Buen Fin 2018

Ciudad de México, 21 de diciembre de 2018

Con ventas superiores a los 100 mil millones de pesos, esta edición del Buen Fin logró un crecimiento de 8% con respecto al año anterior, según las cifras preliminares dadas a conocer por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco).

Si bien se trata de un crecimiento mayor al esperado –los organismos empresariales estimaban un aumento de 5%–, no podemos calificarlo como un muy buen resultado, sino como uno promedio. ¿La razón? Que las ventas sí crecieron considerablemente, pero solo si las comparamos con las de 2017, año en el que el Buen Fin registró uno de los porcentajes más bajos de ventas (4%).

Así, si observamos las cifras históricas de este programa, el crecimiento de 8% se queda por debajo de los alcanzados en otros años, como en 2016 (11%) o en 2015 (10%) [1], o incluso años atrás, cuando los porcentajes tendían a ser de dos dígitos.

Al realizar un análisis de estos datos deducimos que, efectivamente, el crecimiento pudo ser mayor. No obstante, surgieron diversos factores que provocaron que los consumidores no participaran en este programa, que se realizó del 16 al 19 de noviembre de este año.

Desde nuestra perspectiva, se trata principalmente de la incertidumbre generada, en primera instancia, por la renegociación del tratado comercial entre México, los Estados Unidos y Canadá, que culminó con la firma del T-MEC, y por el cambio gobierno en el país.

De igual forma, y de acuerdo con los resultados de nuestro estudio El Buen Fin 2018, la razón fundamental por la que los consumidores no realizaron compras en el también llamado “fin de semana más barato del año” fue la falta de poder adquisitivo.

El balance de esta edición

Conocer y analizar los resultados de cada una de las ediciones del Buen Fin es un ejercicio importante que, más allá los números y cifras que arroja, brinda un panorama real de la situación que se vive en ese momento en particular en el país.

Los de este año, por ejemplo, muestran un cambio interesante en las preferencias del consumidor. Contrario a lo que ocurría en las primeras ediciones, en donde las compras predilectas eran artículos electrónicos, en ésta, como lo muestra nuestro documento El Buen Fin 2018, lo más adquirido fue ropa.

De igual forma, cuando se les preguntó a los consumidores cuál fue el descuento que más aprovecharon, la mayoría eligió los descuentos a los precios originales (52%), por encima de los meses sin intereses (26%).

Lo anterior solo demuestra que, por ahora, y ante la incertidumbre que permea, los consumidores prefirieron gastar su dinero en bienes necesarios e indispensables, cuya adquisición no represente una deuda a largo plazo.

Comercio electrónico, cada vez con mayor fuerza

La mayoría de las compras que se realizan en el Buen Fin son en tiendas físicas. Pese a ello, la relevancia que tiene el comercio electrónico en el desarrollo de este programa es cada vez mayor.

A pesar de que solo 4% de las personas que participaron en el Buen Fin realizaron sus compras exclusivamente por Internet, y 7% tanto en tienda física como en línea, un buen porcentaje de consumidores (45%) consultó por este medio antes de realizar sus compras para revisar disponibilidad o comparar precios, según revela nuestro análisis.

 Asimismo, diversos detallistas comentaron que sus ventas por esta vía crecieron 20%, 30% e incluso hasta 100%, lo cual solo refleja que el sector está apostando por esta forma de comercio y realizando las inversiones correctas en tecnología y plataformas de pago, entre otras cuestiones, para hacer que la compra por internet sea más sencilla y amigable.

El comercio electrónico es una realidad que los detallistas no pueden ignorar y a la que cada vez más ser irán adaptando pues, poco a poco, comienza a tomar una mayor relevancia dentro del sector.

Buen Fin, un ganar-ganar para todos

¿Quiénes son los más beneficiados con el Buen Fin? ¿El consumidor, los detallistas o las instituciones bancarias? La respuesta no apunta a un solo sector, sino a todos.

El programa se ha convertido en un auténtico círculo virtuoso que beneficia a todos. Al consumidor, porque le brinda descuentos que, en otro momento del año, son casi imposibles de tener, pues las tiendas, al salir al mercado con sus competidores más importantes, se ven obligadas a ofrecer promociones más agresivas.

Al detallista, porque incrementan de manera notable su volumen de venta y porque les permite desplazar grandes cantidades de inventario que en otras circunstancias no podrían. Finalmente, a los bancos porque, mientras mayor sea el volumen de transacciones, más comisiones cobran a los comercios y más ganancias obtienen.

Tomando esto en consideración, y después de analizar los resultados de esta edición del Buen Fin, podemos concluir que, sin lugar a dudas, este programa es un ganar-ganar para todos.

[1] Porcentajes tomados con base en las cifras oficiales dadas a conocer por la Secretaría de Economía