A México y a los EEUU los unen la cebada

Para su fabricación, se utilizan diversas materias primas como agua, levadura, lúpulo y, sobre todo, cebada. Esta planta, que corresponde a la categoría de las gramíneas y que es fundamental en la elaboración de esta bebida, el año pasado alcanzó en nuestro país una producción de 965 mil 332 toneladas, 33.4% más que en 2015, según datos oficiales.

Si bien esta cifra representa un notable crecimiento para los productores nacionales de cebada, lo cierto es que aún no es suficiente para cubrir la demanda total de la industria cervecera del país.

Lo anterior se ve reflejado en el hecho de que una buena parte de los productores mexicanos de cerveza, principalmente de la del tipo artesanal, sigan importando cebada de Europa y, principalmente, de los Estados Unidos.

De acuerdo con el Consejo de Granos de los Estados Unidos (USGC, por sus siglas en inglés), tan solo en los últimos diez años, México ha comprado más de 680 mil toneladas métricas de cebada estadounidense, valuada en 220 millones de dólares.

Las miles y miles de toneladas que cada año entran a México, procedentes de este país, lo hacen sin ningún tipo de arancel, bajo un esquema de libre tránsito, convenido en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Sin embargo, este escenario podría cambiar drásticamente de aprobarse un eventual gravamen para este producto durante la renegociación del TLCAN, la cual se prevé comience, de manera oficial, a finales de agosto próximo.

Por esta razón, el pasado 1 de junio, Convocados por el USGC, fabricantes mexicanos de cerveza y productores de cebada de los EE.UU. se reunieron con autoridades de ese país para discutir la importancia que el tratado ha tenido en el desarrollo de ambas industrias.

"El TLCAN ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo interdependiente y en el éxito de la industria de la cebada estadounidense y de la cervecera mexicana", señaló durante la reunión Kimberly Atkins, vicepresidenta y directora de operaciones del Consejo de Granos de los Estados Unidos.

El tratado, sin duda, ha favorecido y beneficiado a productores y fabricantes en ambos lados de la frontera. Ante este panorama, ¿vale la pena realizar alguna modificación? La decisión está por verse.

Importación de cebada, un reto artesanal

El acceso a los insumos es un reto que enfrentan, de manera más directa, los productores mexicanos de cerveza artesanal.

Como señala el estudio de Deloitte México La cerveza artesanal: una experiencia multisensorial, “los productores independientes requieren de malta, lúpulo, agua y cebada para elaborar cerveza artesanal, sin embargo, estos insumos son destinados en gran medida a la producción de cerveza industrial, debiendo comprar materias primas importadas para satisfacer sus necesidades, lo que incrementa su costo”.

En ese sentido, el documento destaca que tanto consumidores como productores mexicanos coinciden en que los altos precios son un factor determinante para comprar, de manera esporádica, cerveza artesanal. De hecho, 35.4% de las personas encuestadas en el estudio lo consideran uno de los principales obstáculos.

Así, la conclusión a la que llega este análisis es clara:

Consumir cerveza artesanal mexicana, además de ser una experiencia multisensorial, contribuye al crecimiento y difusión de esta industria, decidida a posicionarse ante las grandes empresas cerveceras. Es apoyar a emprendedores disruptivos y apasionados que buscan que el consumidor disfrute de un afortunado juego de sabores, experimentos, impulsos y aromas.