Los factores detrás del ‘estancamiento’ de la BMV

Perspectivas

Los factores detrás del ‘estancamiento’ de la BMV

Las tasas de interés y la expectativa de crecimiento económico son los elementos de mayor peso en la balanza que define el desarrollo del mercado bursátil mexicano.

En entrevista con Gustavo Méndez, Socio Líder de la Industria de Servicios Financieros en Deloitte México.

Ciudad de México, 17 de diciembre de 2019.

2019 no ha sido el mejor año para la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). En noviembre, el mercado bursátil cumplió dos años sin registrar ofertas públicas iniciales de acciones –actividad en la que una empresa vende, por primera vez, acciones, ofreciendo a los inversores diversas ventajas–, una situación que refleja, indudablemente, su estancamiento.

Pero, ¿a qué factores se puede atribuir este bajo dinamismo? Uno de los más relevantes son las altas tasas de interés. De acuerdo con José Oriol Bosch, director general de la BMV, el mercado de tasas se ha vuelto en un “competidor” para la bolsa.

En entrevista a medios, explicó que esto se debe a que cuando las tasas son altas, las bolsas reducen su desempeño, mientras que, por el contrario, cuando éstas bajan, las bolsas tienden a apreciarse.

¿Por qué ocurre esto? En primer lugar, porque al incrementarse las tasas de interés, los inversionistas buscan colocar sus recursos en instrumentos que les generen mayores rendimientos –en este caso, los de renta fija, que no tienen variabilidad–. Por el contrario, cuando las tasas disminuyen, optan por instrumentos de renta variable –como las acciones de empresas–, que, en ese escenario, tienen el potencial de ofrecerles un mayor valor.

Así, a mayores tasas, las ofertas públicas iniciales (acciones) se convierten en un instrumento menos atractivo para los inversionistas, con menores rendimientos.

El segundo aspecto que explica esta situación es que entre más altas son las tasas, mayor es el costo de deuda (o financiamiento) que las empresas enlistadas deben pagar y, en consecuencia, menores serán los ingresos que éstas perciban. Como resultado, baja la expectativa de crecimiento de los ingresos de la Bolsa, así como los ingresos reales.

En contraste, si las tasas se reducen, disminuye el costo de financiamiento para las que cotizan en la BMV, mejoran sus ingresos y se incrementa el valor de sus acciones.

Actualmente, la tasa de interés del Banco de México (Banxico) sigue siendo alta. A pesar de la reducción hecha por la institución, entre agosto y noviembre de este año (de 8% a 7.50%), sus números aún son elevados, sobre todo si consideramos que, hasta octubre de 2015, era de 3%.

Sin embargo, ¿podemos atribuir exclusivamente a las altas tasas de interés el estancamiento en el que se encuentra la BMV? Bajo nuestra perspectiva, no. ¿La razón? Que existen otros factores, de igual o, incluso, de mayor peso, que pueden influir en esta falta de dinamismo del mercado bursátil.

Entre ellos, el que consideramos más importante es la expectativa de crecimiento que se tiene a nivel país. Las bolsas de valores reflejan la expectativa de crecimiento de todas las economías del mundo. Por ello, si un país tiene bajas o nulas expectativas de crecimiento económico –como México–, así lo tendrá también su mercado bursátil.

Se trata de una situación que incluso puede ejemplificarse con casos de empresas globales exitosas, como Amazon, una compañía que durante mucho tiempo estuvo operando con pérdidas, pero que siempre mantuvo una amplia expectativa de crecimiento. Con el tiempo, sus ingresos se incrementaron y, hoy, sus acciones son de las más valoradas por el mercado.

Mientras no haya certeza para nuevas inversiones, y se perciban más riesgos que oportunidades, no habrá crecimiento económico y el mercado accionario seguirá estancado, pues lo que realmente impulsa a las bolsas y hace que incrementen sus precios y su valor –recordemos– es que la gente invierta, y el único factor que puede motivarla a hacerlo es la expectativa de crecimiento.

La perspectiva económica actual del país es delicada, sin embargo, podría mejorar por dos sucesos recientes que pueden impulsar la confianza de los inversionistas: la renovación de la línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el anuncio de la primera fase del Plan Nacional de Infraestructura, aspectos positivos, que, pese a su relevancia, no son suficientes para un cambio más sustancial.

En ese sentido, habrá que esperar el desarrollo que durante el próximo año tenga la economía del país y las próximas decisiones de política monetaria que tome el Banco de México (en las que define la tasa de interés), para tener una mayor claridad sobre el panorama del mercado bursátil mexicano.

En ese sentido, habrá que esperar y analizar el desarrollo que en los próximos meses tenga la economía del país, así como las próximas decisiones de política monetaria que tome el Banco de México (en las que define la tasa de interés), para conocer las oportunidades que tiene el mercado bursátil de salir avante.

Mientras no haya certeza para nuevas inversiones, y se perciban más riesgos que
oportunidades, no habrá crecimiento económico y el mercado accionario seguirá estancado.

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