsando mejoras y esperar a que las modificaciones planteadas se realicen de forma efectiva.

*Información obtenida en colaboración con Flor Rodríguez, Abogada Senior de Servicios Legales en Deloitte México.

El reto será    que los trabajadores conozcan sus derechos colectivos y los ejerzan de una manera responsable y activa, y que, a su vez, los empleadores reconozcan estos derechos y los promuevan.

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