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La sustentabilidad, una posibilidad para ahorrar costos
El Cronista – octubre 2024
Les compartimos una nota publicada en El Cronista sobre la participación de los Socios de Deloitte Daniel Kislauskis y Orlando Scarpelli en el CFO Summit organizado por dicho medio.
Si bien las políticas de ESG empiezan a ser un requerimiento indispensable en el mundo, también permiten un ahorro de costos importante para las organizaciones.
Hace ya varios años que las empresas empezaron a tomar decisiones respecto a su responsabilidad social, ambiental y gubernamental (ESG, por sus siglas en inglés). Y, si bien, en la Argentina, es totalmente voluntario, hay otros países del mundo que exigen este tipo de acciones por parte de empresas proveedoras de servicios y materia prima, por ejemplo.
Daniel Kislauskis, socio líder Tecnología y Transformación de Deloitte Cono Sur, comentó: “Las tendencias de ESG son algo más en la agenda de los CFO. Hoy hay regulaciones europeas, (locales, hasta el Banco Central ya pide información. Entonces, el mundo de los CFO tiene que estar preparado para poder responder rápidamente a esas necesidades. Ya no es una opción. Los inversores extranjeros miran qué hacen las empresas”.
A su vez, expuso que las diferencias se empiezan a generar cuando las empresas se preguntan si hay que tomar este tipo de decisiones por obligación o por vocación. “Estos procesos, emprolijan la organización. Se genera tanta información producto de estos procesos, que sirve para hacer un barrido de toda la organización y, así, ahorrar costos”, expuso.
Por su parte, Orlando Scarpelli, socio de Audit & Assurance de la consultora, recordó; “Hay un caso de una empresa empezó a ver su consumo de agua. Y, si bien, se puede pensar que es a largo plazo ya que la Argentina tiene mucha agua, logró reducir sus costos al ver pequeñas pérdidas en su proceso productivo que le permitió impactar de mejor manera en el ambiente. Entonces, no sólo logró un mejor impacto sino que tuvo un beneficio de costos”.
Así, Scarpelli, comentó que, antes, las empresas tenían un rol financiero, es decir, se tenía en cuenta su ganancia y su retribución al inversor. No obstante, hace un tiempo ya que los grupos de interés de las compañías empezaron a focalizarse en no solo cuánto ganan, sino cómo lo ganan. Y eso implica a quién impacta la empresa con su actividad, ya sea el ambiente, la sociedad, o la manera en la que llega a sus resultados.
“Los temas de ESG antes eran una opción, algo que en las compañías era voluntario, pero ahora se está tornando como algo necesario para el crecimiento apuntado al mediano o largo plazo”, dijo.
En tanto, Kislauskis reconoció que, como consultora, “tenemos cada vez más demanda de empresas del exterior o locales para avanzar en ese sentido. Hay muchas empresas que están trabajando en este hace ya varios años, pero el posicionamiento de la información relacionada con ESG, que sea clara, precisa y auditable es cada vez mayor”.
La adhesión a estas tendencias en la Argentina es aún voluntaria. Sin embargo, hay algunos países en los que las organizaciones están obligadas a hacerlo, como, por ejemplo, los que forman parte de la Unión Europea. Este año puso en práctica una regulación para las empresas públicas y las más grandes para que empiecen a reportar sobre estas cuestiones. “Es una normativa bastante intensa ya que tiene más de 100 puntos en los que hay que revelar qué está haciendo la compañía, cómo está avanzando, cuál es su objetivo”, reconoció Scarpelli.