Sector automotriz en México: ¿cuándo vendrá la recuperación?

Perspectivas

Sector automotriz en México 

¿Cuándo vendrá la recuperación?

Ante la caída en las ventas de automóviles que se ha experimentado durante la pandemia, los fabricantes y los brazos financieros tienen que brindar a los consumidores no solo nuevos productos sino también mejores condiciones de crédito, mientras llega el repunte de sus números.

En entrevista con Manuel Nieblas, Socio Líder de la Industria de Manufactura en Deloitte Spanish Latin America.

Ciudad de México, 16 de abril de 2021.

Marzo de este año fue un tanto sorpresivo para la venta de autos en nuestro país. A pesar de que algunos pronósticos –­como los de la propia AMDA (Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores)– apuntaban a que la comercialización de vehículos tendría niveles menores a los del mismo mes de 2020, las cifras, en realidad, favorecieron al sector automotriz nacional.

Los más recientes datos del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) muestran que la venta de vehículos ligeros en México, en ese mes, fue de 95 mil 513 unidades, lo que representa 9.1% más que la cantidad alcanzada en marzo de 2020, cuando se registraron 87,541 unidades comercializadas, previo al desplome de ventas que provocó la pandemia, pero también en un momento en el que la industria ya acarreaba caídas de años anteriores.

Este incremento mensual contrastó con las bajas ventas que se reportaron durante enero y febrero de 2021, cuando se vendieron 81,203 y 82,323 unidades, respectivamente, en tanto que, en los mismos meses de 2020 ­
-cuando las ventas todavía seguían un cauce más o menos normal-, fueron de 104,852 y 104,338 unidades.

Tomando en consideración estos números, ¿qué se podría esperar para los próximos meses: cifras de crecimiento o de nuevas caídas? O bien, ¿cuándo podría venir una recuperación real del sector automotriz?

Si bien las ventas de marzo de 2021 tuvieron un aumento y superaron los pronósticos, en comparación con el mismo mes de 2020, es importante apuntar que dichas cifras están muy por debajo de las registradas en el mismo lapso de 2019, cuando la pandemia no existía (en ese entonces, se comercializaron 117,529 unidades).

En ese sentido, podemos concluir que la industria registrará un crecimiento real de las ventas solo cuando la pandemia deje de ser un factor que afecte el interés de las personas por comprar un vehículo. Pero, ¿cuándo ocurrirá esto?

De acuerdo con diversas proyecciones, será hasta 2024, o, en un escenario muy optimista, en 2023, cuando la industria automotriz nacional recupere los niveles de ventas que tuvo antes de la pandemia. Esto quiere decir que, hasta esos años, se verán ventas totales anuales que podrían superar la cantidad de vehículos comercializaron durante 2019, de un millón 317 mil unidades.

Las industrias de cada país tendrán tiempos de recuperación distintos, pero, en el caso particular de México, se tiene claro que ésta dependerá del repunte del sector estadounidense, que, se prevé, ocurrirá más rápido, hacia finales de 2022. Los Estados Unidos, hay que recordarlo, son el principal destino de las exportaciones de vehículos fabricados en México, con porcentajes por arriba de 70%, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), por lo que su reactivación económica será esencial para impulsar la producción nacional automotriz.

Podemos concluir que la industria registrará un crecimiento real de las ventas solo cuando la pandemia deje de ser un factor que afecte el interés de las personas por comprar un vehículo.

¿Qué frena actualmente al sector?

La pandemia ha ocasionado diversos efectos en el consumidor automotriz. Por un lado, la incertidumbre económica, laboral y de salud que ha prevalecido desde hace un año ha hecho que las prioridades de las personas se enfoquen en otras cosas antes que en adquirir un automóvil. Por otro lado, la baja demanda de los compradores y las medidas para contener la propagación del COVID-19 han impactado significativamente la fabricación de autos.

El Estudio del Consumidor Automotriz 2021, de Deloitte, señala que, debido a la pandemia de COVID-19, 48% de los consumidores mexicanos ha alterado los tiempos que tenía previstos para comprar su próximo vehículo. Además, un 39% de los encuestados dice que planea cambiar su vehículo a fin de procurar el distanciamiento social.

Asimismo, de acuerdo con las más recientes mediciones del Tablero del Consumidor, de Deloitte, las principales preocupaciones de las personas en México son su salud y la de sus familiares, seguida de su situación financiera y laboral.

En medio de este contexto, ¿qué se puede hacer para darle un impulso a la industria automotriz nacional?

La labor, sin duda, debe ser integral. Primero, habrá que ver cómo funciona el proceso de vacunación que se sigue en México y alrededor del mundo, de cuyo éxito dependerá la estabilización de la economía. De esa manera, podremos observar una disminución en los niveles de preocupación de los consumidores y una mayor tendencia de compra.

Por el lado de los fabricantes, deben ofrecer vehículos acordes a las circunstancias actuales. Todos aquellos autos que cuenten con filtros sanitizantes, así como con mecanismos que proporcionen mayor confort y entretenimiento a los usuarios, estarán un paso adelante en el mercado, sin olvidar, por supuesto, que el precio sigue siendo, en las condiciones actuales, un factor relevante en la decisión de compra de los consumidores.

De igual forma, las agencias automotrices y los grupos financieros tienen que analizar y mejorar los instrumentos que ofrecen, para impulsar las ventas vehiculares, sobre todo, considerando que, según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA), 70.9% del total de las compras de automóviles –equivalente a 116,002 unidades nuevas y seminuevas–, en el primer bimestre de 2021, se realizaron a través de créditos , una cifra 24% menor a la registrada en el mismo periodo de 2020.

En ese sentido, se deben tomar en cuenta, también, los tres factores más importantes para la financiación automotriz, de acuerdo con el mismo Estudio del Consumidor Automotriz 2021, que son: flexibilidad para cancelar o cambiar anticipadamente un vehículo; un proceso de pago fácil de utilizar y las bajas tasas de financiamiento.

No se debe perder de vista, además, que, durante 2020, uno de cada cinco consumidores en el rango de 18 a 34 años de edad solicitó un aplazamiento en el pago de su crédito automotriz, debido, probablemente, a los impactos de la pandemia; así como que algunos de los aspectos que más incomodan a los consumidores al momento de adquirir un vehículo son: revelar información personal, completar formularios en papel y la falta de transparencia en el proceso.

Por último, será importante seguir explorando los alcances de las ventas virtuales. Para diversos grupos de edad, según el estudio, comienza a tomar relevancia la posibilidad de realizar una compra de manera no presencial, sino a través de un medio digital, por lo que esto también será un aspecto a considerar. 

Todo esto forma parte de la nueva “ruta” por la que deberá avanzar el sector, en medio de un contexto que aún resulta incierto. Sin embargo, quienes analicen cuanto antes este nuevo terreno, bajo una visión integral, que considere a los consumidores y sus nuevas necesidades, tendrán una ventaja para llegar a la que es, hasta ahora, la meta principal: la recuperación.

La labor, sin duda, debe ser integral. Primero, habrá que ver cómo funciona el proceso de vacunación que se sigue en México y alrededor del mundo, de cuyo éxito dependerá la estabilización de la economía. 

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