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Por qué la sostenibilidad es clave para competir en la nueva economía global

Cronista.com – septiembre 2024

Les compartimos una nota publicada en Cronista.com realizada por Mariella De Aurrecoechea, Presidenta del Board y líder de riesgos regulatorios Deloitte Spanish Latin America

La sostenibilidad se convirtió en un imperativo global, con la Unión Europea liderando una revolución regulatoria que está redefiniendo la forma en que las empresas operan.

Para poder adaptarse a esta nueva realidad es necesario cumplir con las normativas para aprovechar las oportunidades de negocio en un mercado cada vez más verde.

El mundo se encuentra en un momento crítico donde la sostenibilidad dejó de ser una opción para convertirse en una necesidad. Europa, líder en la implementación de políticas sostenibles, marcó un camino que otras regiones comenzaron a seguir, imponiendo nuevos desafíos y oportunidades para las empresas que deseen mantenerse competitivas en el mercado global. El reciente informe SUSTAINABILITY REGULATION OUTLOOK 2024 (Deloitte Insights) destaca cómo estas transformaciones regulatorias están remodelando la economía europea y, por ende, afectando a las empresas de todo el mundo.
 

Un nuevo paradigma económico

La sostenibilidad ya no es solo una cuestión ética o de imagen corporativa, sino un imperativo económico. Europa tomó la delantera en esta transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono, un cambio que no solo busca mitigar los efectos del cambio climático, sino que también está transformando la manera en que las empresas operan y generan valor. Las empresas que desean mantener o expandir su presencia en los mercados europeos deben adaptarse rápidamente a estas nuevas regulaciones.
 

Los principales desafíos regulatorios

En el núcleo de la estrategia verde europea se encuentra la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que obliga a las empresas a presentar informes detallados sobre sus prácticas de sostenibilidad. Esta normativa es el comienzo de una serie de regulaciones que buscan hacer de la sostenibilidad una parte integral de la economía europea.

Leé la nota completa

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A continuación, se destacan los principales focos de atención para 2024:

1. Circularidad y Diseño Circular

Europa está avanzando rápidamente hacia un modelo de economía circular, impulsado tanto por la demanda de los consumidores como por nuevas exigencias regulatorias. Las empresas deberán adaptarse a estos cambios, que incluyen el uso de recursos reciclados y la adopción de prácticas de diseño que prolonguen la vida útil de los productos.

La implementación de estas prácticas son necesarias para cumplir con las normativas y convertirse en una ventaja competitiva para aquellas empresas que logren innovar en este ámbito.

 

2. Sostenibilidad en la cadena de suministro

El CSRD exige a las empresas que reporten sobre sus propias operaciones y las acciones de sus cadenas de suministro. Esto implica que las empresas deberán establecer relaciones más estrechas con sus proveedores y evaluar los riesgos relacionados con la sostenibilidad en todas sus decisiones de compra.

La introducción del Pasaporte de Producto Digital (DPP) es un ejemplo de cómo se espera que las empresas proporcionen información detallada sobre el ciclo de vida de sus productos, desde la obtención de materias primas hasta su eliminación final.

 

3. Descarbonización

Con la meta de alcanzar un futuro NetZero, Europa implementó medidas estrictas para reducir las emisiones de carbono, especialmente en sectores clave como el de la construcción y los bienes raíces. A partir de 2024, la Directiva sobre Eficiencia Energética de los Edificios entrará en vigor, estableciendo estándares mínimos de eficiencia que todas las construcciones deberán cumplir.

Las empresas deberán invertir en proyectos que reduzcan o eliminen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) si desean cumplir con estos nuevos requerimientos.

 

4. Greenwashing

El riesgo de greenwashing es una preocupación creciente en Europa, donde se están implementando medidas para asegurar que las comunicaciones corporativas reflejen verdaderamente las prácticas sostenibles de las empresas. A partir de 2026, expresiones genéricas como "verde" o "neutral en carbono" ya no serán permitidas, y las empresas deberán ser capaces de demostrar que sus afirmaciones medioambientales están respaldadas por datos concretos y verificables.

 

 

Ante estos desafíos, las empresas deben adoptar un enfoque proactivo para cumplir con las nuevas normativas. Esto incluye desde la revisión de sus estrategias de sostenibilidad hasta la reestructuración de sus cadenas de suministro. Sin embargo, más allá del cumplimiento, estas regulaciones también ofrecen una oportunidad única para que las empresas innoven y lideren en la transición hacia un modelo económico más sostenible.

Las empresas deben integrar los requisitos de sostenibilidad en el núcleo de su estrategia empresarial. Esto no solo implica cumplir con las normativas, sino también aprovechar la oportunidad para mejorar la gobernanza y optimizar las operaciones. Al adoptar un enfoque estratégico, las empresas pueden mitigar los riesgos e identificar nuevas oportunidades de negocio.

La circularidad es una obligación regulatoria y oportunidad para innovar en productos y servicios que respondan a las demandas de un mercado cada vez más consciente de su impacto ambiental. Las empresas deben prepararse para una transformación que abarque desde el diseño de productos hasta la logística y las operaciones.

La sostenibilidad debe ser un factor clave en la gestión de la cadena de suministro. Las empresas deben evaluar la sostenibilidad de sus proveedores y estar dispuestas a realizar cambios significativos si es necesario. Esto ayudará a cumplir con las normativas y también fortalecerá la resiliencia de la cadena de suministro frente a futuras crisis.

La descarbonización es un desafío que todas las empresas deben enfrentar. La identificación de fuentes de emisiones y el establecimiento de objetivos claros de reducción son pasos fundamentales para cumplir con las metas de sostenibilidad. Además, la inversión en energías renovables y la mejora de la eficiencia energética serán necesarias para reducir la huella de carbono y cumplir con las expectativas regulatorias.

Las empresas que logren adaptarse a este nuevo entorno regulatorio cumplirán con las normativas y estarán mejor posicionadas para competir en un mercado global donde la sostenibilidad se está convirtiendo en un criterio clave para los consumidores y los inversores. El reto no es solo cumplir con las exigencias, sino aprovechar estas regulaciones para impulsar la innovación, mejorar la eficiencia operativa y, en última instancia, generar valor a largo plazo.

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