Alza de precios en comestibles

Análisis

Alza de precios en comestibles

¿Cuáles serán sus efectos en el mercado?

Debido a que diversos factores están provocando un incremento importante en el precio de los alimentos, tanto las empresas del sector detallista como el gobierno deben llevar a cabo algunas acciones para reducir su impacto en la economía y en los consumidores.

En entrevista con Manuel Ostos, Socio Líder del Sector Detallista en Deloitte Spanish Latin America.

Los mexicanos y las mexicanas han tenido que enfrentarse, en los últimos meses, a un encarecimiento generalizado de los productos y servicios. De acuerdo con nuestro Tablero del Consumidor, desde septiembre de 2021 hasta abril de este año, las personas notaron un incremento en el precio de los comestibles (de 71% a 80%), de los restaurantes (de 53% a 69%), de la ropa y calzado (de 60% a 66%), así como del alcohol y del tabaco (de 47% a 56%)1.

¿Qué ha propiciado este comportamiento del mercado?, ¿qué efectos tendrá para los retailers y para los consumidores? y ¿cuándo podríamos observar un descenso o estabilización de los precios? Para conocer las respuestas a estas interrogantes, entrevistamos a Manuel Ostos, Socio Líder del Sector Detallista en Deloitte Spanish Latin America.


[1] Deloitte, Tablero del Consumidor, actualizado al 26 de abril de 2022.

¿Qué factores están propiciando una mayor alza en el precio de los comestibles en nuestro país?

En primer lugar, tenemos que considerar la pandemia, la cual no ha terminado y, de acuerdo con nuestro Tablero del Consumidor, sigue provocando que un grupo importante de mexicanas(os) todavía sienta poca confianza al salir de su casa para comprar en un supermercado (41%), tomar un avión (55%) o consumir en un restaurante (51%)1.

Además, en los últimos meses, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha complicado aún más la producción de alimentos y la logística en las cadenas de suministro de diferentes industrias.

Es decir, estos dos factores, básicamente, han provocado la escasez de materias primas y de ciertos alimentos, así como restricciones comerciales que encarecen la proveeduría de diversos productos. Esto, en consecuencia, ha impactado el precio de los alimentos.

¿Qué efectos tiene el incremento de precios de los alimentos, tanto para los retailers como para los consumidores?

Debido a que los consumidores tienen la percepción de que los alimentos están más caros de lo que deberían estar —de acuerdo con el Tablero del Consumidor, 61% de los(as) encuestados(as) en México cree que diversos negocios están subiendo los precios más de lo necesario—, la imagen empresarial de los retailers se ha visto afectada2.

El incremento de precios, en consecuencia, perjudica a las categorías de productos y servicios discrecionales. ¿Por qué? Porque la gente está priorizando, actualmente, los bienes de primera necesidad y dejando a un lado categorías como muebles, aparatos electrónicos, viajes, recreación, restaurantes, entre otras.

¿Podríamos prever que el incremento del precio de los productos se mantendrá en los próximos meses?

Sí. Lo más probable es que el incremento en los precios se mantenga, debido a que los factores que lo han generado aún están presentes; pero, incluso en un escenario opuesto, esta tendencia prevalecería, pues, a pesar de que llegara a su fin el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y decrecieran más los efectos de la pandemia, sería difícil que ciertas materias primas lograran aumentar su disponibilidad de la noche a la mañana (como es el caso de los fertilizantes y de los energéticos). Esto significa que las cadenas de suministro están verdaderamente alteradas y no será sencillo llevar los precios a la normalidad.

¿Qué podríamos observar en los próximos meses?

Muy posiblemente, la aplicación, a nivel nacional e internacional, de políticas monetarias más restrictivas que sigan aumentando las tasas de interés, a fin de contrarrestar la inflación. Estas medidas tendrán que llevarse a cabo con cautela para que, efectivamente, cumplan con este objetivo y no impliquen ningún riesgo para nuestra economía.

Asimismo, podríamos observar la sustitución de ciertos productos de importación por otros que muestren una menor disrupción en sus cadenas de suministro. Sin embargo, esta alternativa será más difícil de aplicar en unos comestibles que en otros: por ejemplo, en México, alimentos como el maíz, el chile o el jitomate están muy arraigados entre los consumidores; en cambio, algunas frutas y otras categorías de comestibles menos populares quizá sean más fáciles de reemplazar.

¿Qué acciones puede tomar el sector detallista para afrontar los altos costos y comenzar a mejorar su panorama?

En estas circunstancias, será sumamente recomendable que las organizaciones detallistas revisen sus propios costos y gastos, de tal manera que, siendo más eficientes, puedan ofrecer mejores precios a los consumidores.

Lo anterior no se limita a un aspecto logístico de las operaciones (que también es importante, así como los inventarios), sino que incluye, a su vez, el soporte para la operación, las actividades de gestión de la propia empresa (o back office), las cuentas por cobrar y las cuentas por pagar, los procesos de compra y contables, entre otros temas administrativos, como el de recursos humanos, ya que podría existir la posibilidad de reducir gastos y liberar capital de trabajo a partir de la eficiencia.

En resumidas cuentas, será fundamental una evaluación detallada de cada uno de estos rubros, con el fin de identificar oportunidades de ahorro que beneficien a todos los consumidores.


[1] Ibídem.

[2] Deloitte Insights, “When rising prices break consumers’ trust”,
20 de mayo de 2022.

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