Tres desafíos que plantea la renovación del sistema financiero

Ciudad de México, 17 de enero de 2019.

Sin duda, se trata de una estrategia que el sector ha recibido de manera positiva y que, a primera instancia, por lo que se observa, pone mayor atención a las acciones e iniciativas de inclusión financiera que se hicieron en el pasado.

No obstante, la puesta en marcha de este proyecto plantea la necesidad de trabajar en tres desafíos importantes, que fungirán como factores clave para el desarrollo exitoso de esta estrategia y del sector en su conjunto:

1. Certidumbre económica.
   Sin las condiciones de certidumbre económicas necesarias, el mercado mexicano se convertirán en una apuesta poco viable para los inversionistas y el sector se verá impedido para operar de una manera armónica. Por ello, será fundamental que las autoridades construyan un entorno de confianza y estabilidad para todos los actores involucrados.
2. Autonomía y fortalecimiento de los órganos de regulación
   Otro reto importante será lograr que los órganos independientes y los encargados de regular y supervisar al sistema financiero del país –como Banco de México, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, y la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, entre otras– sigan operando con la fuerza y calidad con la que lo hacen actualmente, para evitar que, al momento de ejecutar este plan de acción, se incentive alguna cuestión que no beneficie al sector.
3. Digitalización del sistema financiero
   El gran impulsor que puede darle aceleración a la economía y al sector es todo el tema digital. Autoridades e instituciones deberán aprovechar las nuevas tecnologías y su gran potencial para detonar al sistema, así como para facilitar y acelerar la realización de todos los intercambios económicos. El gran detonador, el celular, está al alcance de nuestras manos.

Trabajar en estos tres retos, a la par de en las ocho acciones anunciadas, será esencial para realmente lograr el impulso que se busca tener en el sector financiero nacional.

Incentivo para listarse en Bolsa, una noticia positiva

Una de las iniciativas que más ha llamado la atención dentro del sector, y que forma parte de la nueva estrategia federal, es el incentivo otorgado para la incorporación de empresas al mercado de valores, una acción que, desde nuestra perspectiva, puede generar un gran impacto.

Para salir a Bolsa y llevar a cabo una OPI, las autoridades fiscales redujeron la tasa de Impuesto Sobre la Renta (ISR), sobre la ganancia en la enajenación, de 30% a 10%. ¿Qué quiere decir esto? Que la ganancia que las empresas emisoras obtengan por la venta de sus acciones será gravada, pero a una tasa menor.

Lo anterior es sin duda un incentivo atractivo que puede despertar el interés de muchas empresas que frenaron su acceso a la Bolsa por ciertas condiciones que, bajo su óptica, no valían el esfuerzo ni los recursos, pues no observaban una ganancia significativa.

Asimismo, representa una gran oportunidad para impulsar el mercado de valores, un segmento que se encuentra muy rezagado en México, en cuyas Bolsas actualmente cotizan menos de 150 empresas, una cantidad menor a la registrada en otros países, en donde el número de compañías listadas es tres o cuatro veces mayor.

Los resultados de esta acción pueden ser muy positivos, no obstante, dependerán en gran medida de las condiciones de certeza y estabilidad económica que se brinden, tanto a los inversionistas, como a las nuevas posibles emisoras.

Afores y pagos móviles, de los más relevantes

Además de los incentivos fiscales a las OPI, existen dos iniciativas anunciadas por el gobierno que consideramos vale la pena destacar, por los efectos importantes que pueden provocar.

La primera es la mayor flexibilidad otorgada al régimen de inversión de las Afores, la cual busca diversificar sus inversiones y les permitirá invertir en proyectos de infraestructura productiva. Es una noticia favorable, sin embargo, puede resultar en un arma de doble filo si los recursos de los trabajadores no se invierten en proyectos que realmente les generen ganancias.

La segunda es el anuncio del lanzamiento de una plataforma de pagos electrónica -Cobro Digital (CoDi)-, que utilizará la infraestructura del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) y que permitirá, tanto a vendedores como a consumidores, realizar transacciones desde su smartphone o Internet, sin costo alguno y en cuestión de segundos.

Esta herramienta puede ser un agente que impulse la inclusión financiera, que reduzca de manera considerable el uso de efectivo y que posibilite a las instituciones del sector a conocer, de una mejor forma, los patrones de consumo de sus usuarios para ofrecerles así productos más acordes a sus necesidades.

El gran potencial de esta plataforma electrónica reside en que posibilitará la comprensión de los patrones de flujos del mercado informal, un sector para el cual la banca tiene poco apetito de riesgo, debido al desconocimiento y la falta de información que tiene sobre éste.

La conclusión es clara: la penetración bancaria sigue siendo una gran oportunidad para impulsar y apuntalar el crecimiento económico de país. Dependerá ahora de las autoridades en turno brindar las condiciones de certidumbre económicas necesarias para garantizar el éxito de las medidas anunciadas y realmente lograr impulsar al sector financiero nacional.