Estrategias digitales para turismo

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Estrategias digitales

¿La mejor apuesta para rescatar al turismo?

Las herramientas tecnológicas representan, durante el periodo de cuarentena, un recurso valioso para esta industria. Sacar provecho de ellas, de manera creativa, será el gran reto para la recuperación de todas las empresas que conforman el sector.

En entrevista con Teresa Solís, Directora Especialista en el Sector Turismo en Deloitte México.

Ciudad de México, 5 de mayo de 2020.

Las aguas color turquesa del Caribe, los enigmáticos manglares del Golfo, los desiertos de Sonora o las imponentes barrancas del Cobre, así como la gran diversidad gastronómica dentro del territorio nacional, son algunos de los muchos motivos con los que, mediante videos publicados en redes sociales, se busca mantener la presencia de México en el imaginario de los viajeros internacionales y, de esa manera, contribuir a la recuperación del sector turístico, el cual se ha visto fuertemente impactado por la contingencia epidemiológica actual.

Las imágenes de los grandes atractivos mexicanos forman parte de la primera fase de la estrategia digital que, apenas a mediados de abril, la Secretaría de Turismo (Sectur) federal, en conjunto con el Comité de Crisis del Consejo de la Diplomacia Turística y organizaciones empresariales del sector, lanzó en algunos mercados específicos alrededor del mundo, con el objetivo de continuar con el posicionamiento de nuestro país como uno de los principales destinos turísticos.

¿Cuál es la importancia de echar a andar estrategias como éstas? Tal vez, en el corto plazo, los resultados de este tipo de proyectos no son evidentes, pero si consideramos que, debido al COVID-19, diversos eventos y ferias presenciales de promoción turística fueron cancelados a partir de marzo de este año, y que, por tanto, las únicas herramientas que quedan disponibles para promover los destinos son las digitales, la idea de mantener la presencia de México en las redes sociales adquiere mayor sentido.

La rápida propagación del coronavirus, recordemos, ocasionó en el sector turismo una caída en la demanda sin precedentes, tanto para flujos internacionales como domésticos. En abril, se contabilizaron, por ejemplo, mil 143 cierres de hoteles de cadena, así como un 70% de reducción en la demanda nacional de vuelos, de acuerdo con el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET).

Además, las empresas ligadas al sector (hoteles, aviación, transporte, alimentos, bebidas) están siendo afectadas en sus flujos financieros y su situación crediticia, a tal grado que 80% de los restauranteros contabilizados por la propia CNET preveían, en abril, que no podrán mantener su nómina por más de cuatro semanas.

Ante esta situación, no solo son importantes los apoyos financieros para las empresas de la industria turística, sino también cualquier esfuerzo dirigido a impulsar a la misma. Aprovechar, durante el periodo de contingencia, todos los recursos que tengamos a la mano, es muy valioso y puede generar oportunidades futuras.

Dicho en otras palabras, nos encontramos en una etapa inédita para poner a prueba nuevos mecanismos e innovaciones. El resultado será descubrir qué es aquello que funciona y se quedará, de manera permanente, al término de la contingencia sanitaria.

No solo son importantes los apoyos financieros para las empresas de la industria
turística, sino también cualquier esfuerzo dirigido a impulsar a la misma.

Regreso a la ¿normalidad?

Todavía es muy incierto el momento en el cual las actividades económicas, incluido el turismo, volverán por completo a la normalidad. Sin embargo, existen algunos escenarios sobre los cuales el sector puede ir trabajando para adaptarse mejor a las nuevas condiciones que podrían presentarse más adelante.

Uno de esos escenarios es el de rápida contención, el cual contempla, para julio, la reactivación de los flujos turísticos; en realidad, es el menos probable, dadas las circunstancias actuales de la emergencia sanitaria.

Otro escenario es el que pronostica una actividad francamente deprimida, durante cuatro o seis meses, con un inicio de recuperación en las reservaciones hacia octubre. Éste es, hasta el momento, el más probable.

Por último, un tercer escenario es el que muestra una depresión prolongada de los flujos turísticos, superior a siete meses, y donde veríamos, quizás, alguna reactivación hacia el año próximo.

En cualquiera de los casos, la industria del turismo tendrá el reto de asimilar una realidad para la cual no estaba preparada y deberá estar atenta a las nuevas necesidades de los clientes, ya que, debido a la contingencia, el perfil del viajero definitivamente será distinto al que se tenía antes del cese de actividades en el sector.

Fortalezas del turismo mexicano

A raíz de la cuarentena, en la industria ha quedado claro lo indispensable que será contar con protocolos de higiene más estrictos, tanto para los prestadores de servicios en el sector (por ejemplo, con un mayor cuidado en la sanitización de amenidades al interior de los hoteles, desde minibares y cafeteras, hasta los jacuzzis), como para las autoridades que tienen interacción con los viajeros, ya sea en transportes aéreos o terrestres, aduanas, módulos de seguridad, etcétera.

Pero, a pesar de los retos que están por delante, lo que no se debe perder de vista es que México tiene muchas fortalezas turísticas, las cuales deben aprovecharse. Comparados con otros destinos de Latinoamérica, nuestro país cuenta con mejor oferta y calidad en diferentes destinos. Además, tiene la ventaja de encontrarse muy cerca de dos de los principales mercados del mundo: los Estados Unidos y Canadá.

El simple hecho de que, en el corto plazo, y pensando en uno de los escenarios más drásticos, los turistas de esos países puedan desplazarse hacia territorio nacional, vía terrestre, es un punto a favor para que decidan visitar nuestro país. Desde luego, habrá que ver qué pasa con el flujo binacional en la frontera norte, pero, hasta el momento, existen oportunidades valiosas.

Y, por supuesto, no hay que olvidar tampoco que el turismo se puede ver complementado con otros sectores que, durante la cuarentena, han resultado favorecidos, como el de las nuevas tecnologías. Las telecomunicaciones y el comercio electrónico, por ejemplo, tal como ya ocurre en estos momentos, jugarán un papel muy importante en la reactivación de muchos negocios de la industria del turismo.

El panorama, por ahora, no es muy alentador. Sin embargo, será fundamental que, para los próximos meses, el sector analice cada uno de los posibles escenarios, a fin de encontrar la mejor forma de adaptarse a éstos, y eche mano de las nuevas herramientas digitales que, en el contexto actual, adquieren mayor relevancia. En ello está una de las claves para la reactivación del mismo.

El comercio electrónico y las tecnología jugarán un papel muy importante en la reactivación de muchos negocios de la industria del turismo.

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